TRAGEDIA DE LA DANA

La reina Letizia borra con una sonrisa el mal recuerdo de Paiporta y confiesa el objetivo de su visita a los vecinos Chiva, Utiel y Letur: «Estar con ellos»

Los reyes Felipe y Letizia le dieron la vuelta a la polémica visita a Paiporta, donde les arrojaron barro y objetos. En Chiva, Utiel y Letur casi todo fueron abrazos y vítores: ni rastro de la pasada tensión.

La reina Letizia atendió a varios medios de comunicación durante su visita a Chiva, una de las poblaciones afectadas por la DANA en Valencia. / gtres

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Los vecinos que hoy recibieron a los reyes Felipe y Letizia quisieron ofrecer la otra cara del pueblo valenciano a los monarcas, probablemente aún impactados por la explosión de ira, descontento y frustración de sus paisanos en Paiporta. No hubo nada de eso en Chiva y en Utiel, donde la comitiva real aterrizó fuertemente escoltada y en medio de un dispositivo de seguridad importante. Esta vez no hubo ocasión de mostrar indignación.

Policía y Guardia Civil, apostada estratégicamente, impedía a los ciudadanos acceder a los reyes de manera desordenada, aunque Felipe y Letizia quisieron acercarse al máximo a ellos. Estrecharon manos, dieron abrazos, escucharon quejas y consolaron a los valencianos, mientras su imponente euipo de segurodad impedía en todo momento que los reyes se vieran rodeados en exceso. Con su espalda libre en todo momento, se aseguró una vía de escape ante cualquier tipo de incidente.

Hubo, claro, enfados, pero tan rápidamente interceptados que no llegaron a desbordarse. El equipo de seguridad de Felipe VI y la reina Letizia retiró de la vía pública a alguna persona evidentemente enervada que podía contagiar su estado de crispación. Aunque los monarcas fueron recibidos con aplausos, vítores y sonrisas, también se escucharon tanto en Chiva como en Utiel gritos e insultos contra Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, que acompañaba cabizbajo a los monarcas.

El momento en que Candela le entrega a la reina una estampa de la Virgen del Castillo. / LIMITED PICTURES

La escena más tierna: Letizia y la niña Candela

Lo que quedará, sin embargo, de esta segunda visita de los reyes Felipe y Letizia a Chiva y Utiel será la escena, tiernísima, en la que una niña vestida de rosa se dirigió a la reina. Esta la abrazó y se fotografió con ella, y así lo hizo a renglón seguido el monarca. Gracias a la periodista Cristina López Schlichting, supimos que la niña se llama Candela y que sus padres cedieron su casa al programa de radio de Schlichting en plena inundación. «Ahora los Reyes la han abrazado en su pueblo y su abuela ha podido charlar con ellos. Generosidad con generosidad se paga», escribió.

En el programa de la mañana de La Sexta, Rosi, la abuela de Candela contó cómo había sido el encuentro con Letizia , en el que su nieta le regaló una estampa religiosa. « Letizia estaba muy contenta», confesó la señora, contentísima de la experiencia. «Le ha preguntado a Candela cómo se llamaba y ha estado hablando con ella. Candela le ha dado la estampa de la Virgen del Castillo para que nos proteja y les proteja. Han estado muy amables, muy amables. Son muy humanos«.

Letizia consoló a algunas vecinas en Chiva

El recorrido de los reyes Felipe y Letizia por las dos localidades valencianas estuvo controlado al milímetro y se minimizó el número de personas que podían acceder a ellos. Aún así, trabajadores que se afanaban en la reconstrucción de una de las casas y algunas vecinas pudieron contar a la reina sus cuitas y pudimos ver a muchas de ellas derramar lágrimas. El dolor, pese al tono general de alegría, seguía muy presente en los semblantes de muchos de los presentes.

Mercedes, una vecina de Chiva entrevistada en otro programa de televisión, manifestó también su satisfacción con la visita de los Reyes. «Han sido súper cariñosos», dijo. « Han dado la talla al cien por cien. Tenemos unos reyes de categoría. Nos han agradecido por cómo les hemos tratado». No fue la única que pudo saludar a los monarcas. De hecho, muchos vecinos insistían en tocar, sobre todo a la reina Letizia, como si el mero contacto les diera algo parecido a la suerte.

No todo fueron sonrisas en Chiva: el dolor seguía presente en el rostro de numerosos vecinos. / CASA REAL

Dispuestos a borrar el mal sabor de boca que dejó su accidentada visita a Paiporta, los reyes Felipe y Letizia no quisieron dejar a nadie sin saludar y se detuvieron más tiempo del previsto con los vecinos. Además, de manera también bastante excepcional, aceptaron contestar a preguntas del periodista de Onda Cero Carlos Alsina, quien retransmitía en directo desde la plaza del Ayuntamiento de Chiva. «¿Qué mensajes traen los Reyes?», preguntó a la reina Letizia, en el momento en que pasó cerca de su micrófono.

«Escuchar. Estar. Compartir. Estar con ellos. Seguir manteniendo aquí la atención, esa atención que tiene que ser constante y no puede nunca decaer», respondió la reina Letizia, dejando claro que respaldaba al cien por cien el insistente mensaje que los valencianos le han trasladado constantemente: que no les olviden.

A continuación, el rey Felipe quiso también responder a alguna pregunta del periodista. «Esto ha tardado mucho tiempo, hay que mantener la atención... Yo creo que hay que estar cerca de los ciudadanos en todo momento, sufriendo con ellos y apoyándoles en todo momento», dijo.

El rey Felipe también quiso consolar con algún que otro abrazo a algunas vecinas de Chiva y Utiel. / CASA REAL

Tenía razón. A tres semanas de las riadas producidas por la DANA que asoló parte de Valencia y algunas zonas de Albacete, siguen sin aparecer 11 personas que se suman a los 219 fallecidos. Solo en Chiva, 130 edificios han sido desalojados y en 20 de ellos nadie podrá volver a vivir en ellos: deberán ser demolidos. En muchos pueblos el alcantarillado sigue taponado con fango y los garajes, aún anegados, se han convertido en foco de infecciones.

Posibles infiltraciones desde estas acumulaciones de barro al suministro de agua impiden abrir el grifo para beber: el ir y venir de agua embotellada continúa. Unos 18.000 trabajadores no pueden acudir a sus puestos de trabajo y 1500 empresas se han acogido a ERTES, mientras que 12 kilómetros de carreteras y 120 de vías de tren continúan cerrados. Como bien dice el rey Felipe, aún hay mucho por hacer.