El pasado 18 de marzo, doña Elena habría celebrado su vigésimo séptimo aniversario de boda. Su matrimonio, en 1995, con Jaime de Marichalar, se rompió mucho antes (al igual que el matrimonio de su hermana Cristina), en 2010, pero la celebración en Sevilla, ante 1.500 invitados, de la que fue la primera boda real española en casi un siglo no se borrará de la memoria de la mayoría de los españoles. Quién no la olvidará jamás es el diseñador sevillano de Alta Costura Petro Valverde, a quien Elena encargó su vestido de novia.
El andaluz se ganó el aplauso de la crítica con una pieza clásica, de corte princesa, escote cuadrado y manga francesa confeccionada en organza de seda natural color marfil y con bordados vegetales en mangas, pecho y cintura. La cola era desmontable y el velo de gasa de cuatro metros iba sujeto por la tiara Marichar, que Jaime regaló a su esposa. Diseñar este vestido fue, según ha confesado en numerosas ocasiones el modisto, el sueño de su vida. Se le considera clásico, muy «comme il faut». Él califica su estilo de «clásico joven».
La infanta Elena llegado al altar del brazo de su padre el rey Juan Carlos.
Valverde lleva 46 años en la cima de su carrera y ha vestido a casi todas las damas de la alta sociedad andaluza –entre ellas, la duquesa de Alba y Carmen Tello–, a las princesas Alia y Muna de Jordania, a la princesa Tessa de Baviera, y a figuras como Carmen Maura, Anne Igartiburu, Amaia Salamanca, Eugenia Silva –que recurrieron a él en momentos importantes de sus carreras– o la torera Cristina Sánchez, que vistió un espectacular vestido de novia de seda mikado y cuerpo bordado a mano firmado por el diseñador. El primer diseño del modisto que salió en la prensa fue un vestido que hizo para Tessa de Baviera, hace más de 40 años, y que ella todavía luce en ocasiones.
Doña Elena también confió en el modisto para el diseño del vestido que lució en su pedida de mano, un dos piezas de seda brocada en dos tonos de marrón, con cierres soutache. Valverde trabajó para la infanta Elena durante más de una década. El modisto sevillano fue su diseñador de cabecera en unos años en los que su papel representativo, antes y después de su matrimonio, tenía una agenda muy cargada. Valverde era el encargado de diseñar sus trajes de noche y de ceremonia.
La infanta Elena también apostó por Petro Valverde para su pedida de mano.
Faldas de volantes, escotes palabra de honor, mangas de farol: doña Elena fue trazando su propia senda de elegancia, siempre con un toque conservador, aunque muy colorista, de la mano del modisto. Quiso apostar sobre seguro, seguramente asesorada por su madre, la reina Sofía, que también aconsejó a Doña Letizia que apostara por Felipe Varela, que se convirtió en su diseñador de confianza. Diez años ha durado también la exclusiva relación de la Reina con Felipe Varela, aunque, al estar más expuesta, esta relación no ha estado exenta de polémica. Nada que ver con el vínculo que mantiene Petro Valverde con sus exclusivas clientas.
Su relación se convirtió en amistad, aunque, doña Elena, asesorada por su marido, fue poco a poco, tras su matrimonio, integrando Alta Costura Internacional en su armario, desde Christian Lacroix, hasta Valentino, pasando por Oscar de la Renta, y llamó la atención en varias ocasiones con modelos simbólicos del espíritu español diseñados por Lorenzo Caprile, como el que lució en la cena de gala previa a la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling, en 2010, en forma de capote y chaqueta torera. A Petro Valverde hoy le encantaría vestir a Victoria Federica, cuyo estilo dice admirar. Sueña incluso con diseñar su futuro traje de novia.
Petro Valverde junto a Dulceida, una de las mejores influencers de nuestro país. /
Petro –Petronilo– Valverde nació en Sevilla en 1946. A los 14 años, empezó a trabajar en una sastrería como aprendiz y, desde entonces, no ha soltado la aguja. Inauguró su firma en 1976. Hoy tiene también taller en Madrid y ha ampliado su marca con una colección de joyas y otra de perfumes. Íntimo amigo de Elio Berhanyer, Es se le considera el único modisto, junto a Lorenzo Caprile, que cose Alta Costura en España. Pero, además, ha sido y sigue siendo un activo militante por los derechos LGTBIQ. Fue el primer diseñador que elaboró el lazo rojo gigante de la Puerta de Alcalá para conmemorar el día mundial del sida.
Discreto, sin embargo, no ha dudado en criticar a la reina Letizia, en alguna ocasión, por no llevar siempre moda española –como cuando lució un vestido de Carolina Herrera rosa, bordado en blanco, en la cena de gala de la entronización de Naruhito de Japón, en 2019–, aunque asegura que tiene un estilo elegante, con un toque personal y que «está bien asesorada». Valverde piensa, sin embargo, que la realeza ha perdido la discreción que debe caracterizarla y que las «royals» parecen modelos, acaparando páginas en las revistas de moda.