Cómo le afectó a Bertín Osborne la muerte de su madre: la herencia sentimental de la aristócrata María Teresa Osborne y Marenco

El cantante Bertín Osborne ha vivido unos meses muy difíciles. Además de algunos problemas de salud de los que ya parece estar recuperado, en los últimos tiempos ha tenido que hacer frente al revuelo mediático por su nueva paternidad con Gabriela Guillén . A esto hay que sumarle la muerte de su padre , Enrique Ortiz López-Valdemoro, que contaba 96 años de edad. Viudo de María Teresa Osborne y Marenco, madre del cantante, gozó de muy buena salud hasta casi el final, como desvelaba hace unos días su nieta, Eugenia Ortiz.

La figura de los padres de Bertín Osborne en los medios de comunicación era casi desconocida, porque siempre fueron muy discretos. No buscaron el primer plano mediático, como tampoco lo hicieron sus hermanas, María Teresa, Marta y María de la Luz, que cuidaron a su padre hasta el final y estaban también muy unidas a su madre.

Bertín Osborne ha dicho en diversas ocasiones lo duro que fue para él perder a su madre, más incluso que cuando murió su hijo Christian, con veinte días, fruto de su primer matrimonio con Sandra Domecq, fallecida en 2004 . Una manera de evidenciar lo importante que era para él la figura materna y cómo no ha logrado olvidarla.

María Teresa Osborne y Marenco murió a los 66 años en octubre de 1991. Hija de Juan Osborne y Vázquez y María Teresa Marenco de Figueroa, nació en 1924, y procedía de un linaje empresarial y aristocrático muy renombrado. Sus abuelos paternos eran Tomás Osborne Guezala, conde de Osborne, título que ostentó hasta su muerte en 1935, y Elisa Vázquez y García de Serna.

Precisamente el bisabuelo de Bertín Osborne fue el heredero de las conocidas bodegas Osborne, ubicadas en el Puerto de Santa María desde su fundación en 1772. Es en el cementerio de esta localidad gaditana donde descansan los restos mortales de María Teresa Osborne y Marenco, una mujer de singular belleza y elegancia.

La familia ostentaba una notable posición económica, no en vano la madre de Bertín Osborne también era descendiente de los creadores de la fábrica de cerveza Cruzcampo, que comenzó su andadura en Sevilla en 1904. Aun así, aunque el matrimonio llevaba un elevado nivel de vida, el cantante y presentador desveló que sus padres fueron austeros en cuanto al dinero que le daban para que se esforzase y lo valorase.

En estos días se está hablando mucho de la herencia del padre de Bertín , pero nada ha trascendido y se desconoce si ya en el momento de la muerte de su madre se procedió al reparto de su parte correspondiente. Sea como fuere, se atribuye al matrimonio fallecido un amplio patrimonio en bienes raíces y activos financieros.

De igual forma se descarta una posible lucha por la herencia, como ha ocurrido en otras familias aristocráticos, como ha sido el caso de los hijos de la duquesa de Medina Sidonia, contra su viuda, Liliane Dahlman , o el de la Casa de Alba, que tampoco fue fácil. Bertín Osborne y sus hermanas han mantenido siempre una excelente relación y todos ellos están muy bien situados.

Enrique y María Teresa, los padres de Bertín Osborne, se establecieron en Madrid después de su boda. Allí nacieron sus hijos, que siguieron caminos diferentes. El más popular, sin duda, Bertín, que dejó sus estudios de Ingeniería Agrónoma para dar el salto al mundo de la canción. Enfrentado a su padre en algunas etapas de su vida, particularmente en la juventud, recondujo su relación y en las pocas ocasiones en las que comparecieron juntos en público mostraron una enorme sintonía.