La familia de Joaquín de Dinamarca al completo. En el cetro, la princesa Athena junto a su madre la princesa Marie. /
La consecuencia más cruel de la decisión tomada por la reina Margarita II de Dinamarca de retirar a los hijos del príncipe Joaquín su estatus de altezas reales por el más moderado de excelencias la va padecer su nieta de 10 años, la princesa Athena.
Tras el terremoto vivido la semana pasada con declaraciones cruzadas a un lado y otro de Europa (no olvidemos que el príncipe Joaquín reside en Francia), ha llegado la calma y la constatación de que la pequeña de la familia se va a llevar la peor parte de este recorte de privilegios.
Por orden de la reina, que actúa (según sus propias palabras) llevada por la convicción de que está tomando la mejor decisión para las generaciones más jóvenes de su familia, los hijos de su segundo vástago, el príncipe Joaquín, van a dejar de ser príncipes de Dinamarca a partir de enero de 2023.
El único título que les queda a sus cuatro nietos hijos de Joaquín es el de condes de Monpezat que les concedió en 2008, una especie de título de consolación porque ya ostentó su propio esposo, el rebelde Enrique de Laborde, y que ya ostenta el propio Joaquín.
Según la revista danesa BT, Athena fue la primera en sentir en sus carnes lo triste de su nueva realidad: sus compañeros de colegio empezaron a hacerla bullying diciéndole «¿eres tú la que ya no es una princesa?».
Por motivos como este Joaquín recurrió a los medios galos para manifestar su malestar por la decisión de su madre: no le había dado tiempo a preparar a sus hijos para el cambio y ahora están sufriendo las consecuencias.
Pero se podría considerar que para Athena lo peor aún está por venir. Mientras su hermanastros Nicolás y Félix y su hermano Henrik conservarán de por vida sus moderados títulos de conde, ella lo perderá en cuanto se case: el día de su boda será su último día como royal.
Para aumentar aún más la brecha con sus hermanos, las mujeres con las que ellos se casen sí pasarán a ser consideradas condesas, mientras ella perderá esa consideración en cuanto diga «sí, quiero».
Esta situación se produce porque para la ley danesa una condesa es la hija soltera de un conde, pero en cuanto abandone la soltería, perderá su estatus. ¿Reformará Margarita II de Dinamarca la ley o dejará que su nieta Athena se convierta en su única descendiente sin título?