VÍCTIMA DE DISNEY Qué es el síndrome princesa que sufre Meghan Markle: la ilusión de ser una dama en apuros que ha hechizado al príncipe Harry

Los británicos tratan de explicarse cómo el príncipe Harry ha echado a su familia por la borda por el amor de una mujer. Esta teoría es convincente: Meghan Markle le hace sentirse un auténtico héroe.

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Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Efectivamente: el amor no es suficiente. No para echar por la borda a toda tu familia, que además resulta ser la depositaria de la jefatura del Estado y propietaria de una fortuna incalculable. La docuserie en la que Meghan Markle y Enrique de Inglaterra (más conocido como el príncipe Harry) cuentan su historia insiste en lo ya sabido: se fueron por violencia mediática y racismo. Pero ni por esas resulta comprensible el portazo del hijo pequeño del rey Carlos III. Aquí hay un misterio y la psicología intenta desvelarlo.

El primer impulso de solidaridad por la situación de Meghan Markle en lo más rancio del imperio británico es inevitable. Nadie puede justificar los comentarios racistas que relata y que, por descontado, justifican el enfado de los duques de Sussex . Sin embargo, no deja de ser ingenuo esperar que una institución tan añeja como la monarquía posea los mismos valores 'woke' que la generación millennial.

Sin duda, el príncipe Harry debió encontrar la manera de amortiguar el duro choque de realidad de la duquesa de Sussex, quizá incidiendo directamente en el contexto y liderando el cambio dentro de la corte de Buckingham Palace. ¿Acaso superados los treinta años aún, no poseía la madurez suficiente como para hacerlo?

Parece que, además, Harry se enfureció al ver cómo se filtraban todo tipo de informaciones interesadas y falsas a la prensa, convirtiendo a Meghan Markle en la nueva gallina de los huevos de oro para la industria del contenido 'royal'. Nada que no hubiera sufrido en su momento Kate Middleton, por cierto, aunque quizá con menor intensidad de agresividad.

Un retrato del príncipe Harry, en su función de benefactor de la Fundación Sentebale. / @SENTEBALE

¿Por qué el príncipe Harry no se refugió en la resignación, como sí hicieron los príncipes de Gales? Obviamente, monarquía Windsor también se beneficia de todo ese contenido basura para mantener la atención de la ciudadanía y, así, su poder simbólico. Ese es, de hecho, el gran precio que los miembros de las familias reales pagan por su privilegio: han de separar su persona del personaje e ignorar tanto los ataques como las alabanzas.

¿Cómo es posible que una situación perfectamente predecible se fuera tanto de las manos, hasta el punto de provocar la estampida de la pareja? Eso es lo que la prensa británica está planteando a los psicólogos, y algunos han puesto sobre la mesa una teoría bastante factible. Esta es la hipótesis: Meghan Markle sufre del síndrome princesa. Dicho de otra manera: la ex actriz se ve a sí misma como una princesa de cuento. Y existen pruebas.

Por qué Meghan Markle puede sufrir la ilusión de ser realmente una princesa en apuros

Meghan Markle comenzó el discurso que dio durante su banquete de bodas diciendo que estaba viviendo un «moderno cuento de hadas» . Ya lejos de Buckingham, en su polémica entrevista con Oprah Winfrey, se comparó a sí misma con otra princesa: Ariel, la protagonista de 'La sirenita' de Disney. «Ella también se enamora de un príncipe y pierde la voz», explicó. En la docuserie de Netflix, vuelve a compararse con otra princesa: el personaje que interpretó Anna Hathaway en 'Princesa por sorpresa'.

Meghan Markle, en una fotografía de promoción de su podcast, XXXX. / @ARCHEWELL

Sheri Jacobson, psicóloga británica consultada por 'The Telegraph', explica que el síndrome princesa lleva a quienes lo sufren a exhibir un comportamiento típico de los cuentos de hadas. «Se colocan en el epicentro de todo lo que sucede y se muestran tremendamente preocupados por las apariencias», explica. «De ahí el deseo de presentarse como protagonista de una gran historia de amor y de la familia perfecta».

«Junto a esta necesidad de perpetuar cierta narrativa de perfección, también insiste en presentarse como la perseguida: se victimiza para, de esa manera, poder ser rescatada por el héroe. Es un mecanismo muy previsible», continúa la psicóloga. «No dudo de que ella genuinamente cree que narra exactamente su experiencia, pero este deseo de perfección que contrasta tantísimo con la victimización es típico del síndrome de princesa».

Por qué la falta de autocrítica de Meghan Markle en su documental es típica del síndrome princesa

Casi toda la crítica ha subrayado la ausencia total de autocrítica de la duquesa de Sussex en su documental, algo muy típico de este síndrome. «No dudo de que haya sentido que se le imponían una serie de valores, no solo por parte de la familia real sino de todo el país», apunta la psicóloga Sheri Jacobson.

«La monarquía implica servicio y sacrificio, principios que confrontan con los valores de Meghan Markle. Lo que es interesante es que Markle piense que es la monarquía la que debe cambiar, no ella».

¿En qué lugar deja esto al príncipe Harry? El hijo menor de Diana Spencer y Carlos de Inglaterra sí manifiesta en la docuserie cierto arrepentimiento por algunas manifestaciones. Y suscita más empatía al aludir en más de una ocasión a su madre fallecida y compararla con Meghan Markle, con mucha añoranza. Jacobson apunta a que este anhelo de reconectar con Diana de Gales puede explicar su tan entregado enamoramiento.

«Harry compra todo el pack. Ha sufrido mucho, y en Meghan encuentra una manera de satisfacer su deseo de una familia perfecta. Para un hombre como él debe resultar irresistible la posibilidad de protagonizar un cuento de hadas con final feliz». Sobre todo si él, a la postre, salva a su enamorada. O, como sucedía en 'Pretty Woman', «ella le salva a él».

La psicóloga, en todo caso, apunta a una tercera posibilidad inquietante: ¿Y si aquí nadie salva a nadie, sino que se engañan a sí mismos en un delirio de dolor y de grandeza?