criticada y admirada

La vida convulsa de Luisa de Argyll, la hija rebelde de la reina Victoria: amantes, escándalos y un hijo secreto

Luisa de Argyll, fue una de las hijas de la reina Victoria y el rey Alberto, que vivió una vida convulsa, llena de amantes, ya que su marido Lorne era homosexual.

Luisa fue la cuarta hija de la reina Victoria y el rey Alberto. / getty

Elena Castelló
Elena Castelló

La princesa Luisa fue una de las nobles más criticadas y, al tiempo, más admiradas de su tiempo. Una mujer liberal, con talento artístico, intelectualmente brillante e independiente, su figura contrasta con la rígida corte victoriana y dio lugar a numerosos rumores sobre una vida amorosa, licenciosa e incluso el nacimiento de un hijo ilegítimo.

Luisa fue la cuarta hija y el sexto vástago de la reina Victoria y de Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha . Nació el 18 de marzo de 1848 en el Palacio de Buckingham. Fue bautizada como Luisa Carolina Alberta. Su primer nombre fue en honor a su abuela paterna, la madre del Príncipe Consorte, la Princesa Luisa de Saxe-Gotha-Altenburg.

Los planes educativos del rey Alberto no funcionaron con Luisa

Luisa siguió los planes educativos que había trazado Alberto para sus hijos y que incluían numerosas tareas manuales, como la jardinería. Es considerada la más bella de sus hermanas, pero desde muy niña, destacó por sus habilidades y por su inteligencia. En la corte la llamaban «Little Miss Why» (la señorita porqué»).

Pero su personalidad decidida y vivaz también irritaba a su madre. Victoria consideraba que su hija tenía un carácter difícil, y era una niña «llena de dificultades que superar para poder convertirse en un miembro útil de la familia». Cuando cumplió 17 años, Luisa, cansada del luto por la muerte de su padre, en 1861, trató de que su madre organizara un baile de debutantes en Palacio, para su presentación en sociedad, pero la reina se negó debido al rígido luto por la muerte de su esposo, que duró cuarenta años.

Desde muy temprano, además de su fuerte personalidad, Luisa mostró sus dotes artísticas y, aunque no podría hacer de ello una carrera dada su condición real, la reina Victoria le permitió acudir a clases en el estudio de la escultora Mary Thornycroft y, más tarde, al National Art Training School.

Todos los rumores de sus amantes e hijos ilegítimos

Fue en esta época, en 1865, cuando empezaron a surgir los primeros rumores sobre la joven princesa. Los biógrafos más modernos de Luisa aseguran que todo esto fue cierto. Sin embargo, los archivos personales de Luisa permanecen aún hoy bajo llave, al igual que los de la familia de su marido, el duque de Argyll, en el castillo de Inveraray, algo que resulta extraño. Luisa murió en 1939. ¿Por qué no puede salir a la luz la verdad? Amantes, un hijo ilegítimo, la homosexualidad de su marido: numerosas preguntas sobre su vida siguen sin respuesta casi un siglo después de su muerte.

La primera historia que surge sobre Luisa se refiere a una apasionada historia de amor con Walter Stirling, el tutor de su hermano Leopoldo. Los rumores aseguran que quedó embarazada de Stirling y tuvo un hijo en 1866, que fue posteriormente adoptado por el ginecólogo de la reina, Henry Locock.

El niño se llamaba Henry. Se dice que el Cuerpo de Fusileros Escoceses rodeó el palacio de Buckingham durante unos días, no para proteger a la familia de atentados independentistas, como se había asegurado, sino para dar toda la privacidad posible al nacimiento. Los descendientes de Locock han intentado certificar su identidad mediante análisis de DNA, pero los tribunales británicos no lo han permitido.

Fuera o no madre adolescente, Luisa nunca fue una princesa convencional. Aprendió a cocinar y a tejer alfombras de niña, como sus hermanos, pero ella siguió cocinando de adulta, lo que entonces era algo extraordinario para una princesa. Le encantaba andar en bicicleta y fumar, y compartir su receta favorita de paté de ostras. Pero, sobre todo, fue una artista con estudio propio, algo que consiguió excepcionalmente de su madre, poco inclinada a la independencia de sus hijas.

Luisa lo consiguió y se convirtió en escultora, tras largos años de estudio. Una de sus obras más conocidas es la estatura de la reina Victoria, realizada para su jubileo de oro, instalada hoy a las afueras del palacio de Kensington . También es la autora del monumento situado en la catedral de San Pablo consagrado a los canadienses fallecidos en la guerra de los Boers. En su círculo de amistades se encontraron artistas como Rossetti, Millais, Whistler o George Eliot. Era partidaria del sufragio femenino y estuvo en contacto con las sufragistas Josephine Butler y Elizabeth Garrett.

Se casó con un marqués homosexual con el que no fue del todo feliz

Luisa fue la primera princesa en cuatro siglos en casarse fuera de la realeza. Su madre lo permitió con el argumento de que traería «sangre nueva» a la familia real. El elegido era John Douglas Sutherland Campbell, marqués de Lorne, más tarde noveno duque de Argyll. La pareja se casó, en 1871, en la capilla de San Jorge, en Windsor. Luisa llevó un velo de novia de encaje que ella misma había diseñado, y fue acompañada al altar por su madre y sus dos hermanos mayores, el Príncipe de Gales y el Duque de Edimburgo.

Lorne era un excéntrico. No cuidaba su higiene, vestía de forma estrafalaria y puso como condición que su esposa no utilizara su mesa de billar. Fue nombrado gobernador general de Canadá en 1878 y ella se mudó con él a Ottawa como consorte virreinal. El matrimonio no fue feliz, pero permitió a cada uno vivir por separado, aunque juntos, puesto que Lorne era homosexual.

El matrimonio regresó a Gran Bretaña en 1883 y se instaló en el Palacio de Kensington. Lorne reanudó su carrera política. La relación entre la pareja fue a menudo era tensa, pero, si en algo coincidían los esposos, era en su aversión al rígido protocolo victoriano y a las largas temporadas de vida social. Los rumores señalan que Luisa tuvo, en esta época, otra aventura, con Arthur Bigge, lord Stamfordham, secretario privado adjunto de la reina. También se le atribuyó un largo romance sir Joseph Edgar Boehm, el escultor de cabecera de la reina. Se dice que Boehm murió poco antes de la navidad de 1890, en su estudio londinense, mientras tenía un encuentro con Luisa.

A pesar de su alejamiento, Luisa y Argyll se reconciliaron en 1911 y, cuando él enfermó de Alzheimer, lo cuidó con devoción. Murió en 1914. Luisa se retiró de la vida pública y pasó sus últimos años en el Palacio de Kensington. Murió con 91 años, en 1939, y fue enterrada envuelta en su velo de novia. Fue la más longeva de todas las hijas de la reina Victoria. Sus restos fueron incinerados y enterrados en la cripta real de la capilla de San Jorge, en Windsor. Más tarde fueron trasladadas al cementerio de Frogmore.

20 de enero-18 de febrero

Acuario

Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más

¿Qué me deparan los astros?