es un escándalo Quién es quién en la familia gran ducal de Luxemburgo: de la odiada gran duquesa María Teresa al casi anónimo heredero

El gran Duque heredero, Guillermo, y su esposa, la noble francesa Stéphanie de Lannoy, siempre extremadamente discretos, han sido padres por segunda vez. Su primer hijo, Charles, que tiene tres años, es el siguiente en la línea de sucesión al trono del Gran Ducado de Luxemburgo. Junto a los Grandes Duques, Enrique de Luxemburgo y María Teresa, son quizá los más conocidos de esta familia real que rige los destinos de este pequeño país europeo, uno de los más ricos del mundo.

Sin embargo, este es un año feliz para los Grandes Duques, tras algunas polémicas: su hija Alejandra se casa hoy en una ceremonia religiosa (ya lo hico por lo civil elpasado 22 de abril). Atrás quedan la ruptura del compromiso de su hijo Luis y las críticas del llamado informe Waringo, encargado por el primer ministro, Xavier Bettel, que desvelaba el autoritarismo de la Gran Duquesa, así como episodios de acoso y el caos organizativo de su equipo.

Este año, el pasado 27 de marzo, nació su nieto François, el segundo hijo del heredero, Guillermo y su esposa, Stéphanie de Lannoy. Y el 22 de abril, se celebrará la boda de su única hija, cuya celebración religiosa será el día 29. La familia gran ducal ha podido este año mostrar su imagen más amable y aparcar las malas noticias.Pero, ¿quién es quién en esta familia, una de las menos conocidas de la realeza europea?

La familia gran ducal de Luxemburgo pertenece a la dinastía de Nassau-Weilbourg. El gran duque Enrique, a la cabeza del Estado desde el año 2000, es un príncipe muy popular, como lo fue su padre, el gran duque Juan, que falleció en 2019, y su abuela, la gran duquesa Carlota, considerada una heroína de la lucha contra los nazis, al dirigir la resistencia desde Londres, a través de la BBC. Luxemburgo perteneció durante largo tiempo a Bélgica y los Países Bajos, pero consigue, tener su propia Constitución en 1841. Hoy, el porvenir del gran ducado está asegurado por el príncipe Guillermo y su hijo, el príncipe Charles, nacido el 10 de mayo de 2020.

Enrique de Luxemburgo, nacido en 1955, se convirtió en Gran Duque tras la abdicación de su padre, el gran duque Juan, en 2000. El 14 de febrero de 1981 se había casado con María Teresa Mestre, de origen cubano, a la que conoció mientras estudiaba en Suiza. El matrimonio suscitó en sus padres una especial reticencia, al tratarse de una joven sin orígenes aristocráticos, pero el nacimiento de los hijos y el paso del tiempo apaciguaron el conflicto.

El matrimonio, que, hasta la llegada al trono, llevaba una vida muy discreta, tiene cinco hijos: Guillermo, el heredero, nacido en 1981, Félix, en 1984, Luis, en 1986, Alexandra, que contraerá matrimonio esta primavera, en 1991, y Sebastián, en 1992. Enrique tuvo que hacer frente a una reforma de la casa ducal tras la publicación del informe Waringo, muy crítico con su esposa, pero parece que hoy las aguas han vuelto a su cauce.

Enrique se educó en Francia, en Niza, y luego se formó en la academia militar británica de Sandhurst. Luego se licenció en Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de Ginebra. Allí es donde encontró al «amor de su vida»: la joven María Teresa Mestre, cuya familia, de la alta burguesía, se refugia en Europa tras la revolución castrista. María Teresa siempre dijo que no supo quién era él hasta tiempo después de conocerse. La familia gran ducal tardó cuatro años en aceptar a la elegida por Enrique, a pesar de su fe católica y de pertenecer a una familia de gran prestigio.

Su madre desciende de la familia española De la Cerda y está ligada al trono de Castilla. Esa mala relación con su familia política durará hasta la llegada al trono de la pareja. La propia María Teresa confesará que su suegra, la gran duquesa Josefina-Carlota, la despreciaba por su nacionalidad y su origen, revelaciones que causan gran malestar entre los luxemburgueses. Sin embargo, todos comprueban el efecto positivo de María Teresa en Enrique, desde el inicio de su relación: se convierte en un hombre abierto, que deja atrás su timidez.

Es deportista, políglota, le gusta la caza, el esquí y la vela. La familia se instala, antes de que Enrique llegue al trono, en el castillo de Fischbach, situado en medio del bosque. El 7 de octubre de 2000, Enrique se convirtió en el séptimo gran duque de la dinastía. Hoy, a pesar de los problemas que han atravesado, los Grandes Duques, siguen disfrutando de una gran popularidad.

María Teresa, nacida en 1956, en La Habana, es embajadora de buena voluntad de la UNESCO y está comprometida contra la violación como arma de guerra, una de sus causas favoritas. El informe Waringo la critica duramente. Pero María Teresa es una mujer de fuerte personalidad que sabe sobreponerse a la adversidad.

