La reina Sofía y la infata Elena, ne Mallorca, en una foto de archivo. /
Cuando se habla del círculo íntimo de la reina Sofía en Mallorca, durante sus largas estancias en Marivent, a menudo tan solo se menciona a dos mujeres. Una es Irene de Grecia , su hermana y compañera de vida, y la otra es su prima, Tatiana Radziwill , a la que cada año invita a pasar unas semanas en Palma, acompañada por su marido. Pero hay otra persona en la isla que es muy importante desde hace años para la emérita: el sacerdote Tomeu Catalá.
Bartomeu Català Barceló es el fundador de Proyecto Hombre Baleares y mantiene una estrecha relación con la reina Sofía, que respalda con su presencia los conciertos benéficos que la asociación celebra anualmente en Palma. El año pasado volvimos a ver a la madre de Felipe VI acudir junto a Irene de Grecia para presenciar la interpretación de la Orquesta Sinfónica de Baleares en la catedral de la ciudad.
La recaudación de este evento solidario, que ha alcanzado su decimoquinta edición y ha contado desde siempre con el apoyo incondicional de la reina emérita, va destinada a financiar programas de tratamiento y prevención de las adicciones que desarrolla este encomiable proyecto.
Nacido en Vilafranca de Bonany en 1942, hijo de un picapedrero y un ama de casa, Tomeu se ha convertido en toda una institución en la isla de Mallorca y en una persona muy querida por todos, símbolo del esfuerzo en la lucha contra la drogodependencia desde que en 1987 fundara el primer centro de Projecte Home.
«Mi primer contacto con el mundo de la drogadicción lo tuve hace 50 años en Nueva York, donde por casualidad me encontré con un grupo de rehabilitación de drogadictos», recordaba en una entrevista con el diario El Mundo. Tras varios meses en Roma aprendiendo de su comunidad terapéutica, trasladó los conocimientos a Mallorca para comenzar su labor en la isla. Allí trabajan en la prevención y el tratamiento de las adicciones, en la rehabilitación de las personas afectadas y en la atención a sus familias.
Tomeu Català junto a la reina Sofía en Mallorca. /
Aunque hace unos años dejó la presidencia de la ONG, continúa como presidente de sus fundaciones y su labor ha sido reconocida con numerosos galardones. Català ha recibido, entre otros, la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma (2007); la Encomienda de Isabel la Católica (2002); la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Palma (2002); y el Premio Ramon Llull (1997).
Pero no fue su ímprobo trabajo ni su amistad con la reina Sofía lo que consiguió que su nombre saltara a los titulares a nivel nacional. Tomeu Català estuvo en boca de todos cuando se publicó que oficiaría en 2019 la esperada boda entre Rafa Nadal y Xisca Perelló . La ceremonia tuvo lugar en Sa Fortalesa, en Pollença, un antiguo castillo reconvertido en lujoso escenario de eventos.
«Me enteré de que era uno de los candidatos para casar a Rafa y a Xisca por la prensa. También de la hora de la ceremonia. Tuve que llamarles para saber si era cierto», relataba un risueño Català entonces, en una conversación con el Diario de Mallorca.
Su elección para oficiar la ceremonia se debió a que conocía a la familia del ya extenista desde hacía muchos años y al apoyo que esta había prestado a Proyecto Hombre. Como curiosidad, el abuelo de Rafa Nadal, que era director de orquesta, participó en numerosas ocasiones en conciertos en beneficio de esta asociación.