Mette-Marit ha visto cómo en las últimas semanas su hijo Marius Borg le está complicando la existencia. /
El gran escándalo royal del verano no deja de producir titulares desde que Marius Borg Høiby fuera detenido a principios de agosto tras una agresión a una joven. En su declaración de culpabilidad, el hijo de Mette-Marit también mencionó una «enfermedad mental» que padece desde la infancia. Desde entonces, varias de sus ex novias han emitido fuertes acusaciones contra él, mientras su padrastro, el príncipe heredero de Noruega, se ha limitado a comentar lo «grave» de esta situación. Pero otra persona sigue guardando un férreo silencio: su padre, Morten Borg.
A la espera de que se le interrogue formalmente por la policía, la oveja negra de los royals escandinavos, ni Morten ni la propia Mette-Marit han hecho declaraciones públicas sobre lo sucedido. Los padres de Marius se separaron poco después de su nacimiento en 1997 y compartieron la custodia de su hijo. Unos dos años después, en 1999, la futura princesa se enamoraba en un festival de música del que un día será rey de Noruega.
Entonces, la prensa destapaba tanto el pasado salvaje de la joven como los problemas con la justicia de Morten Borg, que tenía antecedentes penales por posesión de cocaína. Pero este, de forma encomiable, se negó a alimentar los cotilleos sobre su ex y no concedió ninguna entrevista sobre su relación con Mette-Marit.
Tras la boda de Haakon y Mette-Marit, Marius, que ahora tiene 27 años, iba y venía entre la casa de su padre y la nueva vida palaciega de su madre. En los primeros años, el empresario y la princesa aparecían de vez en cuando uno al lado del otro, demostrado que seguían llevándose bien. Por ejemplo, en el primer día de colegio de Marius, en 2003, o en la confirmación de su hijo en septiembre de 2012.
Morten Borg en una imagen de sus redes. /
El rey Harald decidió convertir a Marius en miembro oficial de la familia real, pero conservó su apellido plebeyo y nunca recibió un título ni un lugar en la línea de sucesión. Esto podría haber cambiado si Haakon hubiera adoptado a su hijastro. Sin embargo, se dice que esto nunca llegó a ser un problema porque el príncipe no quería interponerse entre Marius y su padre biológico, que siempre han mantenido una buena relación.
Poco después de separarse de Mette-Marit, Morten Borg se enamoró de Céline Maktabi, heredera de un lucrativo negocio de venta de alfombras. La pareja se casó en septiembre de 2004, con la prensa inmortalizando al pequeño Marius saltando entre la comitiva nupcial con un elegante traje.
El matrimonio de Morten y Céline duró 15 años, hasta que ella confirmó el fin de su matrimonio a la revista noruega 'Se og Hør'. Todavía guardan silencio sobre los motivos que llevaron al divorcio, pero ambos llevaban tiempo sin vivir juntos cuando se anunció la separación.
Marius Borg. retratado por su padre, /
Maktabi ya tenía a un hijo de una anterior relación, Emanuel, cuando se casó con Borg, y ambos tendrían posteriormente uno más: Lucas. « Siempre digo que tengo tres hijos. No hago distinciones. Me veo como la otra mamá de Marius. Para mí, es como cualquier otro niño y lo trato como a mis otros dos hijos«, dijo la empresaria en una entrevista con la revista alemana 'Bunte'.
Actualmente, Morten Borg trabaja como analista financiero. Discreto, no se prodiga excesivamente en público y en su cuenta de Instagram comparte sobre todo instantáneas de sus vacaciones: un paisaje nevado aquí, unas copas frente a la puesta de sol allá. De vez en cuando se cuelan algunas fotos familiares, como una en la que aparece Marius vestido con un traje de estrellas y bebiendo una lata de cerveza.
No está claro si Morten Borg y su hijo están actualmente en contacto. Tras conocerse la detención de Marius, este aún no se ha pronunciado públicamente sobre el escándalo. Tampoco han llegado aún las primeras palabras de la princesa Mette-Marit, aunque se sabe que ha contactado con la víctima de la agresión de su hijo. Por su parte, la casa real noruega se ha limitado a remitirse al abogado de Marius Borg.
Aunque en su confesión, el hijo de Mette-Marit se disculpó públicamente tras su violenta agresión, mostró arrepentimiento y prometió enmendarse, estas intenciones se han quedado en agua de borrajas. Según publica el diario alemán 'Bild' citando a una fuente anónima, el joven ya ha sido visto de fiesta en Oslo otra vez. «Ha vuelto con la víctima. Los dos tienen una relación tóxica. Ambos engañan y son celosos al mismo tiempo. Además está el tema de las drogas. Explotan y luego se reconcilian«, asegura esta persona.
Marius junto a su hermanastro, el príncipe Sverre Magnus. /
Pero los días de fiesta pueden acabarse pronto para Marius Borg, que tiene pronto una cita con la policía. En principio, su interrogatorio estaba previsto para el 22 de agosto, pero se aplazó porque el abogado de Marius no podía personarse ese día. Hasta ahora han comparecido en la causa la víctima y dos de las antiguas novias de Marius: Juliane Snekkestad y Nora Haukland.
Ambas le acusan de haberlas «golpeado, pateado, estrangulado y amenazado», además de haber ejercido «violencia psicológica», pero no han llegado a presentar cargos. Haukland llegó a declarar varias veces, su último interrogatorio duró seis horas. En esta investigación, ni el estatus real de su madre ni su pasaporte diplomático juegan a su favor y no se espera que goce de privilegio alguno. El joven, que posee un negocio de motocicletas, anunció que quería asumir «toda la responsabilidad de sus actos» y eso es a la que se enfrenta ahora.