El retrato de los reyes Felipe y Letizia de Estela de Castro refleja toda la sofisticación histórica de los monarcas, sin dramatismos gracias a la luz natural. /
Era el giro que la proyección internacional de la reina Letizia reclamaba y que, ojalá, lleve a una actualización general de la comunicación que Zarzuela impone a la familia real española . Porque ninguna monarquía vive ya en la burbuja de sus límites geográficos, tiene sentido que sea Annie Leibovitz (74 años) la encargada de fotografiar los nuevos retratos oficiales de los reyes. No solo es la fotógrafa más cara, demandada y sofisticada del sector. En su momento, elevó la imagen de los Windsor a categoría de personajes globales. Justo lo que buscan los monarcas españoles.
Annie Leibovitz es, probablemente, la fotógrafa más copiada de los últimos 50 años. Suya es la última foto de Lennon y Yoko Ono , antes del asesinato del cantante: fue portada de 'The Rolling Stone', donde fue jefa de fotografía una década. Dicen que ahora, en calidad de fotógrafa estrella de la revista 'Vanity Fair', Annie Leibovitz gana alrededor de dos millones de dólares anuales.
De momento no sabemos demasiado del encargo que Casa Real ha realizado a la fotógrafa estadounidense, famosa por haber inmortalizado a todo Hollywood, por su relación sentimental con la añorada ensayista Susan Sontag y por convertir su estilo en la estética más deseada en el universo del lujo y las celebrities globales. Sus fotos son sofisticadas, con escenografías meticulosas y una iluminación altamente emocional, diseñada para conectar con lo más humano de los personajes.
Esa habilidosa y difícil mezcla de esteticismo altamente sofisticado y humanidad de alto voltaje emocional es lo que buscan las estrellas globales. También los monarcas sabedores de que necesitan trabajar su influencia bajo los parámetros del siglo XXI y no ya los del XIX. Cuando Isabel II se puso en manos de Annie Leibovitz en 2007 hubo quien puso el grito en el cielo y, de hecho, la misma soberana mostró su incomodidad ante las pretensiones de la fotógrafa. Esta le pidió que se quitara la corona para mostrarla en sus fotos como lo que era : una señora de cierta edad.
Un tráiler del documental de la BBC 'Un año con la reina' mostró a Isabel II caminando por un corredor mientras le decía a un ayudante: «No voy a cambiar nada. He tenido suficiente vistiéndome así, gracias a ti». La cadena británica se tuvo que disculpar por divulgarlo y hasta admitir que se trataba de una escena descartada sin relación con el trabajo de Leibovitz .
Contra todo pronóstico, Isabel II volvió a colocarse frente al objetivo de la fotógrafa estadounidense en 2016, con motivo de su 90 cumpleaños. Esta vez, Annie Leibovitz sí consiguió que se quitara la corona y posara como lo que era: una abuela rodeada de sus nietos. Pero, eso sí, sin renunciar a la pompa y circunstancia histórica que poseen las estancias del castillo de Windsor.
La mirada de Annie Leibovitz busca a la persona tras la corona, un desvelamiento que hoy interesa a los monarca que pretenden reconectar con la ciudadanía en base a vínculos añadidos a la autoridad, tradición y la historia o la seducción del lujo de la alta aristocracia. Vivimos en democracias altamente emocionales y las nuevas generaciones demandan esta entrega de afectividad, algo que sí han buscado algunos de los retratos y fotos que, hasta la fecha, han inmortalizado a los reyes Felipe y Letizia.
Dos fotógrafas españolas destacaron con sus retratos de la familia real, aunque por motivos diferentes. La más reputada es Cristina García Rodero, autora de las instantáneas que, en 2012, mostraron a los reyes Felipe y Letizia y a sus hijas como cualquier otra familia española. García Rodero es la primera persona de nacionalidad española que entró en la prestigiosa agencia de fotoperiodismo Magnum, allá por 2005.
Una de las tiernas fotografías de Cristina García Rodero. /
Las fotos de García Rodero, tomadas en el jardín de Zarzuela, conmemoraron el 40 cumpleaños de la reina y son la viva imagen de la ternura gracias a unos monarcas a los que se les cae la baba con Leonor y Sofía . Efectivamente, exudan humanidad, pero adolecen del componente sofisticado que hoy requiere cualquier institución que pretenda influir y perdurar en el contexto mediático global.
Los retratos tomados por Estela de Castro en 2020 suponen justamente lo contrario: aquí sí vemos a los reyes fotografiados con toda la sofisticada pompa que se les supone y en las imponentes estancias del Palacio Real. De Castro, quizá para no sobrecargar la atmósfera, optó por trabajar con luz natural, esquivando un dramatismo que las fotografías de Leibovitz casi siempre destacan.
Otro de los retratos de Estela de Castro, este bajo un prisma mucho más aséptico. /
Solo son dos las fotos de Estela de Castro que muestran a los monarcas españoles en su contexto 'royal'. Las siete fotos restantes que completan la serie retratan a Felipe, Letizia, Leonor y Sofía sobre un fondo neutro, con una asepsia que remite más al mundo de la profesionalización laboral que al de la seducción visual.
No podemos esperar de Annie Leibovitz ni naturalidad ni asepsia y sí cierto estudio psicológico de los monarcas, realzado por una estética altamente sofisticada y seductora. Las fotos se tomarán en los próximos días y, probablemente, servirán para conmemorar los 20 años de matrimonio y la primera década en el trono de los reyes Felipe y Letizia, que se celebran en mayo y junio, respectivamente.
Los retratos se integrarán en la colección de Banco de España, donde ya cuelgan los de Juan Carlos y Sofía, Alfonso XIII, Alfonso XII, Carlos IV o Carlos III. ¿Annie Leibovitz al lado de Goya o Ribera? Sí.