MARQUESA DEL DRAMA Tamara Falcó y las tres bodas de la polémica: por qué todas las cosas importantes de su vida pasan mientras otras se casan

A lo largo de la última década, las bodas de la alta sociedad se han convertido en el espectáculo favorito de las amantes de la moda, el lujo y el romanticismo. La tradición exige que la novia sea la protagonista, pero cada vez son más relevantes las invitadas, sobre todo si se llaman Tamara Falcó Preysler . Su presencia revaloriza inmediatamente una ceremonia, como ha demostrado en 2022 y parte de 2021.

A lo largo del año, la pareja formada por Íñigo Onieva y Tamara Falcó ha adornado como ninguna el álbum viral de las novias en Instagram. Y no solo porque su vestido merezca casi siempre comentario. Lo cierto es que las circunstancias sentimentales de la hija de Isabel Preysler han procurado un suculento contenido extra en muchas de las ceremonias.

Tamara Falcó fue la estrella de la boda de Isabelle Junot con su primo, Álvaro Falcó, aunque Íñigo Onieva rompiera la exclusiva mostrando en Instagram el vestido de la novia antes de tiempo. La heredera oficial de Isabel Preysler recibió el ramo en este boda, y también en la de Casilda Aguilera y Yago Antón y en la de su primo Álvaro Castillejo con Cristina Fernández de Torres.

Gracias a la presencia de Tamara e Íñigo, también tuvo su momento viral la boda de Alejandra Rubio del Barrio, desconocida hasta ese momento, o de Alejandra Fenwick, prima de Onieva. En Ciudad Real, en la boda de Felipe Cortina, hijo del fallecido empresario Alfonso Cortina, y Amelia Millán, Tamara falcó fue aclamada como una estrella del pop. En realidad, la primera boda a la que Tamara e Íñigo asistieron como pareja fue la de Jaime Arena y Beatriz Ayuso Cortina, en mayo de 2021. Causaron sensación.

No son, sin embargo, estas bodas las que más contenido viral han generado, gracias sobre todo a la apasionante vida sentimental reciente de Tamara. Otras tres ceremonias han colocado a la chef y marquesa en el foco de atención, a pesar de no ser la novia, madrina o testigo. Esa es la gran paradoja de la Preysler del siglo XXI: por más bodas a las que acuda, no termina de cumplirse su sueño de casarse y formar familia.

La boda que Tamara y media España tardará en olvidar se celebró el 23 de septiembre de este año en la localidad madrileña de Aravaca. De hecho, la llegada de Falcó y Onieva al banquete se retransmitió en directo en televisión y pudimos verla a ella, con un precioso vestido granate y flor blanca en el pelo, y contemplar cómo él negaba ante las cámaras haber besado a una chica en el festival Burning Man.

Las crónicas contaron que Tamara e Íñigo disfrutaron la fiesta, aunque el famoso vídeo de él besándose con otra en pleno desierto circulaba a toda velocidad entre los móviles de los invitados. Esa noche, como sabemos, fue el principio del fin, pues hasta la misma Isabel Preysler confirmó a su hija que Onieva mentía en directo y en diferido. A la mañana siguiente, Tamara salió con lo puesto en dirección de la casa de su madre.

La siguiente boda señalada a fuego en el calendario de Tamara Falcó se celebró el 7 de noviembre en Abu Dhabi y, dicen, en presencia del mismísimo rey emérito Juan Carlos I. La marquesa de Griñón acudió a Doha, la capital de Catar, para asistir a un concierte de su hermano Enrique Iglesias y, además, estaba invitada a la boda de su íntima amiga Khali El Assir Fernández-Longoria con Juan José Franco Suelves.

Gracias al escrutinio de la agenda de Hugo Arévalo y Tamara Falcó, y a las filtraciones de sus amigos y conocidos, sabemos que el inversor acompañó a Tamara en este viaje y fue su pareja en la boda de Khali y Juan José. De hecho, parece que muchos invitados les tomaron por novios, dada su familiaridad, y que incluso fue en esta boda cuando Hugo besó por primera vez a Tamara.

Por supuesto, no podía terminar 2022 sin que otra boda trajera noticias sentimentales para la marquesa de Griñón, la mujer que más bodas presencia a lo largo del año sin que termine de recibir una propuesta de matrimonio a su medida. A la ceremonia matrimonial de Cristina Reyes acudió con su hermana, Ana Boyer, y con su madre, Isabel Preysler (Reyes es su estilista).

Desafortunadamente, mientras Tamara Falcó disfrutaba despreocupadamente de una boda más, Hugo Arévalo se marcaba un Íñigo Onieva en la discoteca promocionada por este y con una rubia amiga suya. Parece que hay testigos de un beso a altas horas de la madrugada en una pista de baile, aunque Arévalo lo ha negado. Y que Onieva se retira de la reconquista. Lo ponemos en duda. Este triángulo promete seguir dando que hablar en las bodas de 2023.