SUBASTA ROYAL
SUBASTA ROYAL
Lujoso y grande, el coche Range Rover favorito de la reina Isabel II y su esposo Felipe de Edimburgo sale a la venta por una cifra astronómica. En concreto, 224.850 libras o, lo que es lo mismo, 263.476,16 €. Este vehículo ha sido durante años el preferido de la monarca y su consorte, ambos ya fallecidos, y prueba de ello es que lo utilizaban para acontecimientos de gran relevancia como fue la visita de Estado que Barack Obama y su esposa Michelle realizaron al Reino Unido en Inglaterra en 2016.
En uno de sus encuentros oficiales con la madre del actual rey y su marido, pudimos ver a los Obama a bordo de este ahora famoso vehículo Range Rover modelo SDV8 Autobiography LWB y que conducía, precisamente, el príncipe Felipe. Y es que el marido de la reina Isabel II siempre fue un gran aficionado a los automóviles de esta mítica marca británica, todo un icono para los aficionados al lujo y al motor.
Ahora, este histórico automóvil Range Rover que ya estuvo a la venta en 2019, vuelve a salir al mercado para satisfacción de coleccionistas y admiradores tanto de la firma británica como de la Corona. Y es que, como afirma Jack Morgan-Jones, director de ventas de la Bramley Motor Carl, la empresa responsable de su venta, se trata de un vehículo muy especial que mantiene el número de registro original, lo que confirma quienes fueron sus famosos y regios propietarios.
Ya se sabe que el príncipe de Edimburgo, esposo de Isabel II, era un gran aficionado a los coches en general. Y a los Range Rover en particular. Acostumbrado como estaba a conducir todo tipo de vehículos de alta gama, el padre del rey Carlos III adoraba los de esta histórica firma británica que es proveedora de vehículos a la Casa Real británica desde 1953. En aquel año, la familia real recibió de la histórica marca el modelo Land Rover Serie 1 y que se convirtió en compañero inseparable de Isabel II y su marido.
En 1978, una nueva joya en forma de coche se añadía al exclusivo parque automovilístico de la Familia Real. Se trataba de Land Rover Serie 3 que había sido personalizado con algunas curiosas modificaciones, como un sistema interior de luces tipo semáforo para indicarle al chofer desde la parte trasera del coche cuándo debía detenerse, aminorar la marcha o continuar con el trayecto tras una parada.
Pero si hay un momento especialmente histórico en la relación de Range Rover y la Familia Real inglesa fue en el año 2016 durante la celebración del 90 cumpleaños de la reina Isabel II en Windsor. Durante los fastos, pudimos ver al príncipe Felipe y a su esposa la reina moviéndose en un exclusivo Range Rover modelo State Review. Un vehículo híbrido y descapotable que la marca inglesa fabricó especialmente para tan importante ocasión.
La intensa relación entre l a marca Range Rover y la Casa real inglesa no siempre ha sido motivo de alegrías. En 2016 tuvo lugar un episodio que casi acaba en tragedia y en el que mucho tuvo que ver esta mítica casa de coches de alta gama.
Ocurrió que el duque de Edimburgo, como sabemos el mayor fan de estos coches entre los royals británicos, tuvo un aparatoso accidente mientras conducía su Range Rover a sus 97 años. Un siniestro del que salió ileso milagrosamente. O no tanto, ya que gracias a la fabulosa carrocería y robustez de su vehículo real el príncipe Felipe no tuvo que lamentar daños mayores.
Isabel II y Felipe de Edimburgo en uno de sus Range Rover. / /
Hoy, el vehículo que se ha puesto a la venta representa una rareza que potencia aún más su carácter exclusivo. Y es que el número de registro del vehículo se ha mantenido desde que sirvió a la Familia Real, por lo que quien sea su nuevo propietario podrá estar completamente seguro se quiénes fueron sus anteriores y regios propietarios.
Seguro que la venta será un éxito, como ya lo fue la subasta el año pasado de otro de los Range Rover de la reina ya fallecida, obteniendo la cifra récord de 155.443,36 euros. Y es que la exclusividad y su relación con la realeza son dos factores que añaden valor y excelencia a estos vehículos, verdaderas joyas para los amantes del motor más clásico y lujoso.
Además, este vehículo fue adaptado a las necesidades, y también caprichos, de Isabel II. No olvidemos que, según se ha comentado siempre, la reina nunca tuvo carnet de conducir pero siempre condujo tan tranquila sus regios Range Rover. Para satisfacer sus gustos, se hicieron algunas modificaciones en este automóvil ahora a la venta como la instalación de luces de emergencia en la parrilla delantera o de unos agarraderos para facilitar la entrada y salida del vehículo.
Y el interior de color crema y con detalles de madera oscura le confieren un aspecto lujoso, espacioso y muy elegante. El coche puede alcanzar los 250 km/h y tiene 29.000 kilómetros, 4.161 de los cuales corresponden a los paseos de sus antiguos e importantes dueños.