El príncipe Guillermo de Inglaterra. / /
Guillermo de Inglaterra ha viajado a Nueva York con motivo de la octava Sesión General de la Asamblea de la ONU y la New York Climate Week. El príncipe de Gales ha acudido también a la Cumbre de Innovación del Premio Earthshot, cuya finalidad es frenar el cambio climático antes del 2030. De esta manera el príncipe de Gales ha querido mostrar su compromiso con causas que también apoya su mujer, Kate Middleton .
La figura de la princesa de Gales es tan fuerte a nivel mediático que en muchas ocasiones eclipta a su marido, el príncipe Guillermo, que ha tenido ocasión en estas 48 horas en la Ciudad que Nunca Duerme de demostrar una cercanía y una simpatía que no parece suscitar en la actualidad su hermano menor Harry , que vive en la costa Oeste rodeado de polémicas y controversias, de las que también es protagonista su mujer, Meghan Markle .
Ahora que se apagan los ecos mediáticos de la presencia del príncipe Harry y Meghan Markle en los Invictus Games, creados por el duque de Sussex para dar visibilidad y apoyo a los veteranos de guerra y a los heridos en distintos conflictos bélicos, ha vuelto al primer término el príncipe Guillermo, que llegó el día 18 al aeropuerto de Newark en Nueva Jersey.
Se le vió especialmente simpático al príncipe de Gales mientras recorría Governors Island, repartiendo saludos y sonrisas a diestro y siniestro. Allí conoció el Billion Oysters Project, de marcado carácter ecologista, pues busca recuperar los arrecifes de ostras del puerto de Nueva York con la inestimable ayuda de estudiantes y voluntarios, que suplen la carencia de fondos públicos con su desinteresado trabajo.
Su anfitrión en esta ocasión fue Pete Malinowski, cofundador y director ejecutivo de esta iniciativa, y los voluntarios (son 11.000 en su totalidad), que estaban encantados con sus preguntas. El príncipe Guillermo se sumergió en las aguas del Hudson, con el preceptivo chaleco salvavidas y guantes de protección para conocer de primera mano el proceso de recuperación de los arrecifes.
Ya vestido de traje y con la imagen a la que nos tiene acostumbrados, el príncipe de Gales acudió a la residencia del Cónsul General de Nueva York donde conoció a Guillermo Lasso Mendoza, presidente de Ecuador. La anécdota de esa visita fue que en una de las paredes de la sala donde tuvo lugar el encuentro cuelga el célebre retrato que Andy Warhol realizó de su abuela, la reina Isabel II en 1985, basándose en uno de sus retratos del Jubileo de Plata, que se había celebrado en 1977.
Otro de los momentos clave de la agenda del príncipe de Gales en Nueva York fue la ceremonia en la que revelaron los 15 finalistas del Premio Earthshot, que se entregará en Singapur el próximo 7 de noviembre y a la que tiene previsto asistir. Son cinco las personas que serán reconocidas ese día por su dedicación al medio ambiente. Es importante destacar que se otorgó por primera vez en 2021 y fueron creados dentro del marco de The Royal Foundation, organización benéfica del príncipe Guillermo y Kate Middleton.
En este acto fueron muy significativas sus palabras para explicar la relevancia de este anuncio: «Me alegro de estar de vuelta en Estados Unidos. Nadie es tan optimista e ingenioso como el pueblo estadounidense. Por eso es justo que desvelemos los finalistas de Earthshot de este año en Nueva York. Hace muchos años el mundo se reunió en esta gran ciudad para encontrar una nueva manera, a través de la ONU, de resolver nuestros retos comunes. Sé que nuestra generación puede tomar las medidas que necesitamos para que caminemos hacia un mundo sano y sostenible. El reto nos puede parecer enorme, pero como nos enseñó John Kennedy, aceptamos el reto no porque sea fácil sino porque es difícil y vital«
Ya en la sede de la ONU, una imagen especialmente relevante en términos institucionales fue la de su encuentro con el secretario general, Antonio Guterres. Con él departió sobre el cambio climático y las propuestas y soluciones que han propuesto los finalistas de los mencionados premios. Para el recuerdo también quedarán sus imágenes corriendo por Central Park y un detalle importante, voló en un vuelo comercial y no en uno privado como suele ser habitual. No había vuelto a Nueva York desde 2014 (el año pasado estuvo en Boston) y su visita ha sido todo un éxito en términos de imagen.