Leyes antiguas

La familia imperial japonesa, al borde de la extinción: lo que tienen que hacer Naruhito y Masako para salvarla

Leyes antiguas y una mentalidad conservadora han llevado a la monarquía japonesa al borde la extinción. Hoy todas las esperanzas están puestas en un joven de 18 años. Su prima, hija del actual emperador, no puede subir al trono por ser mujer.

El emperador Naruhito de Japón con su mujer Masako. / gtres

Elena Castelló
Elena Castelló

Es la monarquía más antigua del mundo, y el emperador es venerado como un Dios, pero el conservadurismo de sus normas, que excluyen a las mujeres del trono y de la familia si contraen matrimonio con plebeyos, está acabando con la línea de sucesión y con la familia imperial. Japón comenzó oficialmente una nueva era el 1 de mayo de 2019, cuando el príncipe heredero Naruhito ascendió al trono del Crisantemo como nuevo emperador.

El nombre de la nueva era imperial es Manyoshu, que significa «hermosa armonía», y procede de la antología poética más antigua de Japón. El día anterior, el emperador Akihito, su padre, se convirtió en el primer emperador japonés en más de 200 años en abdicar. La llegada de Naruhito, de 64 años, supuso una diferencia con respecto a sus antecesores. Siempre puso el foco en su vida académica y en su vida familiar.

A diferencia de su padre, el emperador Naruhito tuvo la oportunidad de seguir la educación que escogió de joven. Después de graduarse en Historia en la prestigiosa Universidad Gakushuin de Tokio, estudió, a principios de los ochenta, en el Merton College de la Universidad de Oxford. Escogió estudiar la historia del transporte en el río Támesis, y luego continuó con el doctorado en Gakushuin, sobre el mismo tema. El joven príncipe describió estos años como los más felices de su vida.

Después de que su padre ascendiera al trono en 1989 se convirtió en príncipe heredero, pero mantuvo su pasión por el mundo académico y las cuestiones relacionadas con el agua. Naruhito vivió con su familia hasta los 30 años, algo muy diferente a lo que manda la tradición imperial, que impone que los futuros emperadores sean criados por sus tutores, para evitar los vínculos personales.

La familia, lo más importante para Naruhito

Sin embargo, la familia siempre ha estado en primer plano para Naruhito, especialmente cuando su esposa, la exdiplomática Masako, educada en Oxford y Harvard, sufrió un «trastorno de adaptación» provocado por el estrés, a principios de los años 2000. Tras su boda en junio de 1993, Masako se convirtió en la segunda plebeya en la historia de Japón en casarse con el primero en la línea de sucesión al trono (la primera fue su suegra, Michiko, que sufrió, durante años, una depresión que le impedía hablar).

Masako acusó la tensión de las obligaciones imperiales y especialmente la presión para dar a luz a un hijo, algo que no consiguió, tras nacer su única hija, la princesa Aiko, en 2001. El príncipe participó activamente en la crianza de su hija y defendió firmemente a su esposa de las críticas que aseguraban que descuidaba sus deberes.

El emperador Naruhito de Japón con su esposa,Masako en visita oficial al Reino Unido. / instagram @kunaicho_jp

La imposibilidad de dar un heredero llevó a plantear un debate nacional sobre la sucesión. Pero la Ley de la Casa Imperial de 1947 establece que sólo los hombres pueden ascender al trono. Esa misma ley redujo drásticamente el número de miembros de la realeza japonesa, eliminando 11 de las 12 ramas de la familia imperial para reducir costes. Pero eso significa que no hay varones reales con quienes las princesas actuales puedan casarse.

En 2004, el primer ministro propuso revisar esa Ley para permitir el ascenso al trono de una emperatriz, lo que podría convertir a la princesa Aiko en una futura gobernante. Japón experimentó una crisis de sucesión desde finales de la década de 1990 hasta 2006, porque los dos hijos del emperador sólo tenían hijas. Esto terminó con el nacimiento del príncipe Hisahito, que estancó los planes de cambio. Hisahito es hijo del hermano menor de Naruhito, el príncipe Fumihito.

Pero no solo la sucesión está vedada a las mujeres. Tampoco pueden casarse con un plebeyo, porque, automáticamente pierden su lugar en la familia imperial. Las hijas del emperador Hirohito perdieron sus títulos bajo la legislación, al igual que la hermana del actual príncipe heredero, Sayako, cuando se casó con el urbanista Yoshiki Kuroda en 2005.

La princesa Mako, la hija mayor de Fumihito, de 25 años, perdió su título en 2021, y ha abandonado su vida en Japón para instalarse con su marido, el abogado Kei Komuro, en Estados Unidos. Votará y pagará impuestos, hará las compras y las tareas domésticas y, si tiene hijos, no serán considerados miembros de la realeza.

El emperador Naruhito de Japón, en el centro, con su mujer Masako (izquierda) y su hija Aiko (derecha) / instagram @kunaicho_jp

Pero su salida significa una persona menos para desempeñar las funciones oficiales. La exclusión de las mujeres ha hecho que la monarquía nipona sea cada vez más reducida. El debate sobre la función de las mujeres y la posible sucesión sigue en marcha en un país tradicionalista, pero que no puede evitar compararse con las monarquías europeas. Si nada cambia, el futuro de la institución imperial dependerá únicamente de Hisahito, que hoy tiene 18 años. El actual heredero de Naruhito es Fumihito, y el tercero en la línea de sucesión es el hermano del emperador emérito Akihito, el príncipe Hitachi, de 87 años. No quedan otros herederos.

Actualmente hay 19 miembros de la familia real. Es muy poco probable que nazcan más hijos varones. Encuestas recientes apoyan en un 80% los cambios. Pero, ante los avances de una nueva mentalidad, la corte esgrime la línea sanguínea masculina ininterrumpida y asegura que esto es lo que hace especial a Japón. Ese linaje masculino se remonta al año 660 antes de Cristo.

Aiko, la hija de Naruhito, tiene 24 años y estudia literatura japonesa en la Universidad de Gakushuin. Sus deberes públicos comenzaron a los 20 años como es tradicional en la realeza japonesa. La primera salida de Aiko fue la celebración del Día de Año Nuevo de 2022 en el Palacio Imperial de Tokio. Vive con sus padres en el Palacio Imperial y cría gusanos de seda, una arraigada tradición entre las mujeres de la realeza. Tiene tres mascotas ­–un perro llamado Yuri y dos gatos, Mii y Seven– y practica tenis, bádminton y voleibol.

22 de junio-22 de julio

Cáncer

Como elemento de Agua, los Cáncer son sensibles, intuitivos, asertivos y muy empáticos. Se sienten seguros en sus círculos de confort y son muy amigos de sus amigos. Pero también pueden ser posesivos y extremadamente sentimentales. Ver más

¿Qué me deparan los astros?