UN AÑO COMPLICADO
UN AÑO COMPLICADO
Cuando en noviembre del año pasado vieron la luz unas fotografías del príncipe heredero Federico de Dinamarca con Genoveva Casanova en Madrid se generó una tormenta mediática con bastantes precedentes por parte del monarca, que tantos quebraderos ha dado a su madre, Margarita. Coincidió, además, con la visita de Estado de los reyes Felipe y Letizia, por lo que se miraron con lupa las reacciones del matrimonio Borbón y Grecia-Ortiz.
Esas fotografías siguen coleando (hay una causa judicial abierta) y de hecho, en estos días, Daily Mail incide de nuevo en ellas (sin mencionarlas explícitamente) al publicar otras de naturaleza muy distinta en Cerdeña de Federico y Mary de Dinamarca. A ellos pudimos verles muy relajados en la cena de gala en el Louvre parisino antes del inicio de los Juegos Olímpicos.
En junio pasado se dijo en el programa 'Y ahora Sonsoles' que había sido admitida a trámite una demanda por parte de Genoveva Casanova contra la revista Lecturas, por una importante cantidad que conllevaría unas elevadas costas judiciales. Han sido unos meses muy duros para la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, y para su familia. A la espera de este juicio, se aproxima su reaparición televisiva en el programa 'El desafío', en Antena 3, este otoño.
En este tiempo son muchos los acontecimientos que han cambiado radicalmente el panorama en la familia real danesa, comenzando por la abdicación de Margarita de Dinamarca, quien siempre había manifestado su intención de mantenerse en el Trono hasta el final de sus días.
En ese contexto, algunos quisieron ver en esas fotografías un desencadenante que quedó desmentido por unas declaraciones previas de la reina Margarita. Algo mermada en su movilidad y en su salud, apuntaba a un posible cambio en la jefatura del Estado antes de que se salieran publicadas. Tras ser intervenida de la espalda en 2023 sus planteamientos iniciales sobre su futuro cambiaron. Ahora su hijo ocupa su lugar.
La llegada al trono de Federico de Dinamarca y la australiana Mary Donaldson llegaba en un momento en el que la contestación contra la institución monárquica en ese país era mínima. Sigue siendo así. Su madre se había encargado de minimizar los pasados escándalos del ahora rey y su figura no está particularmente erosionada.
Sin embargo, esto no significa que Federico y Mary no hayan tenido que trabajar, intramuros, para minimizar los rumores de una mala marcha de su matrimonio y de desavenencias que ahora se buscan en cada una de sus apariciones públicas. Es mucho lo que está en juego, porque estamos hablando de la continuidad de una saga. Su hijo, Christian, ahora príncipe heredero, no puede pagar por errores ajenos.
La escapada de Federico y Mary a Cerdeña parece, oportunamente ilustrada por los paparazzi, evidenciar que están bien como pareja, relajados y felices. Las fotos de Porto Cervo nos muestran a la reina luciendo silueta, relajada, riendo y disfrutando con su marido. A su llegada a París, donde han vuelto a coincidir con los reyes Felipe y Letizia, eran todo sonrisas.
Aún es muy prematuro evaluar cómo está siendo percibido Federico de Dinamarca como rey, pero el listón que dejó su madre, la reina Margarita, ha sido muy alto. La monarca danesa llevó con pulso firme su reinado y no tuvo ningún problema en 'adelgazar' la institución al desproveer de títulos a cuatro de sus nietos, los hijos de su controvertido hijo menor, Joaquín, instalado en el dolor desde entonces y ahora con un océano de por medio, instalado en Washington con su segunda mujer, Marie.
Era esta una forma de allanar el terreno a Federico de Dinamarca que consolida la teoría de que la abdicación no fue ni mucho menos un movimiento generado por una portada. No se había dado puntada sin hilo. La institución está por encima de individualismos.