Guillermo y Máxima de Holanda no atraviesan por su mejor momento en su país por los escándalos que han propiciado en los últimos años. El último de ellos cuando tuvieron que pedir perdón a un periodista y a sus amigos por exceso de celo en la protección de su hija Amalia . Su equipo de seguridad descubrió que un coche seguía a la princesa y se emplearon a fondo para reducirlos e incluso, detenerlos.
Sea como fuere, Guillermo y Máxima de Holanda siguen con sus agendas habituales y capean el temporal una y otra vez. Eso sí, han jugado también la baza de la naturalidad de la reina, como quedó patente en las fotografías que se hicieron públicas del reciente 80 cumpleaños de la madre de la reina, María del Carmen Cerruti, en Buenos Aires. En ellas, vimos a Máxima más espontánea y divertida que nunca.
Menos publicidad se da a las millonarias amistades del matrimonio, que pasa largos periodos vacacionales en su mansión griega, vuelan en su lujoso 'Air Force One' y ahora tienen que convivir con un nuevo gobierno de extrema derecha que está poniendo en jaque algunos de los principios que se creían más asentados en el pequeño país del norte de Europa. De hecho, las ministras de Asilo y Cooperación para el Desarrollo han sido tildadas de racistas, y está por verse cómo evoluciona la relación del gobierno con la monarquía.
Cuando Máxima de Holanda emparentó con los Orange-Nassau, como informa el rotativo argentino La Nación, no renunció a sus amigas de toda la vida, Florencia Di Cocco, Samantha Deane, Valeria Delger y Tristana Macció, pero digamos que la distancia en cierta medida hizo el olvido. Y otras relaciones derivadas de su posición, se pusieron en primer término en su día a día.
De hecho, las holandesas Mariska Dietz y Janneke Dreesmann-Beerkens, dos millonarias casadas con amigos de Guillermo de Holanda, fueron cruciales para Máxima a su llegada a su país de adopción. Además, hay que tener en cuenta que la reina había rechazado anteriormente a otras novias del príncipe heredero . Estas amigas de nuevo cuño cumplieron tres labores esenciales con la entonces princesa, la ayudaron a conocer la cultura local, a mejorar el neerlandés, que ahora habla a la perfección, y a divertirse fuera de la agenda oficial.
El pasado 29 de septiembre, según publicaba la edición argentina de ¡Hola!, Máxima de Holanda viajó con las dos millonarias mencionadas y la argentina Samantha Deane a Saint-Tropez, uno de los enclaves más turísticos y emblemáticos de la Costa Azul, donde pasaron unas jornadas muy divertidas.
Otra figura clave en el entorno de Máxima de Holanda es la interiorista Mariska Dietz, hasta tal punto que la prensa de Holanda las ha bautizado como M&M. Es habitual que vayan de compras, viajen, acudan a exposiciones y fiestas. Su complicidad es absoluta. Otro detalle nada baladí es que comparten un estilo de vestir muy similar y les apasionan los turbantes , además de los colores llamativos y los complementos con personalidad.
Su amistad nació a través del rey Guillermo de Holanda con Theo Dietz, marido de Mariska. Se trata de un empresario textil con una fortuna que algunos calculan en torno a los 100 millones de euros. Es dueño de un campo de golf situado a unos 40 minutos de Amsterdam y tanto el rey como su amigo suelen pasar allí muy buenos ratos. Por cierto que Mariska es interiorista y fue la encargada de renovar las partes privadas del palacio de Huis Ten Bosch.
Otro de los grandes amigos del rey Guillermo de Holanda es Marc Dreesmann, inversor, dueño de una cadena de centros comerciales y miembro de una de las cinco familias más ricas del país. Su mujer, Janneke, es abogada, coleccionista de arte y filántropa. Además, pasan mucho tiempo juntos en la isla griega de Spetses, donde tienen propiedades muy cercanas (la mansión de los reyes de Holanda es impresionante). Los seis hijos del matrimonio mantienen una gran relación con las princesas Amalia, Alexia y Ariane.
20 de enero-18 de febrero
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