LA ENTREVISTA DEL AÑO
LA ENTREVISTA DEL AÑO
Si hay un miembro de la familia Borbón que es defendido, reivindicado y protegido una y otra vez por su círculo íntimo de familiares y amigos ese es Felipe Juan Froilán (26 años). De hecho, así debe entenderse la medida drástica adoptada por la infanta Elena al exigirle que saliera de España en dirección a Abu Dabi, donde el joven tuvo que comenzar una nueva vida. Le protegía de sí mismo y de su afición a alargar las noches más de lo debido. Algo que, también es cierto, le hizo inmediatamente de lo más simpático.
En cuestión de 24 meses, tanto Froilán como Victoria Federica parecen absolutamente reformados. De las fiestas del joven ya no se sabe nada, ni siquiera cuando viaja a Madrid. Vic ha confesado en una entrevista de pago, un podcast difundido por una marca, que no bebe, dejó de fumar y ahora «rezar y estar en misa» es su «momento de paz de la semana». La infanta Elena tiene que de estar contenta, aunque la falta de información fidedigna al respecto de la actividad de su hijo en Abu Dabi desate todo tipo de rumores.
Si hay quien publica que Froilán ni estudia ni trabaja, a los pocos días se difunde que tiene empleo, estudia un máster y comparte piso en Abu Dabi. No hay pruebas ni de lo uno ni de lo otro, solo de los esfuerzos que se realizan para que la imagen del joven sea intachable. Aunque, digámoslo, parece difícil que los contactos al más alto nivel del rey Juan Carlos no logren emplear al nieto real favorito de casi todos. Hasta Victoria Federica se deshace en halagos para su hermano mayor, al que recientemente caracterizó como «nada liante».
Ante las preguntas de sus entrevistadores y clientes de la marca Nude Project, evidentemente intrigados por la personalidad y el estilo de vida de Felipe Juan Froilán, Victoria Federica aseguró que su hermano era «una persona súper normal. Un tío de diez que, si le conoces…». Y siguió: «Es como me pasa a mí, la gente lee cosas en sitios que no son verdad y se construye la imagen de liante, pero te juro que no es nada así».
El tiento y mimo con el que se rodea la figura de Froilán hace sospechar que el hijo mayor de la infanta Elena no está tan encauzado como se pretendía o que, pese a la distancia que le separa de Madrid, se teme una recaída. Puede que el hijo mayor de la infanta Elena no encuentre su sitio fuera de España, algo por otra parte absolutamente comprensible. Y un desajuste vital que probablemente comparte con su abuelo, el rey emérito Juan Carlos.
Si la estancia de Froilán en Abu Dabi está cogida con pinzas, comprensible que la infanta Elena reciba con cierta inquietud las noticias que se relacionan con su hijo mayor. Sobre todo si tienen que ver con los medios de comunicación, un negocio en el que su hija ya se desenvuelve como pez en el agua. ¿Le gustaría que su primogénito encontrara también su camino en el mundo de la imagen y la comunicación? Intuimos que no.
La infanta Elena y sus hijos, Victoria Federica y Froilán, en la boda del alcalde de Madrid, el pasado abril. /
Sabemos que la infanta Elena se resistió bastante a aceptar que Victoria Federica trabajara de influencer, primero, y como concursante de televisión, después. Sin embargo, de sus dos hijos siempre fue Froilán el que mostró más carisma y desenvoltura como para triunfar en los medios. Cuenta, además, con la simpatía de una gran mayoría del público, que ven en él un heredero cierto de la campechanía que siempre distinguió a su abuelo, el rey emérito Juan Carlos.
Si debía presentarse la ocasión propicia para que Froilán saltara al ruedo de la televisión, no puede ser más perfecta que la que se le ha cursado esta misma semana. Seguro que, en privado, su hermana le ha extendido la invitación de su principal valedor en la tele. Nos referimos a Pablo Motos, productor de El Desafío y director de El Hormiguero, donde Victoria Federica concedió su primera entrevista.
No viene de Motos, sin embargo, la irresistible proposición que a Froilán le va a costar rechazar. Procede de su competencia directa: de David Broncano, director del programa de Televisión española La Revuelta. Un espacio de humor que, sin duda, se alinea mucho más con la personalidad del hijo mayor de la infanta Elena. Seguro que no se lo pierde desde Abu Dabi. «Froilán», reclamó David Broncano. «Siempre he dicho que es mi invitado favorito. Que venga algún día. Pero, claro, tiene mucho lío. Está por ahí, en Arabia».
¿Sería capaz Froilán de acudir a la televisión pública, la de todos los españoles, a divertirse a La Revuelta? Si nos atenemos a lo que sucedió en su primera y, hasta ahora, única entrevista que ha concedido a televisión, algo puede convencerle, más allá del carisma y simpatía de David Broncano: una causa que le importe. Así sucedió en 2016, con 18 años recién cumplidos, cuando accedió a ser entrevistado en Espejo público para defender la fiesta de los toros.