Lalla Khadija de Marruecos cumple 18 años: así va a revolucionar la joven princesa la corte de Mohamed VI

El pasado 28 de octubre el aeropuerto de Rabat era un hervidero de actividad. Funcionarios, periodistas y militares esperaban la llegada de la pareja presidencial francesa, Emmanuel y Brigitte Macron , en visita de Estado de tres días a Marruecos que simbolizaba el deshielo de las relaciones entre la Francia y el país donde reina Mohamed VI. La familia real al completo acompañó al soberano alauita en la ceremonia de bienvenida. Pero, dos pasos por detrás del monarca, una presencia femenina atrajo la atención de todos. La princesa Lalla Khadija, la hija menor del rey y su ex esposa, Lalla Salma, hacía su gran regreso a la agenda de la corte tras cinco años de misteriosa ausencia.

Con unos tacones de aguja, chaqueta entallada y pantalones pitillo, quedó a la vista de todos la metamorfosis de una Lalla Khadija que había cambiado mucho desde su primer acto en solitario, cuando inauguró el Parque Zoológico Nacional de Rabat en 2019. Ese mismo año se reunió con los reyes Felipe y Letizia antes de desaparecer por completo del ojo público.

Entonces, la primera dama francesa pareció impresionada por el nuevo aspecto y la decidida actitud de esta joven, a la que conoció por primera vez en junio de 2017, durante la primera visita de su marido a Marruecos. Lalla Khadija también asistió en el Palacio Real a la firma de acuerdos bilaterales entre las dos naciones. En la cena posterior, la vimos por primera vez con vestido de gala y luciendo las joyas de la corte.

Hoy la princesa cumple 18 años mientras termina sus estudios en el Colegio Real, institución dedicada a la educación de los miembros de la familia real marroquí, mientras su valor en la corte cotiza al alza. Tanto más si tenemos en cuenta que su hermano, el príncipe heredero Moulay el Hassan , ocupa un lugar cada vez más importante en la agenda de la corona.

La celebración de la mayoría de edad de la princesa traerá a su pueblo recuerdos del 28 de febrero de 2007, cuando el Ministerio de la Casa Real, Protocolo y Cancillería anunció el nacimiento de la hija del rey Mohamed VI. Con el significado de «la prematura» o la «recién nacida», Khadija es un nombre muy respetado en la cultura árabe y sinónimo de fortaleza, sabiduría y devoción. No en vano, Khadija fue la primera esposa del profeta Mahoma y la primera creyente del islam.

En la cultura marroquí, Khadija es el nombre más querido, por lo que no es de extrañar que se haya convertido en la nueva estrella y orgullo de la familia real. Desde su reciente reaparición, está claro que aquella adorable niña se ha convertido hoy en una destacada presencia, junto a sus tías paternas , las princesas Lalla Meryem, Lalla Hasna y Lalla Asma.

Los festejos por el cumpleaños de Lalla Khadija servirán para subrayar el creciente papel de la princesa como representante de los valores y tradiciones de la hermética monarquía alauita, tras unos discretos años de adolescencia, donde se mantuvo lejos de las exigencias del protocolo real.

No se prevén de todos modos unas grandes celebraciones debido al precario estado de salud del rey. Mohamed VI, que tiene 61 años, tuvo que ser intervenido de urgencia de su hombro izquierdo tras sufrir una caída el pasado 8 de diciembre y ha debido cancelar gran parte de su agenda. El monarca, al que se ha visto en varias ocasiones presentando un aspecto pálido y demacrado, ha suspendido su visita de Estado a Catar, donde tenía previsto reunirse con el jeque Tamim bin Hamad Al-Thani.

Este preocupante estado de salud del rey de Marruecos es otra de las razones por la que se espera que sus hijos den un paso al frente en los asuntos de la casa real. La joven ha demostrado ser una estudiante con talento e incluso llegó a representar obras de teatro en árabe, francés, español, inglés, ruso y chino para su ceremonia de graduación de 2017.

El momento de participar en su primera ceremonia oficial le llegó cuando tenía solo once años. Entonces, Lalla Khadija acompañó a su padre y a su hermano en un acto dirigido por el ministro de Educación, donde se habló de la escolarización y las reformas educativas en Marruecos.

La princesa está muy unida a su hermano, el príncipe heredero, y visita regularmente París, donde no es raro verla de compras junto a él y su padre. Bien documentadas han estado también sus lujosas vacaciones junto a su familia por todo el mundo. Aunque ha acompañado a su madre a ciudades como Nueva York o París, ambas tienen un destino favorito: Grecia. Allí alquilaron en 2019 un yate de lujo llamado Serenity, que cuesta unos 4 millones de euros por semana.