Quién es Olympia, la primera novia de Miguel Urdangarin: de la amistad en Suiza al amor en Madrid

Dice el dicho que no hay dos sin tres, y los hijos de la infanta Cristina son una prueba de ello. El pequeño de la saga, Miguel Urdangarin, es de momento el tercero y último de los hermanos en haber encontrado el amor. Después de conocer el romance de Pablo (el deportista) e Irene (la it-girl) ahora le ha tocado el turno al benjamín (el biólogo). Ya solo quedaría Juan Valentín (el primogénito).

La revista '¡Hola!' ha sido la primera en hacerse eco de este romance con la publicación de unas fotografías en las que podemos ver al sobrino de Felipe VI y Letizia con una joven venezolana llamada Olympia. La noticia salta tres meses después de conocer la relación de su hermana con Juan Urquijo (hermano de Teresa Urquijo, la mujer del alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida) y poco después de que el menor de los Urdangarin se instalara en la Zarzuela junto a su abuela, la reina Sofía. Madrid le ha cambiado mucho la vida en muy poco tiempo.

Aunque aún es pronto para hablar de noviazgo (¿romance de verano entonces?) como apuntan algunas fuentes cercanas de su entorno, la verdad es que entre ellos parece haber surgido una relación muy especial. Claro que cuando se tienen 22 años, es verano y vas en alpargatas (en las fotos aparece de esa guisa abrazado a Olympia) la vida pesa menos y las puertas del amor están abiertas de par en par. Para que soplen la brisa y los besos. «Junto a la puerta del amor te hallé y logré besarte. Mis sueños son ya realidad, amor», cantaba Nino Bravo. Pues eso.

Como suele ocurrir en estos casos, y más en un personaje como Miguel Urdangarin que ha sido hasta ahora uno de los hijos más discretos de la infanta Cristina, la información sobre quién es ella, cómo se han conocido y cuál es el punto en el que se encuentra la relación, es algo incierta. Mientras '¡Hola!' publica que los caminos de ambos se han cruzado en Madrid, el portal 'Vanitatis' afirma que el nieto de don Juan Carlos y Olympia son viejos conocidos de Ginebra.

Según este medio, la pareja habría forjado una fuerte amistad en su etapa estudiantil en la ciudad suiza que, posteriormente, se ha convertido en algo más al reencontrarse ambos en la capital española. Olympia, como Miguel, cursó sus estudios en el país centroeuropeo donde también viven sus padres, y ahora estaría ampliando su formación académica en Madrid.

recordemos que el pequeño de los Urdangarin Borbón pasó la primera parte de sus años como estudiante en Suiza y después se trasladó al Reino Unido donde estudió Biología Marina. Esa lejanía le ha propiciado durante años un anonimato que él mismo ha cuidadopermaneciendo al margen de polémicas como hablar del divorcio de sus padres (algo que sí hizo su hermano Pablo) o juntarse con la rama Marichalar más dada a la fiesta, las alfombra rojas y las redes sociales (como sí ha coqueteado su hermana Irene aliándose con su prima Victoria Federica en alguna ocasión).

Durante años Miguel ha sido el intelectual de la familia: nacido en Barcelona el 20 de abril de 2002, tuvo como padrino al rey Felipe y como madrina a su tía Lucía, la menor de los hermanos de Iñaki Urdangarin . Estudió piano desde pequeño y descubrió las pasión por el mar en Mallorca: vela, surf, esquí acuático… Como pez en el agua. Y como tanto fue el cántaro a la fuente, al final decidió estudiar Ciencias del Mar.

Después de terminar sus estudios en Londres, Miguel volvió a Suiza a finales de 2023 para formarse como monitor de esquí. Con tan mala pata (aviso de chiste malo) que tuvo un accidente que le dejó la rodilla tocada (ya dijimos que el chiste no era bueno). Su madre, la infanta Cristina le estuvo cuidando durante su recuperación. En Ginebra, se encontró con su abuelo cuando Juan Carlos hizo una parada técnica en la ciudad suiza para continuar con su tratamiento médico con células madre en una importante clínica de la ciudad para tratar sus problemas de movilidad.

El amor, como las bicicletas, es para el verano: Miguel y Olympia lo saben. De aquella complicidad estos besos. De la amistad suiza, al romance español. De los juegos infantiles, al noviazgo de juventud. Ahora solo queda esperar, dar tiempo al tiempo y ver si lo que cantaba Nino Bravo se cumple: «Buscando la puerta del amor / yo ya no sufrí al ver que esa puerta se abre. / Hoy siento dentro de mí / el amor».