La infanta Pilar, en una imagen de 1968. / getty

ENTREVISTA

Luis de Lezama: «Ver arrodillada a la reina Sofía junto a la cama de la infanta Pilar es una imagen imborrable»

El cura Lezama, como se le conoce popularmente, es íntimo de la familia Gómez-Acebo y Borbón y estableció sinergias de trabajo con Nuevo Futuro, el proyecto social de la hermana del rey Juan Carlos.

La vida de Luis de Lezama Barañano daría para varias novelas o distintos volúmenes de memorias. A sus 86 años, el sacerdote, periodista y empresario ya se ha puesto manos a la obra, como nos cuenta en conversación telefónica. Las suyas se van a titular 'El capital humano' y las publicará la editorial Almazara. Un título que será un éxito editorial porque su vida ha sido apasionante, aunque con modestia nos dice que la suya es «la trayectoria de un viejo».

Licenciado en Periodismo en la Complutense allá por el 76, diplomado en Dirección y Planificación por la Escuela de Hostelería de Lausanne (sí, la misma en la que se planteó estudiar Irene Urdangarin) y ganador de un Ondas, está en el primer plano de la crónica social estos días por su gran amistad con la familia Gómez-Acebo y Borbón.

Para el cura Lezama, como se le conoce popularmente, ha sido duro perder a Fernando y Juan Gómez Acebo, a quien bautizó y casó (también a su hijo, Nicolás). Guardaba un gran afecto por ellos: «Ha sido muy seguido y sus hermanos, además, han sufrido ahora la muerte de su tío, don Alejandro Fernández de Araoz, esposo de Isabel Gómez-Acebo, una mujer fuerte y una gran teóloga que nos está dejando un excelente testimonio escrito con su visión de la Iglesia», dice en alusión a la hija de los marqueses de Deleitosa, Jaime Gómez-Acebo e Isabel Duque de Estrada.

¿Cómo era su relación con la infanta Pilar?

Con doña Pilar tuve un trato muy cordial, muy amistoso, que nos llevó a tener muchas conversaciones, fruto de mi relación con don Juan, su padre. Fue en la época en la que se asomaba cada verano a Puerto Banús con El Giralda, -un yate motovelero que a su muerte en 1993 se cedió a la Armada-. Allí teníamos algún que otro encuentro en una época en la que acudir a Mau Mau de Pepe Lata Liste, -afirma en alusión a una mítica discoteca de Marbella- era una especie de aventura en la que convivimos con personas muy afectas a don Juan.

¿Qué destacaría de don Juan de Borbón, que sigue siendo un gran desconocido para mucha gente?

Don Juan fue un hombre sereno, constante en su labor y en su pensamiento como rey de España, que lo era, en el exilio. No dudó en sacrificar todas las aspiraciones personales y en tener una vida incómoda en aquellos momentos para constituir el hilo de la Casa Real dentro de la vida española y no dejar de ser el padre del futuro monarca. La austeridad de don Juan era manifiesta porque la carencia de medios en la Casa Real suponía que la situación fuera muy distinta a la que se vivió posteriormente.

Fue apoyado por el conde de los Gaitanes, el padre del actual Alfonso Ussía, que mantenía la Secretaría. Junto con algunos colaboradores, estaba siempre dispuesto a ayudar en Portugal y en sus incursiones en España, incluso en Madrid, en el Molino de la familia Rato en Carabaña -afirma a propósito de esta propiedad en la que se casaron Rodrigo Rato y su segunda mujer, Alicia González-Era su lugar de acogida y refugio.

¿Fue la infanta Pilar con quien más relación tuvo de los tres hijos de don Juan de Borbón?

También tuve mucha relación con doña Margarita puesto que se casó con el hijo del doctor Zurita, una persona muy querida. Fue él quien introdujo en la Casa Real a su hijo Carlos, que hoy es el marido de doña Margarita.

Luis de Lezama, en una imagen corporativa. / grupo lezama

Siempre se ha dicho que la infanta Pilar era la más extrovertida y espontánea de la familia.

