El príncipe Harry y Meghan Markle comenzaron su documental con todos los detalles de su historia de amor, pero han tardado cinco episodios en hablar con franqueza de las tremendas peleas de la familia real del Reino Unido. El duque de Sussex tuvo unas sonadas trifulcas con el príncipe Guillermo y Carlos III, que para Meghan es un señor encantador (como cuenta en su serie de Netflix).
Ya era sabido que el rey tenía unos prontos inexplicables, y que su hijo mayor tenía unos ataques de rabia en los que gritaba hasta a Diana de Gales. En esta nueva tanda de su documental Harry y Meghan el príncipe lo ha reconocido: «Mi hermano me gritaba, mi padre decía cosas que no eran ciertas».
¿El motivo? Su mujer. La pareja de 41 años atravesaba una crisis sin precedentes, porque los medios eran más directos y agresivos que la prensa tradicional. Como ya han comentado acerca del acoso que sufrieron, no era simplemente los críticos titulares de los tabloides o los innumerables comentarios racistas. Las redes sociales eran un enemigo inmenso e incontrolable; un juicio constante.
Meghan vivía dentro del objetivo de los paparazzi. Su agobio era tal que decidieron entrar en lo que se denominó Megxit (un juego de palabras como el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea). Llegaron a un punto irrevocable, y fue Isabel II la que se plantó. Organizó una reunión con Carlos, Guillermo y Harry.
Le ofrecieron varias opciones. Desde seguir completamente dentro de la casa Windsor a salir de manera abrupta. Él escogió una tercera opción intermedia, algo que nadie contemplaba. «Rápidamente, quedó claro que eso ni siquiera estaba en debate», recuerda frente a la cámara.
La respuesta de Carlos y Guillermo fue un estallido. «Fue horrible: mi hermano me gritaba, mi padre decía cosas que no eran ciertas y mi abuela estaba sentada en silencio, escuchando», rememora Harry. Lo que vivió en aquel momento marcó un antes y un después en su vida, pero al día siguiente llegó lo peor, según la revista Bunte .
Los periódicos titularon la noticia como «una triste pelea de hermanos» y contaron que Guillermo intimidó a los duques de Sussex. Desde la Casa Real se publicó una declaración conjunta de Harry y William para refutar el titular. La institución reaccionó con una rapidez que ofendió al hijo pequeño de Diana de Gales. Sentía que nadie movía un dedo por su mujer, pero su hermano era intocable.
«No podía creerlo, ni siquiera me pidieron permiso», asegura el príncipe en una crítica directa a su familia. «En cuatro horas estaban dispuestos a mentir para proteger a mi hermano. Pero nunca habían estado dispuestos a decir la verdad para protegernos durante tres años», prosigue.
Meghan se dio cuenta de que aquello solo era el principio. Entendieron que para que su familia viviera en armonía y para que sus hijos fueran felices tenían que dejar atrás el país de él y refugiarse en Estados Unidos. «No había otra opción», agrega el inglés
Su primera opción era irse a Canadá, pero la prensa se enteró y tuvieron que cambiar rápidamente, para seguir protegiéndose. «Nuestros planes, nuestras vidas, fueron literalmente arrancados de nuestras manos», explica.
A pesar de todo el sufrimiento que vivió el príncipe Harry y su esposa, él justifica el comportamiento general de sus allegados. «Hay que entender que, desde la perspectiva de la familia, las cosas se manejan de cierta manera concreta. Porque su mayor obligación es preservar la institución», defiende.
La gran diferencia entre los hijos de Carlos y Diana era que el mayor estaba satisfecho con la vida que le había tocado. Se encontraba inmenso en la institución, comprendía sus responsabilidades y no le tentaba la rebeldía. «Ese es su legado, está en su carne y sangre que es responsable de mantener la monarquía».
Meghan Markle lo comprende. También tuvo problemas con su padre, Thomas Markle y sus hermanastros, Samantha y Thomas Jr. El día de su boda solo la acompañó su madre, Doria Ragland. La fama había tensado sus relaciones y ni siquiera pudo invitar a la única que quería tener presente, su querida sobrina Ashleigh Hale.
Ese día tan señalado, por todos los inconvenientes, pudo acercarse al lado más agradable de su suegro. «El padre de Harry es tan encantador», cuenta en el documental. «Le dije que había perdido a mi padre», prosigue. Se refiere a simbólicamente, ya que cortaron la relación cuando su padre le traicionó; quiso vender unas fotos a los paparazzi. «Mi suegro era muy importante para mí, así que le pedí que me llevara al altar», anuncia.
Y así lo hizo. Quedó grabada la imagen de Meghan, vestida de blanco, al lado del rey Carlos. «El mundo estaba mirando», recuerda Harry, con nostalgia. En ese momento no les importaba nada. Ni los tabloides ni los gritos ni las mentiras. Meghan lo resume: «Harry y yo somos muy buenos para encontrarnos en el caos».
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?