Philippos de Grecia junto a su mujer Nina Flohr, en las carreras de Ascot. /
La jornada inaugural de la Royal Ascot, celebrada hace unos días, contó con una gran afluencia de invitados de la realeza británica, ya que junto a los reyes Carlos y Camilla pudimos ver a la princesa Ana, a Mike y Zara Tindall o a Lady Gabriella Kingston. Pero fueron Philippos de Grecia y su mujer, Nino Flohr , unos royals menos británicos y mucho más discretos, los que también destacaron por lo poco habitual de su presencia en este tipo de eventos.
El príncipe Philippos, de 38 años, es el hijo menor de la reina Ana María y el difunto rey Constantino , fallecido en enero de 2023. Además de ser el sobrino menos mediático de la reina Sofía, con un perfil más bajo por ejemplo que su hermano Pablo, el joven es ahijado de la fallecida Diana de Gales y mantiene una gran relación con la Familia Real británica.
Tras ser derrocada la monarquía en Grecia, el rey Constantino vivió en el exilio en Londres durante gran parte de sus últimos años, antes de regresar a Atenas en 2013. El monarca era primo segundo del rey Carlos, primo hermano del difunto duque de Edimburgo y padrino del príncipe Guillermo. Los fuertes lazos entre ambas familias se demostraron una vez más con el funeral celebrado el pasado febrero en el castillo de Windsor, al que asistieron miembros de las casas reales griega, británica y española.
No es de extrañar que Philippos y Nina hicieran una elegante aparición en el hipódromo británico, donde el royal y la empresaria, de 37 años, que optó por un vestido de gasa bordada en color limón de Adam Lippes, se mostraron muy cercanos a Mike y Zara Tindall .
Philippos y Nina comenzaron a salir en 2018 y asistieron juntos a la boda de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank ese mismo año. Su compromiso se anunció en septiembre de 2020 después de pasar unas vacaciones en Ítaca, Grecia. «Mi amado Philippos. Te quiero hoy, te querré mañana y para siempre. Me haces feliz, mejor y más fuerte. No puedo esperar a pasar el resto de mi vida a tu lado», escribía la prometida del príncipe después de aceptar su proposición de matrimonio.
Philippos de Grecia y nina Flohr, el día de su boda. /
Un matrimonio que tuvo hasta tres celebraciones. Primero la pareja se casó por lo civil el 12 de diciembre de 2020 en una ceremonia privada que tuvo lugar en Saint Moritz, Suiza, a la que solo asistieron sus padres debido a las restricciones por la pandemia en aquel momento. Más tarde se celebró una pequeña fiesta íntima a la que acudieron la infanta Cristina y su hija Irene. Su segunda celebración tuvo lugar en plena campiña inglesa, con un almuerzo al que asistieron numerosos miembros de la aristocracia y que estuvo organizado por el hotelero británico Tom Naylor-Leyland y su mujer, Alice Dawson.
Finalmente, el 23 de octubre de 2021 se celebró en Atenas una ceremonia ortodoxa griega, en la que Nina lució un exquisito vestido de novia con hombros al descubierto y un gran lazo asimétrico de Chanel, y tomó prestada de su suegra, la reina Ana María , la antigua Tiara Corsage de perlas y diamantes.
Entre los invitados de la primera boda real celebrada en Atenas en casi seis décadas, figuraba la familia directa del novio, padres, hermanos y sobrinos, así como sus tías la reina Sofía y la princesa Irene. Las princesas Beatriz y Eugenia, acompañadas de sus maridos Edoardo Mapelli Mozzi y Jack Brooksbank también hicieron acto de presencia.
No solo las hijas de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés forman parte del exclusivo círculo íntimo del príncipe y de la rica heredera de Thomas Flohr, al que se considera como 'el rey de la aviación privada'. Allegra Versace o las parejas que forman Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo y Christian de Hannover y Sassa de Osma son buenos amigos suyos.
Philippos de Grecia, junto a la reina Sofía y su hermana Irene. /
Philippos, educado en Londres y Estados Unidos, trabaja como analista en Ortelius Capital, empresa de gestión de activos con sede en Nueva York. Allí él y Nina son vecinos de sus cuñados Pablo de Grecia y Marie-Chantal Miller , que llevan residiendo en la Gran Manzana desde 2012. El joven matrimonio alterna su día a día urbano en Nueva York con vacaciones en Cannes o la costa Amalfitana y con frecuentes viajes a Mozambique.
Es en este país africano donde Nina, que también trabaja para Vista Jet, la compañía aérea privada de lujo de su padre, ha desarrollado su gran pasión al fundar el Santuario de Kisawa. Este es un alojamiento de lujo con spa especializado en medicina tradicional china. Preocupada por la naturaleza, también ha creado allí un centro de conservación ambiental.