NO NOS MOVERÁN Sabemos por qué Carlos III no puede echar de casa a su inquilino royal más molesto (aunque sí desahució a Angela Kelly, la amiga plebeya de su madre)

El príncipe Andrés no tiene intención de marcharse de The Lodge e instalarse en Frogmore Cottage, la que fuera residencia de su sobrino Harry y Meghan Markle.

El príncipe Andrés y el rey Carlos III en el Servicio Anual de la Orden de la Jarretera en Windsor / GTRES

Juanra López
Juanra López

El príncipe Andrés seguirá viviendo en The Lodge junto a su exmujer, Sarah Ferguson . Salvo que medie el ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, la única persona que podría tomar la decisión de que el hermano del rey Carlos III abandone la propiedad en la que ha residido desde que falleció la reina madre en 2002, a los 101 años.

Esta es la información que maneja The Times, medio nada proclive a las especulaciones, como los tabloides, la prensa sensacionalista británica, que se ha convertido en la bestia negra de los Windsor en las últimas décadas. El príncipe Andrés, según parece, firmó un contrato de leasing que abarcaría un buen número de décadas y está muy lejos de expirar. Son 75 los años por los que habría firmado este contrato, según Daily Mail.

La única posibilidad de que abandonara esta lujosa propiedad de 30 habitaciones y valorada en 30 millones de libras esterlinas, según contemplan los estatutos, sería la mediación del ministro de Hacienda. Y, aun así, debería contar con la aquiescencia del ahora caído en desgracia príncipe Andrés, quien fuera el hijo favorito de Isabel II.

Hay medios que apuntan a que en realidad Carlos III no estaría tan obstinado en sacar a su hermano y la que fuera su cuñada de The Lodge, en Great Park, Windsor. Sin embargo, todo parece indicar que, a fin de reducir costes, se habría planteado que fuera el nuevo inquilino de Frogmore Cottage.

El príncipe Harry y Meghan Markle indignados con la pérdida de «su hogar»

Esta propiedad, más modesta, fue la que habilitaron como hogar del príncipe Harry y Meghan Markle . Para ello se gastaron 2,7 millones de euros en reformarlo. Cantidad, por cierto, que han tenido que devolver los Sussex, una vez han decidido desvincularse de las obligaciones con la institución monárquica y establecerse en Estados Unidos.

Como no podía ser de otra manera, Harry y Meghan están muy descontentos de que se les haya pedido que abandonen definitivamente Frogmore Cottage y sumarían este a la interminable lista de agravios que van rentabilizando con sus apariciones televisivas o publicaciones.De hecho, se asegura que después de la publicación de Spare, el libro de memorias de Harry , fue cuando se tomó la decisión y se comenzó el proceso de borrado de las huellas de los Sussex en la que fuera su casa.

Algunas fuentes aseguran que el descontento de los Sussex con su desalojo de Frogomore Cottage, mandado a construir por la reina Carlota en 1801, se debe a que solo allí se sienten seguros cuando visitan el Reino Unido. Cada vez con menos frecuencia, por cierto.

El príncipe mantiene un litigio con el ministerio del Interior británico porque pretende que le sufraguen en Estados Unidos la misma seguridad que tenía en el Reino Unido. Hay quien incluso quien considera que el hecho de que en su explosivo libro de memorias manifestara que había matado a 25 talibanes en Afganistán era un movimiento destinado a presionar para conseguir este objetivo.

El príncipe Andrés en el punto de mira

El príncipe Andrés es la otra patata caliente que maneja la Casa Real Británica desde que este cayera en desgracia por su amistad con el multimillonario Jeffrey Epstein, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en una prisión de Nueva York el 10 de agosto de 2019.

Tampoco contribuyó a limpiar su imagen, el acuerdo extrajudicial del duque de York con Virginia Roberts , la mujer que le acusaba de haber mantenido relaciones sexuales con él siendo ella menor, y cuando ella estaba bajo las redes de Epstein y la que fuera su pareja, Ghislaine Maxwell, actualmente en prisión.

El príncipe Carlos junto a su hermano, el rey Carlos III. / gtRes

Parece ser que hay preocupación en el entorno de Carlos III, según The Times, porque no desean que se le perciba como una persona sin corazón. El hecho de que haya trascendido su supuesta intención de, entre comillas, desahuciar a su hermano, no le beneficiaría entre cierto sector de la opinión pública que consideraría que pretende hacer leña del árbol caído.

Por qué Carlos III echó a Angela Kelly (y las consecuencias que ha tenido)

La secuencia de acontecimientos no es favorable para Carlos III en este sentido porque hace apenas unos días expulsó a Angela Kelly , la estilista y casi mano derecha de su madre, de la casa que la soberana le había cedido en los terrenos de Windsor.

Esta decisión contravendría los deseos de Isabel II, pero el rey Carlos III ha decidido cederle en su lugar el usufructo de una casa en Peak District, cerca de Sheffield. A cambio, le habría hecho firmar un acuerdo de confidencialidad y desechar por completo el tercer libro que pretendía publicar sobre su relación la reina, para que el que habría obtenido la aprobación de Isabel II.

Angela kelly, en el funeral de la reina Isable II. / gtres

Los tabloides británicos están dedicando estos días demoledores titulares a esta decisión, pero desde hace tiempo se sabe que el rey Carlos III pretende hacer cambios en la institución para modernizarla y hacerla más próxima a los ciudadanos. Y esas medidas pasan por los recortes presupuestarios.

Según fuentes consultadas por Financial Times, la monarquía inglesa seguirá siendo una institución conservadora y, por lo tanto, no se esperan cambios drásticos a corto plazo, pero sí paulatinos. Vistos los abucheos recibidos por el príncipe Andrés cuando se dirigía a la abadía de Westminster para acudir a la coronación de su hermano, ponerlo en primer plano de nuevo no parece convenir a la Casa Real.