Turistas en el Palacio Real: por qué son tan tiernas las fotos oficiales de Letizia y Felipe con Leonor y Sofía para celebrar sus 20 años de casados

Son solo 11 imágenes, pero cuentan mucho más de lo que a simple vista retratan. Es lo malo de las imágenes: ninguna escenografía hípercontrolada puede superar su poder para desvelar. Casa Real lo sabe, de ahí las contadas ocasiones en las que comparte fotos posadas de los reyes Felipe y Letizia y sus hijas, entre ellas, la imagen más adulta de Leonor y el look más sorprendente de Sofía . La serie que nos ocupa fue tomada en los jardines del Palacio Real de Madrid, un escenario que no debe pasar inadvertido en ninguna interpretación.

Antes de subrayar lo evidente, ese cariño que fluye muy naturalmente entre los reyes y sus hijas, cabe mencionar la más que pensada puesta en escena de estas fotos de celebración. Jamás unos reyes posaron con tan poca ceremonia en su propio palacio, considérese los retratos que los monarcas británicos se toman en Buckingham Palace. Las fotos refuerzan una línea de comunicación conocida: la de una familia real que se presenta como una familia española más, sin hacer marketing de su privilegio.

Las fotos fueron tomadas, según especifican fuentes de Casa Real y según ha podido corroborar Mujerhoy, en los alrededores del Palacio Real, en los Jardines del Moro el pasado 6 de abril. Pero la reina ha querido jugar al despiste: Letizia acudió con ese mismísimo look de chaqueta rosa , pantalones blancos y zapatillas planas el pasado 6 de mayo al concierto EmocionArte que auspicia la Fundación Princesa de Girona. Un juego de lógica espacio-temporal que ha llevado a muchos medios a la conclusión de que las fotos se hicieron hace apenas dos semanas. Pero en ese momento ni la princesa Leonor ni la infanta Sofía estaban en Madrid.

«Somos como vosotros», dice la comunicación de la familia real desde la proclamación del rey Felipe VI. Entendemos la necesidad de distanciarse de lo que hasta la fecha han representado los Borbones. Sin embargo, desde las filas puramente espectadoras echamos de menos un poco más de fantasía 'royal' y despliegue de glamour histórico, aunque pueda servir de gasolina para críticas políticas. Por qué privarnos constantemente de ese placer compensatorio para nuestras vidas low cost.

Así las cosas, los reyes y sus hijas parecen unos turistas más en los jardines del Palacio Real. Las fotos son decididamente literales, con un estilo claro y directo que apuntala la transparencia de la que pretenden hacer gala la Corona. Estas fotografías suponen una toma de tierra más en el vuelo a ras que pretende la Corona española, pero también un contrapeso a las fotos que todo el mundo espera ansiosamente y unos retratos que fueron tomados el pasado febrero por Annie Leibovitz .

Hablamos de la fotógrafa comercial más solicitada y cara del panorama internacional, caracterizada por un proceso creativo exhaustivo y una estética que ha representa lo que hoy se entiende globalmente por lujo.

Las imágenes de Annie Leibovitz son un encargo del Banco de España y se espera de ellas un desborde absoluto del poder regio de Felipe y Letizia, en un engalanado Palacio Real. Nada que ver con estos monarcas de andar por casa en los monumentales jardines de la residencia oficial real más espectacular de Patrimonio Nacional.

Lo evidente en las 11 fotos que celebran el 20 aniversario de boda de Felipe y Letizia es el evidente cariño que fluye entre los cuatro miembros del núcleo duro de la familia real. No se pueden hacer distingos, pues evidentemente la relación entre padres e hijas es óptima. Sin embargo, las dos fotografías que inmortalizan a Letizia con Leonor y Sofía desvelan una complicidad especial. La mirada de las dos jóvenes hacia su madre, y viceversa, es de adoración absoluta.

Es evidente: la complicidad entre los cuatro miembros de la familia real no es una pose. La misma Carmen Iglesias, miembro de la Real Academia de la Historia y profesora del rey Felipe VI cuando era príncipe, así lo ha confirmado. De su ex alumno dijo, en el acto en Madrid en el que se le concedió la medalla de San Isidro, que le ve «estupendo, como siempre». Pero Iglesias fue más allá y quiso definir al monarca como: «Sereno, fuerte, amable. Es una persona absolutamente empática. Es bueno e inteligente».

Por si no hubiera quedado claro el fondo de cariño y empatía del rey Felipe VI, Carmen Iglesias quiso subrayar la misma característica en la princesa Leonor, su heredera. «Las dos son maravillosas [dice incluyendo a la infanta Sofía], pero la princesa encantadora.

Y además muy cariñosa con las personas, muy empática», insiste. Se ve en las fotos, sobre todo en el abrazo del monarca a su hija pequeña, tan sonriente. Puede ser la mejor foto de esta serie. A Leonor también la abraza, pero los gestos de ambos expresan la seriedad de la misión que les une. Aquí hay gravedad.

«Tenemos una Casa Real en este momento estupenda. Un poquito pequeña, pero muy selecta y de primera», diagnostica Carmen Iglesias quien, sin embargo, quedó algo corta de adjetivos para describir a la reina Letizia. De ella se limitó a decir: «Cumple con su papel», una reducción a mínimos que estas fotos desmienten.

Leonor y Sofía abrazan a su madre con un gesto de protección total. En la foto en la que la miran, no se puede destilar más amor. La reina es la roca en la que ancla esta familia como, por otra parte, suele suceder en la mayoría de las familias españolas.

Las dos fotografías 'de pareja', las que muestran en solitario a los reyes Felipe y Letizia tienen también su miga y su lógica, menos amartelada. Es cierto: los monarcas no se miran en ningún momento, aunque no les falta el contacto físico que les subraya como equipo. Conocemos lo que esto significa para cualquier interpretación simbólica: aquí ya no hay romanticismo pero sí misión, cariño y apoyo. Tras veinte años de casados y mil vicisitudes, ¿alguien puede reprochar esa onda de mejores amigos a un matrimonio con su mochila?