Meghan Markle y el príncipe Enrique, duques de Sussex /
Antes de que llegue a las librerías el libro confesional de Enrique de Sussex , Netflix apuesta por proporcionar a Carlos III y el resto de sus afines un «ataquito» al corazón emitiendo los primeros tres episodios de «Harry y Meghan», la docuserie en la que los duques de Sussex hablan de su noviazgo y, por supuesto, de la familia real británica. ¿Pero de qué va en realidad esta irrupción de los royals descontentos en la plataforma de streaming?
En primer lugar, de dinero. Cuando los duques de Sussex, con Meghan Markle a la cabeza, decidieron despedirse de Buckingham también se despidieron de su sueldo a costa de las cuentas de la corona británica. Nada más desembarcar en Estados Unidos se rumoreó que se embolsaron 20 millones de dólares hablando con Oprah, pero vendrían muchos más después.
Se supone que sólo por los seis episodios de «Harry y Meghan» en los que la pareja llora, hablan del «juego sucio» monárquico, se comparan con Diana de Gales y hacen a sus amigos íntimos confirmar sus palabras ante las cámaras, los duques de Sussex se han embolsado ya veinte millones de dólares.
La emisión de la serie justo en este momento demuestra una estrategia publicitaria de primer nivel. Precisamente ahora que los medios británicos estaban calificando de «gira triunfal» la reciente visita de los príncipes de Gales a Estados Unidos, los duques de Sussex recuperan de nuevo el foco de la atención mediática.
Y es que de esa atención dependen sus millonarios ingresos: el dinero que recibe Meghan Markle por su podcast en Spotify; los 45 millones que ha ingresado Enrique de Sussex por comprometerse a escribir tres libros con Penguin Random House o las ventas del café sostenible Clevr Blends apadrinado por la inversión de la duquesa de Sussex.
Todas las fuentes de ingresos de la pareja están vinculadas al ruido mediático que generan y el contenido de los seis episodios de «Harry y Meghan» parece diseñado para centrar el debate en las iniciativas que les suponen mayores ingresos a los Sussex.
Vídeo. Enrique de Sussex, el verdadero heredero de Diana de Gales
Con los seis episodios de Netflix los Sussex blanquean una historia de amor que según la prensa sensacionalista americana y británica está en horas bajas. Expertos en la casa real como Tom Bower han asegurado que Meghan se está cansando de Harry y Harry de Meghan y les dan dos años más antes de firmar el divorcio. Incluso el In Touch alemán se atrevió a publicar que tras una sonora bronca Enrique tuvo que pasar la noche en un hotel porque Meghan Markle le echó de casa.
Pero con su serie los Sussex intentan algo más: por ejemplo convertirse descaradamente a los Sussex en los verdaderos herederos del legado de Diana de Gales (la figura de la familia real británica más popular en Estados Unidos) al tiempo que se auto confirman como adalides de la salud mental. No en vano el único oficio conocido del príncipe Enrique en EE.UU. es ser uno de los ejecutivos de la startup de coaching BetterUp.
Los dos trailers que ha emitido Netflix confirman las intenciones de los Sussex, que no son como afirman desde Reino Unido «destruir la monarquía», sino ganar dinero, presencia, buena imagen y hacer suyo el discurso que más financiación les va a reportar en un futuro la de su mujer convertida en una moderna Diana de Gales y la de él mismo salvándola de la prensa y del «juego sucio» de su propia familia. El espectáculo no ha hecho nada más que empezar.
.png){kind=small}
