Se conocieron en las Olimpiadas de Sidney en un bar de la ciudad /
Tras las fotografías publicadas del viaje del príncipe Federico de Dinamarca con la aristócrata mexicana Genoveva Casanov a, la relación de su alteza real con Mary Donaldson está en entredicho. Durante los últimos días, se pudo observar la distancia entre ambos durante la visita de los reyes de España a Copenhague y el rostro serio de ella en mitad de todas las informaciones que han destapado el escándalo.
Casi 20 años de matrimonio que ahora están en el foco. Ella es original de Australia, en concreto de la isla de Tasmania. Licenciada en Derecho por la universidad de la isla, se trasladó tras graduarse a Melbourne. Durante estos años, ella visitó la ciudad de Sidney durante la celebración de las Olimpiadas en el año 2000. Él asistió el 16 de septiembre a la apertura del evento deportivo y tras ello, se dirigió a un bar de la ciudad junto al entonces príncipe Felipe de Asturias , su hermano el príncipe Joaquín, la princesa Maria Luisa de Noruega y su primo, el príncipe Nicolás. Allí conoció al heredero al trono y fue todo un flechazo.
«La primera vez que nos vimos, nos dimos la mano«, dijo según recoge la revista People . »No sabía que era el príncipe de Dinamarca«. Se intercambiaron los teléfonos y él llamó al día siguiente. Él regresó a Copenhague y ella siguió con su vida. Pendientes el uno del otro comenzaron a intercambiarse llamadas y cartas que les mantuvo en contacto mientras él viajaba a visitarla de forma discreta.
En diciembre de 2001, ella viajó hasta Dinamarca tras la publicación por la prensa del país que Federico tenía una novia australiana. Allí se establecieron y dieron seriedad a lo que para ya entonces era una relación consolidada.
Dos años más tarde, en 2003, la reina Margarita II dio el consentimiento para que contrajeran matrimonio. La pedida fue en Roma con un anillo de diamantes y rubíes que simulaba la bandera danesa. La boda se celebró el 14 de mayo de 2002 en la catedral de Copenhague. Por aquel entonces era todo felicidad y alegría, hasta el punto en el que él se emocionó al ver llegar a la que sería su esposa al altar.
Para ser la futura mujer del heredero al trono, Mary tuvo que aprender danés, renunciar a la nacionalidad australiana y convertirse a la fe luterana. «La alegría y la fuerza que me das es como el sol durante el día, que con su resplandor disipa todas las dudas y tinieblas de la tierra», dijo el príncipe durante su discurso.
Fruto de su unión nacieron sus cuatro hijos: Christian, Isabella, y los mellizos Vincent y Josephine. El mayor, Christian , será el futuro heredero al trono quién sucederá a su padre y a su abuela. Residen en el Palacio de Federico VIII y entre sus aficiones se encuentran el running o la cacería que comparten con el resto de la familia real danesa.
Mary ha sido la mujer perfecta para conseguir el cariño de todo el pueblo danés. Su implicación en diversas causas sociales como la lucha contra la obesidad o el bullying y su gran apuesta por la moda local le han llevado a conseguir el cariño de todo el mundo, incluido el de su suegra y cuñados.
El próximo mes de mayo cumplen 20 años de casados tras la polémica que involucra a Genoveva Casanova. Como detalle, Mary tuvo que firmar un acuerdo prematrimonial que, en caso de divorcio, no podría acceder a ningún bien material perteneciente de la casa real danesa.