Así se convirtió la infanta Pilar en la mayor defensora de Letizia: «Es mucho mejor y más lista que Diana de Gales»

El destino quiso que la hermana mayor del rey Juan Carlos falleciera el mismo día del cumpleaños del emérito hace ya cinco años. Su muerte, a los 83 años, víctima de un cáncer, supuso el fin de una etapa para la historia de nuestra familia real y de la propia reina Letizia.

La evolución de la relación de Doña Pi, como se referían a ella los medios, con la actual reina consorte de España comenzó fría, pero acabó en buena sintonía. Quizá en algún punto de esta historia, tras el shock inicial de conocer el romance de su sobrino con una «periodista» , la infanta más veterana de España decidió hacer repaso de su propia vida y descubrió que le unían más cosas a esa joven «presentadora» de telediario de lo que pudo apreciar a primera vista.

Por ejemplo, como le sucedió a Letizia Ortiz al llegar a palacio, la propia infanta Pilar también se encontró desubicada en España durante un tiempo. Al fin al cabo no visitó el país en el que acabaría reinando su hermano hasta que no cumplió los 21 años y aquel estreno bajo la atenta mirada del ojo público, como le sucedió a Letizia, porque sucedió al asistir al entierro de su abuela materna, doña Luisa de Orleans.

También como Letizia Ortiz, doña Pilar de Borbón escogió a quien le dio la gana para casarse, en su caso Luis Gómez Acebo , hijo de un financiero del Banco Español de Crédito, a pesar de que su padre, don Juan de Borbón, pretendía para ella un matrimonio real con Balduino de Bélgica .

Pero como a la propia reina Letizia, si algo le sobraba a Pilar de Borbón era carácter y personalidad («de buena se ha librado España», solía contestar cuando le preguntaban qué habría pasado si ella hubiera sido la reina de España en vez de su hermano). Pero a pesar de estos puntos en común, la relación entre ambas mujeres tuvo que sufrir una larga evolución hasta la aceptación final.

Para Pilar de Borbón su sobrino Felipe era «un tío estupendo», pero su esposa… no tanto. Cuentan fuentes cercanas a la infanta, como el cronista Jaime Peñafiel, que entre la Letizia de los comienzos y la hermana mayor del rey Juan Carlos no había una gran química. Conseguir el entendimiento entre ambas surgió de los pequeños detalles.

En ese entendimiento jugó un papel crucial las visitas de Letizia al Rastrillo solidario que doña Pilar organizaba año tras año. Para la hermana mayor del emérito este tipo de iniciativas eran muy importantes, y que la nueva adquisición de la casa real cooperara con su presencia en hacerlo aún más popular, le supuso una grata sorpresa.

Con el tiempo las asperezas entre ambas mujeres se limaron hasta el punto de que doña Pilar se convirtió en ocasiones en la mayor defensora pública de Letizia. Lo demostró, por ejemplo, en 2010, cuando en la prensa italiana aparecieron una serie de artículos en los que se hablaba de la princesa de Asturias como la nueva Lay Di por su gesto serio y triste en público, su «afán de protagonismo» y su delgadez.

La infanta Pilar salió al quite de semejante comparación dejando las cosas claras: «Letizia es mucho mejor y más lista que Diana de Gales». Y sobre su físico, no admitía ni media insinuación: «Tiene un fachón, es una monada», aseguraba.

Tampoco le gustó que hicieran una serie de televisión en aquella época en la que se intentaba recrear cómo había sido el romance entre su sobrino y Letizia . El retrato de la pareja le pareció «un horror» que se parecía a la realidad «como un huevo a una castaña».

La loas a Letizia culminaron con una entrevista en Vanity Fair donde Pilar de Borbón valoraba el gran esfuerzo que había realizado la reina para poder amoldarse a su papel de reina. Su conclusión: Letizia «es colosal. A mí me lo parece».

¿Y qué pensaba la reina de la hermana de su suegro? Obviamente, jamás se ha pronunciado al respecto, pero todos los medios siempre destacan un detalle: cuando en 2018 doña Pi amagó con hacerle una reverencia a Letizia en un acto oficial y esta la contuvo sujetándola los brazos. Quizá ambas mujeres no fueran mejores amigas, pero sin duda se respetaban.