La reina Letizia con su suegra y su hija pequeña, Sofía, en su visita noctura al mercadillo del paseo de la Sagrera, en Palma de Mallorca. /
Cada año, la reina Letizia nos sorprende con alguna actividad inesperada en su agenda de trabajo en Palma de Mallorca . Si hubo un momento en el que se le echó en cara que no ayudara a promocionar la isla, al menos no como han hecho otros miembros de la familia real, aquello pasó a la historia. La monarca ha sabido darle la vuelta a la situación para visibilizar las bondades baleares, a su manera. Puede que no la veamos en restaurantes de lujo y veleros, pero sí en festivales de cine y, sobre todo, mercadillos.
Imposible decir si la reina Letizia pasea por los mercadillos por iniciativa propia o inspirada por la reina emérita Sofía , la gran experta y aficionada a los mercados de la familia. Sea como fuere, la oportunidad de resaltar el comercio popular y artesanal parece una actividad cien por cien Letizia, siempre tan proclive a apoyar espacios accesibles a todo tipo de público. En Palma de Mallorca no ha hecho una excepción.
Pese a lo que pueda parecer, el despliegue que requiere la reina y sus acompañantes para darse un paseo por cualquier mercadillo no es nada escandaloso. De hecho, ni la reina Letizia ni la reina emérita Sofía suelen avisar a ninguna autoridad de su presencia. Acompañadas de la princesa Leonor y la infanta Sofía, se mezclan entre los visitantes mientras su escolta, discretísima vigila.
En sus últimas salidas, siempre acompañadas por las hijas de Letizia , las monarcas no han tenido ningún inconveniente en pararse con quien se lo solicitaba para sacarse fotos. Cosa que les sucede continuamente, tanto en los puestos donde van parándose, como en las tiendas en las que han entrado para curiosear, casi siempre dedicadas a productos locales.
Una de las visitas más sorprendentes fue la que el año pasado llevó a la reina Letizia, la reina emérita Sofía, la princesa Leonor y la infanta Sofía al mercadillo artesanal del paseo de Sagrera, en el paseo marítimo de Palma de Mallorca. Es de lo más común en los veraneantes de nuestras costas terminar una cena de verano con un paso por cualquier mercadillo, pero nadie imaginaba que las monarcas accedieran a una visita nocturna.
Como estas visitas a los mercadillos no son de incógnito, casi siempre podemos saber por qué objetos se interesan Letizia y sus hijas , incluso qué artículos se compran. En el mercadillo artesanal del paseo de Sagrera, las tres se detuvieron en un puesto de jabones y cremas naturales y se unieron a la reina Sofía en su conocida afición a las joyas y complementos. No suele dejar un mercadillo sin haberse comprado alguna pieza de bisutería o un pañuelo.
Además de este céntrico mercadillo de Palma, existen otros destinos en los que las mujeres de la familia real han comprado caprichos y regalos. No podemos dejar de subrayar y recomendar el mercado callejero de Pollença, que la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía , visitaron junto a la reina emérita Sofía en el verano de 2019. Fue durante las fiestas patronales, así que el mercadillo estaba a tope de visitantes y de puestos.
En esta ocasión, la reina Letizia y sus hijas lideraron la inspección de los puestos, porque el grupo de 'royals' se detuvo sobre todo para ver más de cerca diseños de ropa. Este rastrillo no solo reúne a artesanos de joyería y complementos, sino también de productos tradicionales mallorquines, calzado y artesanía. Es uno de los más populares de la isla, con alrededor de 300 puntos de venta. Una locura y una delicia para las aficionadas a los mercadillos.
La reina emérita Sofía y la princesa Leonor, fotografiadas en una tienda de Polleça en el verano de 2019, cuando visitaron el mercadillo de la ciudad mallorquina. /
En aquella ocasión, las crónicas dejaron constancia de que la princesa Leonor se interesaba por unas faldas reversibles, con un bonito estampado de flores. En este 'print' coincide con su abuela Sofía, más que aficionada al estampado floral. Al final no se la compraron, pero sí se llevaron a palacio varios pares de alpargatas de esparto y dos camisetas de algodón para la princesa Leonor y la infanta Sofía. Todas aprovecharon, además, para entrar en distintos comercios de ropa y decoración de Pollença.
En el verano de 2018, el mercadillo que las reinas Letizia y Sofía eligieron visitar fue tanto o ma´s sorprendente que el año pasado. Eligieron un mercado de abastos, el mercado del Olivar, para darse un paseo entre puestos de fruta, carnes y pescado. Se detuvieron sobre todo en estos últimos, para intercambiar impresiones sobre los distintos tipos de pescados y su calidad. De hecho, las monarcas y Leonor y Sofía charlaron con los dependientes, mientras la reina Sofía aplacaba su calor con un divertido ventilador portátil.
En aquella ocasión, Leonor y Sofía no se llevaron una bolsa de pescado a palacio, pues no son las monarcas las encargadas de abastecer la despensa real. Sin embargo, sí compraron algo: dos boletos de lotería. Otra compra de lo más popular. La reina emérita no le hace ascos a estos mercadillos baratos, aunque ella se escapa cada vez que puede al lujoso mercado Sunset, en Puerto Portals. Sus puestos son bastante más caros y elitistas.
Se trata de un mercadillo que se celebra dos veces a la semana, miércoles y jueves este año, a partir de las 18 horas. Cuenta con veinte puestos de diseño, moda, complementos o decoración y, además, organiza actuaciones musicales en directo y actividades de animación infantil. Nada que ver con el mercadillo que visitaron la reina Sofía y la infanta Elena en 2014: el mercadillo de Artà, centrado en productos de alimentación y rehabilitado en 2019.