Desde muy joven está acostumbrada a viajar por todo el mundo y, adaptarse. Nuevos entornos y, cuando llegó la hora de hacer público su noviazgo con el heredero del Gran Ducado, tuvo que soportar el cuestionamiento constante por su origen plebeyo. Estudió Ciencias Políticas en Ginebra, donde conoció al príncipe Enrique. La gran duquesa se ha distinguido siempre por su naturalidad y su carácter abierto y afable, «latino». La popularidad de la familia creció de forma imparable gracias a ella, aunque las encuestas mostraron un bajón importante cuando se hizo público el informe Waringo.

El heredero es, en la actualidad, el príncipe Guillermo, que, al igual que su padre, se formó en la academia militar británica de Sandhurst y luego se licenció en Ciencias Políticas. En 2012 se casó con la condesa de origen belga Stéphanie de Lannoy, a la que conoció en 2007. Hoy tienen dos hijos, el segundo nacido el pasado mes de marzo. Si por algo se distinguen es por su discreción.

Guillermo se educó, como sus hermanos, en la escuela pública, en Luxemburgo, y, más tarde, terminó el bachillerato en el exclusivo internado de Beau Soleil, en Suiza. Durante su adolescencia empezó a acompañar a su padre en actos oficiales. Con 19 años se convirtió en heredero. En 2003, hizo prácticas en varias empresas privadas.

Stéphanie de Lannoy nació en 1984, en Bélgica. Su madre, Alix della Faille de Leverghem, duquesa de Lannoy, murió de un accidente cerebro vascular dos meses antes de su boda, en 2012. La joven fue condesa de Lannoy hasta su matrimonio. Es la pequeña de ocho hermanos de una familia cuyos orígenes se remontan al siglo XIII. Su abuela paterna fue la princesa Beatrix de Ligne, una de las casas principescas más importantes de Europa, emparentada desde antiguo con la casa gran ducal de Luxemburgo.

Recibió una estricta formación católica en un internado de Bruselas y, al terminar el bachillerato, pasó un año en Moscú estudiando literatura rusa. Se licenció en filología germánica y empezó a trabajar en una sociedad de inversiones en Bruselas. La cultura es una de sus prioridades como heredera. Es patrona de la Fundación Amigos de los Museos de Arte de Luxemburgo y presidenta del consejo de administración del Museo de Arte Moderno Gran Duque Juan. Habitualmente acompaña a su esposo en todos sus compromisos públicos. Ha escogido de momento no tener agenda propia.

El resto de los hijos de los grandes Duques se han distinguido siempre por su carácter afable y discreto. El príncipe Félix estudió en Sandhurst, como hicieron su padre y sus hermanos, y luego en el internado suizo de Beau Soleil. Se casó con la alemana Claire Lademacher, nacida en 1985, compañera de estudios y doctorada en bioética, el 21 de septiembre de 2013. Claire también trabajó en el departamento de publicidad de Candé Nast, en Nueva York.Son padres de la princesa Amalia, de nueve años, y del príncipe Liam, de siete. La familia vive en Suiza.

Luis de Luxemburgo es quizás el más conocido, y el que ha llevado una vida más ajetreada desde el punto de vista sentimental, dado el escándalo que rodeó a su primer matrimonio. En 2005, con apenas 19 años, conoce a la joven Tessy Anthony, en Yugoslavia, mientras ella desarrollaba una misión con las fuerzas armadas y él visitaba a las tropas desplazadas. Tessy se quedó embarazada y la pareja tuvo a su primer hijo fuera del matrimonio, en 2006.

Se casan ese mismo año y Luis tiene que renunciar a sus derechos sucesorios, aunque conserva su título de príncipe y su tratamiento de Alteza Real, que le conceden también a ella. La familia gran ducal recibe a la joven con los brazos abiertos, a pesar de las circunstancias. Su segundo hijo nace en 2007. La pareja se divorcia una década después. Tessy Anthony vuelve a casarse en 2021 con el empresario Frank Floessel, padre de una hija, y es madre de otro hijo. Mientras, el príncipe Luis se compromete con la francesa Scarlett-Lauren Sirgue, el 6 de abril de 2021. Sin embargo, r ompieron su compromiso, por diferencias «en las ambiciones vitales», tras cuatro años de relación. Los grandes duques apoyaron a su hijo igual que lo hicieron cuando muy joven se convirtió en padre soltero y cuando decidió divorciarse.

La princesa Alejandra es la cuarta hija de los grandes duques. Y es noticia este año 2023. Se casa en veinte días , el primer casamiento principesco tras el de los herederos Guillermo y Stéphanie Lanoix, en 2012. Alejandra estudió en Estados Unidos, en París y en el Trinity College de Dublin. Está licenciada en Estudios Interreligiosos. El 22 de abril se casa por lo civil con Nicolas de Bagory, licenciado en Ciencias Políticas y creador de proyectos sociales, en el palacio gran ducal. El día 29 se celebra el matrimonio religioso en la iglesia de Saint Trophyme de Bormes-Les-Mimosas, donde la familia gran ducal posee una casa de vacaciones, en la localidad de Cabasson.

El príncipe Sebastian es el benjamín. Estudió en el Reino Unido, en Ampleforth College, donde también estudiaron su abuelo, el gran duque Juan, y su padre, el gran duque Enrique. Se diplomó también en la Academia militar de Sandhurst, en 2017.