Los reyes Letizia y Felipe viven en Paiporta el momento más duro de su reinado: tratan de escuchar a los vecinos en medio de una lluvia de barro

Las imágenes no van a borrarse de la retina fácilmente. Contemplar a los reyes Felipe y Letizia llenos de barro tras recibir una lluvia de fango lanzado por valencianos indignados, denota la tensión que vive una ciudadanía comprensiblemente desesperada. Los monarcas resistieron como pudieron, mientras su seguridad les pedía volver a los coches. No lo hicieron, dispuestos a escuchar hasta a quienes les increpaban.

Puede ser uno de los momentos más duros que haya vivido la reina Letizia en calidad de consorte. Y, de hecho, las imágenes dejan testimonio de su resistencia en primera línea de la tensión: con barro en el pelo, en la cara y en la ropa, mientras escuchaba horrorizada el relato de una vecina de Paiporta, a la que la DANA le ha arrebatado su casa que necesita pañales, agua, comida.

No ha habido, esta vez, distancia, cordón de seguridad ni barreras metálicas entre los reyes Felipe y Letizia y los valencianos de Paiporta. El personal de seguridad sacó enseguida paraguas para proteger a los monarcas, pero no evitaron completamente los impactos. Uno de los escoltas de la reina llevaba una brecha en la frente. Ha sido una inmersión total en la cruda realidad.

Estas fueron las imágenes más impactantes, reflejo fiel de unos ánimos muy caldeados debido a la sensación de abandono que viven muchos vecinos de Paiporta. Hubo otras, claro, gracias a la decisión de los reyes Felipe y Letizia de resistir y escuchar a quien quisiera expresarse. Vimos vecinos derrumbados, llorando en brazos del rey Felipe, que trataba de razonar con los más enfadados. Las vecinas se acercaban a la reina Letizia, rogándole asistencia.

Mientras el rey Felipe aguantaba estoicamente las quejas desesperadas de los vecinos, la reina Letizia se ha visto superada en varias ocasiones por los relatos de los afectados por la DANA. La vimos estrechar las manos de algunas vecinas, conmocionada, y llorar ante la visión de tantas personas presas de la rabia y la frustración. Unos jóvenes, también muy afectados, dijeron a la reina: «No es por ustedes, señora; por ustedes no es».

La visita de los reyes Felipe y Letizia a las poblaciones más afectadas por la DANA preveía dos destinos: Paiporta y Chiva. Y aunque la situación durante la primera parada de la comitiva aconsejaba suspender (hubo paraguazos y patadas al coche oficial que evacuó al presidente Pedro Sánchez, que recibió un palazo en la espalda), los monarcas y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, decidieron quedarse.

Tras escuchar durante una hora a vecinos, incluidos algunos jóvenes que preguntaban al rey Felipe por qué no habían sido advertidos a tiempo, los monarcas volvieron a los coches para continuar con su recorrido, tal y como se había anunciado. La siguiente parada era Chiva, donde les esperaba ya una multitud de vecinos que, como sus paisanos de Paiporta se mostraban deseosos de expresar a los reyes su indignación.

Finalmente, por recomendación de los servicios de seguridad, los reyes Felipe y Letizia decidieron suspender definitivamente su visita y no acudir a Chiva, una visita que queda aplazada. Los disturbios que se provocaron en Paiporta disuadieron de llevar a término el plan inicial. Pero, además, las previsiones climatológicas no mejoraron a lo largo de la mañana. Los valencianos se preparaban para otra tarde-noche complicada.