La infanta Elena en la boda de Victoria de Suecia. /
El 15 de octubre de 1954, hace setenta años, tuvo lugar una gran fiesta en Estoril, Portugal, para celebrar la mayoría de edad de la infanta Pilar, hermana del rey Juan Carlos . El acontecimiento reunió a 2.000 personas, entre ellas numerosos españoles que viajaron hasta la localidad portuguesa donde residía la familia real española en el exilio, desde 1946, para mostrarle su apoyo.
Hubo varias celebraciones, entre ellas el baile de gala que señaló el acontecimiento en el hotel Palacio de Estoril. La infanta Pilar escogió un vestido blanco de estilo new look de tul con bordados de flores y los hombros al descubierto. Fue portada de la revista Semana.
Entre los invitados estuvieron las familias reales europeas exiliadas en Estoril junto a la española. Doña Pilar lució un collar de perlas regalo de sus padres y unos pendientes comprados por suscripción popular. Unos días antes, los condes de Barcelona ofrecieron una cena a todos los invitados en su residencia de Villa Giralda.
Según contó el diario ABC, en la fiesta de doña Pilar se pusieron de largo otras 27 jóvenes de la nobleza, entre ellas su prima Teresa de Borbón o la princesa Mafalda de Braganza. Y los temores de Franco se cumplieron: el acto se convirtió en una exaltación de la monarquía española.
A la siguiente puesta de largo familiar no se la denominó así, «puesta de largo», sino «fiesta de juventud», como titularon las revistas de la época en sus crónicas de la celebración de la mayoría de edad de las infantas Elena y Cristina y de su prima Alexía de Grecia.
El acontecimiento tuvo lugar el 7 de septiembre de 1983 y a él acudió un grupo de invitados de la sociedad española y de diversas casas reales europeas, como Guillermo de Luxemburgo o Felipe de Wertenberg, con quien se relacionó, en su momento, a la infanta Elena tras haber pasado unos días de vacaciones en su castillo alemán.
La reina Sofía y la infanta Elena a su llegada a la puesta de largo de Victoria Federica en 2019. /
La infanta Elena iba a cumplir 20 años y la infanta Cristina acababa de cumplir los 18, pero ya habían lucido vestidos de gala en algunos actos oficiales, por lo que no era una puesta de largo propiamente dicha. Las invitadas debían ir de gala y los invitados de esmoquin y se celebró una cena en los jardines del Palacio de la Zarzuela.
Doña Cristina escogió vestido de cuello redondeado y mangas corola de color rosa, mientras su hermana Elena y su prima Alexía optaron por dos diseños palabra de honor, en azul y en rojo. El grupo Albahaca amenizó la velada. Tanto Elena como Cristina y Alexía iniciaban en esa época sus estudios universitarios.
Treinta y cinco años después, sí se celebró una verdadera puesta de largo de una nieta del rey emérito, Victoria Federica de Marichalar, hija de la infanta Elena . Tuvo lugar el 20 de junio de 2019. La fiesta se celebró en la finca El Chaparral, en el Plantío, cerca de Madrid, y acudieron 300 personas, entre ellas la reina Sofía.
Victoria de Marichalar y Borbón, en una imagen reciente. /
La protagonista lució un vestido rojo de Lorenzo Caprile. En junio de 2023, le tocó el turno a la hija de la infanta Cristina, Irene Urdangarín, que conmemoró su mayoría de edad y el fin de sus estudios escolares en Suiza, en una fiesta a la que acudieron los reyes eméritos.
La princesa Leonor disfrutó de una fiesta familiar privada en el Palacio de El Pard o, de Madrid, tras cumplir su mayoría de edad, el 31 de octubre de 2023. La princesa de Asturias ha multiplicado sus actividades institucionales desde entonces.
Su cumpleaños coincidió con su formación militar en la Academia Militar de Zaragoza. Los Reyes siempre han considerado los cumpleaños como un acontecimiento familiar y privado. Acudieron el rey Juan Carlos y la reina Sofía y otros miembros de la familia, como las infantas Elena y Cristina o la infanta Margarita, hermana del rey emérito. Pero no se habló de «puesta de largo». Quizá este término suena ya antiguo y clasista.