Así es. Doña Pilar manifestaba con mucha naturalidad su estado de ánimo, su expresión y, sobre todo, su espontaneidad de pensamiento ante los hechos que iban ocurriendo en la Historia de España. Participó muy activamente en la vida social, porque le gustaba presidir Nuevo Futuro, que había creado junto a Carmen Herrero Garralda, esa especie de centros sociales destinados a mantener la vida espontánea de muchos niños y niñas que habían sido fruto de matrimonios rotos y que necesitaban un trato diferenciado.

Creó los hogares del Nuevo Futuro con una serie de mujeres comprometidas y allí se gestaba la vida más natural de una serie de niños, que contaban con una especie de promotor o padrino que velaba por ellos en esas casas. De esa situación salían niños y niñas que tenían que empezar a trabajar cuando alcanzaban la edad para ello. Nosotros los aceptamos en el Grupo Lezama. Algunos siguen vinculados al grupo y me llaman padre todavía. Es un orgullo y una satisfacción haber hecho una obra social que todavía continúa vigente.

Una brillante trayectoria empresarial en el mundo de la hostelería

Conviene recordar que Grupo Lezama vio la luz cuando Luis de Lezama abrió la Taberna de Alabardero en 1974, junto al Teatro Real en Madrid, para dar salida laboral a jóvenes con pocos recursos. En 1982 creó el Café de Oriente y este modelo de negocio fue creciendo hasta contar con establecimientos dentro y fuera de España, entre ellos la Taberna de Alabardero de Washington, muy cerca de la Casa Blanca. En la actualidad tienen en nómina a más de quinientos empleados. y continúan manteniendo esa esencia filántropa que también entronca con los valores que llevó por bandera la infanta Pilar.

Ahora es Simoneta Gómez-Acebo quien está al frente del Rastrillo Nuevo Futuro, ¿mantiene una relación estrecha con ella?

Simoneta es la continuadora de su madre. Tomó esa resolución con sus hermanos de ser protagonista y un poco la jefa de familia en esto. Mi relación con cada uno de ellos, Fernando y Juan, fallecidos prematuramente, y Bruno y Beltrán, siempre ha sido buena. También con los hijos de Simoneta. Se ha creado un vínculo familiar que permanece. La vinculación de los afectos familiares nos queda a los sacerdotes en esa pastoral que hacemos de la vida, en esa labor de acompañamiento de las personas, no tenemos otra. Es el amor de nuestra vida.

La infanta Pilar fue muy valiente mostrando su enfermedad.

Me tocó acompañarla hasta el final en aquella clínica, la Jiménez Díaz, en la que en un momento dado la reina Sofía y un servidor nos quedamos solos a su lado viéndola morir, justo cuando los hijos habían bajado a tomar un descanso. Nos tocó llamar diciendo 'Doña Pilar ha muerto'. Ver arrodillada a doña Sofía junto a la cama de doña Pilar es una imagen imborrable del afecto que se tenían mutuamente y de la confianza con la que ellas se hablaban.

La infanta Pilar y la reina Sofía estaban muy unidas. / gtres

Pese a estar muy enferma siguió trabajando en el Rastrillo Nuevo Futuro.

La infanta Pilar no abandonó sus responsabilidades, sino al contrario, las tomó en serio. Fue una persona tan comprometida con los demás, con los suyos y con la sociedad, que es ejemplar en ese sentido. El rey don Juan Carlos la quería, como era lógico, con un extremo afecto. Lo vi llorar delante de su hermana muerta, como es natural.

La misa celebrada en su casa es imborrable, viendo a los reyes doña Letizia y don Felipe a un lado, enfrente a sus padres, don Juan Carlos y doña Sofía, en un acto íntimo en el salón de aquella casa que ahora ostenta Álvaro Fúster y era la vivienda habitual de doña Pilar, donde reunía a sus hijos y a su familia. En las fiestas tradicionales le gustaba hacer sus comidas familiares, algunas de las cuales yo presencié. Esa es la historia de doña Pilar.

