tiembla, meghan markle Guerra de reinas en EE.UU.: la estrategia de Letizia para superar a Kate Middleton, Rania de Jordania y Máxima de Holanda en su viaje a Los Ángeles

Es el último viaje oficial del año de la reina Letizia , un desplazamiento de solo dos días que forma parte de su especial acompañamiento a la misión del Instituto Cervantes. La monarca suele inaugurar la reunión anual de directores de los distintos centros, que ya desde 2017, bajo la dirección de Juan Manuel Bonet, se proponía crecer en Estados Unidos como «un punto de irradiación del español». Cinco años después, la reina inaugura el Cervantes de Los Ángeles.

No es el primer Centro Cervantes que inaugura Letizia , pues ya en diciembre de 2021 abrió el de Dakar (Senegal). Sin embargo, esta apertura tiene una significación especial, como casi todo lo que ocurre en territorio estadounidense. Aumentar la influencia allá es casi geopolítica, sobre todo ahora que el español se ha convertido en el idioma más hablado del país después del inglés: cuenta con más de 60 millones de hablantes.

Obviamente, la expectación que está levantando este viaje de Letizia, por lo demás un desplazamiento express en el que no se contempla ningún evento especialmente glamouroso, tiene todo que ver con Hollywood. No todos los días se ve a una verdadera reina por la meca del cine, aunque parece que la monarca no va a aprovecharse de este contexto para pasear ningún look de alta costura por una alfombra roja.

Es curioso cómo se ha intensificado la presencia de royals en territorio estadounidense, un país en el que los monarcas no cuentan con demasiada popularidad, pero que parecen pretender con más ímpetu que nunca. Es inevitable relacionar este interés por los Estados Unidos de Joe Biden con los movimientos de la geopolítica de los últimos meses, con nuevas configuraciones impuestas por la guerra y la crisis energética en las que todos los países tratan de tomar posiciones.

Uno de los estados más interesados en fortalecer las relaciones con Estados Unidos, sobre todo después de la complicada era Trump, es Reino Unido. Parece que tras el descalabro de Boris Johnson, el nuevo gobierno conservador puede haberse apoyado en la Corona para lograr el favor de la presidencia Biden. Qué mejor embajada que la de los príncipes de Gales, los intachables Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton , para conseguir la simpatía de sus viejos aliados.

El viaje de los príncipes de Gales a Estados Unidos, una declaración de amistad en toda regla en la que se esperaban estrechar lazos, o salió del todo bien debido a la insidiosa presencia de otra pareja de royals británica: los duques de Sussex. El príncipe Harry y Meghan Markle no pierden ocasión de desacreditar a los Windsor por tierra, mar y docuserie, aunque estos ponen de su parte para darle credibilidad a sus acusaciones, sobre todo a las de racismo.

Parece difícil que todo el glamour de Kate Middleton , sin duda superlativo, pueda hacer nada contra el estatus de víctima que Meghan Markle reclama sin cesar. De hecho, esta batalla hace que una se anule a la otra en su objetivo de conseguir la simbólica corona de reina oficiosa de Estados Unidos. Y deja una vía expedita para otras monarcas, que también frecuentan el país bajo otro tipo de relatos y narrativas.

Dos rivales mucho más series son Máxima de los Países Bajos y Rania de Jordania, ambas muy presentes cada año en la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra en Nueva York y que atrae todo tipo de eventos benéficos y solidaros paralelos. Aquí, Rania propone el perfil más tradicional: apoya sus causas de cabecera, pero su factor de seducción principal es la moda. Y un plus de accesibilidad mediática: ella sí se atreve a conceder entrevistas en televisión.

Máxima de los Países Bajos juega en otra liga, aunque sin descuidar el factor sorpresa de un armario sofisticado y colorista. Su nivel de implicación en la misión de la inclusión financiera de la ONU es sobresaliente y, de hecho, ejerce como asesora especial del Secretario General. Pero, además, este mismo año protagonizó su propia gira en solitario por Estados Unidos, un viaje de tres días que la llevó a San Francisco, Silicon Valley, Houston y Austin.

Países Bajos se vale de sus importantes lazos comerciales con Texas y California para poner una pica en Estados Unidos. De hecho, el argumento económico suele ser recurrente en los movimientos diplomáticos de la Corona holandesa. No es el caso de la española, que posee argumentos aún más contundentes que los comerciales para proponerse como aliado clave de América. De hecho, colocan a Letizia como la monarca mejor situada para 'reinar', siempre de manera simbólica.

La reina Letizia aterriza en Los Ángeles con unos números a su favor incontestables. En Estados Unidos, el español es, con mucha diferencia, el idioma más estudiado en todos los niveles de enseñanza. Casi el 94 % de los hablantes de español en Estados Unidos (38,9 millones) se definen étnicamente como hispanos. Y entre los empresarios estadounidenses, el español es el idioma extranjero más solicitado a sus trabajadores (85%), muy por delante del chino (34%), el francés (22%) y el alemán (17%).

Las perspectivas con aún más halagüeñas para la princesa Leonor, la próxima jefa de Estado y la que liderará un nuevo capítulo de la influencia hispana en EEUU. Estados Unidos será el segundo país hispanohablante del mundo en 2060, después de México. En esa fecha, el 27,5% de la población estadounidense será de origen hispano.

No es casualidad que el Instituto Cervantes de Los Ángeles aspire a ser «la casa de los hispanos y lo hispánico en California», tal y como recalcó Pedro Sánchez en su propia visita a California, en julio de 2021. Hablamos del estado con mayor número absoluto de hispanos: más de 15 millones. El reto está incluir a toda esa población hispanohablante pero procedente de culturas muy distintas. Un reto que, seguramente, atañe también a la reina Letizia y, mucho más, a la princesa Leonor.