El rey Juan Carlos e Iñaki Urdangarin se saludan en presencia de la infanta Cristina. /
Se recoloca la situación de los Urdangarin Borbón en todos los aspectos menos en la reanudación de relaciones entre los cónyuges divorciados, los que fueran duques de Palma, Iñaki y Cristina. La infanta no parece aún dispuesta a olvidar el sufrimiento vivido en su gran historia de amor, quizá sobre todo en un final más que abrupto, en el que unas fotografías robadas destaparon el romance paralelo de su entonces aún marido. Conocemos la historia, pero ni por asomo toda.
En los últimos tiempos, el foco de atención en lo que a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se refiere ha sido la relación del padre con sus cuatro hijos y, sobre todo, la nueva relación de este con Ainhoa Armentia, la tercera en discordia. Su complicado encaje en la vida afectiva de Juan Valentín, Pablo, Miguel e Irene sigue siendo un reto y sus encuentros o la ausencia de ellos sigue siendo de interés.
Donde no se ha apuntado, quizá porque escudriñar allí cualquier indicio es complicado, es al cariz que hoy tiene la relación del clan Urdangarin con la familia real. Difícil constatar si Iñaki mantiene algún tipo de contacto con su familia política. Sin embargo, la infanta Cristina se ha reconciliado con su hermano pequeño, el rey Felipe, y sus hijos Miguel e Irene han vivido en Zarzuela cuando lo han necesitado. En realidad, todos parecen más que cómodos en el contexto Borbón al que pertenecen.
Desde que se hiciera pública la investigación de Iñaki Urdangarin con respecto al caso de corrupción bautizado Nóos, el balonmanista olímpico perdió toda relación con la familia real. Se cortaron inmediatamente todos los lazos e incluso se le recomendó a la infanta Cristina que solicitara el divorcio para que el escándalo no afectara a la institución. Como sabemos, no fue así y esta se mantuvo al lado del ex deportista durante toda su condena.
La lealtad de la infanta Cristina no debió ser suficiente para sostener una relación afectada inevitablemente por el paso de Iñaki Urdangarin por la cárcel. Pocos matrimonios hubieran superado el daño producido por un escándalo público de aquel tamaño, y complicado además por su conexión con la Corona. El divorcio, de hecho, fue también objeto de un proceso largo, larguísimo, en el que se requirió la intervención del rey Juan Carlos. Y aquí viene lo interesante.
Se ha sabido en estos días que el monarca emérito no acudirá a Sanxenxo para participar en la VII Liga Española de 6 metros, tal y como estaba previsto. De hecho, El Cierre Digital ha desvelado que el padre del rey Felipe VI ni siquiera estará en Abu Dabi en esos días, sino en Ginebra, donde tiene programadas varias citas médicas. En los últimos meses, el rey Juan Carlos ha ido empeorando en su movilidad y continúa su búsqueda activa de soluciones.
El rey emérito Juan Carlos e Iñaki Urdangarin, en los veranos felices de Palma de Mallorca. /
Con todo, los más sorprendente de las revelaciones de este digital no tienen que ver con la agenda médica del rey Juan Carlos, sino con su agenda social allí. Siempre según este medio de comunicación, el emérito tiene previsto encontrarse en la capital de la banca europea con Iñaki Urdangarin, con el objetivo de 'estrechar lazos' con el que fue su yerno. La noticia es sorprendente, y confirma que los acontecimientos más sustanciales de la relación familiar de los Borbón ocurren, paradójicamente, en Suiza.
¿Realmente existe una amistad entre Iñaki Urdangarin y el rey emérito Juan Carlos? ¿Qué debe pensar la infanta Cristina de ello, si conoce estas reuniones en el extranjero? ¿Hablamos de amistad, o acaso existen cabos sueltos en la ruptura de olímpico y Cristina de Borbón que competen al cabeza de familia? En fin: son muchas las dudas al respecto de estos encuentros, dudas que probablemente jamás se resuelvan para el público.
Con todo, no es este el único episodio extraño que atañe a la interminable ruptura entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Lo ha descubierto 'Monarquía Confidencial': Zarzuela no recoge en su website el divorcio de los ex duques de Palma, a diferencia de lo que ocurre con la infanta Elena y Jaime de Marichalar. No se puede decir que sea un acontecimiento reciente: se firmó en diciembre de 2023.