Una de las clientas de la Taberna de Alabardero de Washington fue Michelle Obama, ¿la llegó a conocer?

No estaba el día que fue al restaurante, pero cuando vino a Marbella nos visitó con sus amigas. Alabardero de Washington, que tiene 35 años de historia, sigue siendo un éxito porque día a día ves que entran y salen personajes históricos, de novela. Nunca pensé que la autobiografía de la señora Graham, la dueña del Washington Post, incluyera el restaurante, que fue su refugio en la etapa en la que no quiso reunirse con su staff -manifiesta a propósito de Katharine Graham, que fue dueña del rotativo hasta su muerte en 2001 e interpretada en el cine por Meryl Streep en la película 'The Post', dirigida por Steven Spielberg.

Allí conocí a Michel Camdessus, que fue presidente del Banco de Francia y del FMI, también a Enrique V. Iglesias, Secretario de las Cumbres Iberoamericanas, que durante tiempo fue el presidente del Banco Latinoamericano. Con sus 94 años todavía viaja entre España y Montevideo de manera habitual, es un mensajero de paz y, sobre todo, busca el entendimiento entre los pueblos latinoamericanos. Le admiro mucho. Por este restaurante han desfilado periodistas, presidentes, expresidentes de Gobierno y gente muy interesante, como Woody Allen, que es cliente nuestro. Un restaurante es una plataforma social envidiable para conocer a la gente.

La infanta Pilar realizó una gran labor al frente de Nuevo Futuro. / gtres

En diversas entrevistas ha manifestado su apoyo al Papa Francisco y su pontificado.

Para mí es imborrable cuando hace algo más de un mes pasé hora y media con Su Santidad en su apartamento privado. Me expresó un enorme conocimiento de cómo está la Iglesia española con nombres y detalles que me causaron impresión. Preguntaba por todos ellos, por el arzobispo Cobos, por el obispo Joseba de Bilbao, y sobre movimientos que están provocando una segmentación dentro de la vida parroquial. Además, destacó que nuestra labor es perdonar.

Subrayó que los sacerdotes están para perdonar, para ayudar a la gente, no para establecer el pensamiento ni hacer justicia. El sacerdote debe ser la mano extendida de la misericordia. No debemos dispersarnos en sectas, porque el demonio existe. Si existe el mal, existe el demonio y se manifiesta a través de la división de nuestra gente. Lo importante en una Iglesia es la comunión, la unión del pensamiento. La eucaristía es el símbolo externo de la comunión, pero lo que antecede es la unión. ¿Para qué sirve el sacramento si no? Para nada.

Como corresponsal de guerra, estuvo usted en la Guerra de los Seis Días en 1967, ¿cómo está viviendo la situación entre Israel y Palestina?

Es horrible. He recorrido esos lugares de Gaza, he visto aquellas trincheras y aquellos túneles en el Golán. Presencié la Guerra de los Seis Días. Me tocó como corresponsal de guerra trabajar en aquella situación extrema. Estuvimos constreñidos por Israel, que dominaba la situación, y por la presión de Siria. Recuerdo perfectamente aquellas aldeas. Un domingo por la mañana me hirió una bala de rebote y cambió mi vida. Aparecerá plasmado en mis memorias.

¿De cuál de sus logros se siente más orgulloso?

Del colegio de Santa María la Blanca, en Montecarmelo, en Madrid, que está abriendo sus puertas con 2.500 alumnos, está lleno a rebosar. El equipo de dirección es joven y pujante, desde el director, Carlos Amador, al capellán, Óscar, al que hace un rato hablaba para que me supla en un funeral. Es una maravilla ver cómo trabajan.

El proyecto EBI es un orgullo para España. Ha sido reconocido por la OCDE y se pone de manifiesto a través de Andreas Schleicher, director de informe PISA. Dice que es el método que necesitamos para mejorar nuestro sistema educativo, pero siempre, en casa del herrero, cuchillo de palo. A veces lo que tenemos cerca no lo ponemos en valor y nos vamos a Copenhague a ver qué dicen allí.