Tamara Falcó rompe con Netflix y atrasa la fecha de su boda: las razones secretas de estas dos importantes decisiones

Tamara Falcó ha dicho no a Netflix y La marquesa no tendrá continuación en Netflix. A pesar de que el estreno de la primera temporada fue acogida con mucho interés (todo lo que hace la hija de Isabel Preysler lo tiene) y que se esperaba que la segunda superara a la anterior (al fin y al cabo iba a recoger su crisis, ruptura y reconciliación con Iñigo Onieva) , los fans de la marquesa de Griñón se van a quedar con las ganas.

Mujer Hoy se ha puesto en contacto con la productora Komodo Studio, responsable de la serie que lleva a la pequeña pantalla la vida de la marquesa (además de otros proyectos como Yo Soy Georgina), y nos confirman que «en principio, no va a haber segunda temporada».

La versión oficial de esa relación interrumpida tiene que ver con la apretada agenda de la ganadora de MasterChef Celebrity. Según avanzaba Vanitatis, citando fuentes cercanas a Tamara, «la falta de tiempo y el vaivén vital de los últimos meses de la hija de Isabel Preysler» serían las razones para interrumpir la relación entre la marquesa y la plataforma de contenidos audiovisuales.

La noticia salta el mismo día en el que se confirma definitivamente algo que era un pequeño secreto a voces: que su boda va a sufrir un retraso. Aunque inicialmente se habló del 17 de junio, el enlace tendrá lugar el 8 de julio, tres semanas más tarde. En este caso, las razones del cambio están relacionadas con las agendas de terceros: «Para nosotros es importante contar con nuestros seres queridos y algunos familiares no podían venir en la primera fecha planteada, por razones de causa mayor», explica Tamara en una entrevista concedida a la revista ¡Hola!

Aunque la fecha cambia, el sitio permanece. El lugar elegido para darle el 'sí, quiero' a Onieva sigue siendo El Rincón, el palacio que le dejó su padre en herencia y que también sirvió de escenario para los enlaces de Carlos Falcó con Esther Doña y de Julio José Iglesias con Charisse Verhaert.

En ambos casos, las razones que se dan (en el primero por fuentes cercanas a la marquesa y en el segundo de la boca de la propia interesada) son las versiones oficiales, pero existen otras bien distintas que se barajan, especialmente relacionada con la decisión de Tamara de interrumpir la relación con Netflix.

Es cierto que preparar una boda es complicado (cualquiera que haya tenido ese reto en la vida lo sabe) y es verdad que la agenda de Tamara Falcó debe de ser una de las más completitas en este país: eventos, fotografías, viajes al Polo, recuperar el tiempo perdido junto a su prometido… Si a eso le añadimos su participación en 'El Hormiguero' (que se ha convertido también en una perfecta plataforma para comunicar cambios en su vida), entendemos que encontrar espacio para otros proyectos es complejo.

Sin embargo, hay otras versiones sobre por qué la hija de Carlos Falcó habría detenido un proyecto (en marcha desde septiembre del año pasado) que tienen que ver con algunos cambios en la vida de la marquesa, pero sobre todo en la de las personas que la rodean.

Si uno de los asuntos más jugosos que debía recoger la segunda temporada de La Marquesa, a priori, era contemplar los testimonios de Tamara Falcó y (sobre todo) Iñigo Onieva en relación a su ruptura, su via crucis (cada cual a su manera) y su reconciliación, hay otra crisis más reciente en la familia que también debería aparecer en el docureality de la marquesa y que podría ser un ausnto peliagudo: la protagonizada por su madre, Isabel Preysler, y Mario Vargas Llosa.

Ha sido, y sigue siendo, uno de los culebrones del momento: el fin de la relación del escritor y la madre de Tamara continúa trayendo cola. El cruce de reproches entre ambos avivan heridas. El último, hasta el momento, ha sido el que ha verbalizado la socialite a través de las páginas de la revista ¡Hola! donde estalla contra Llosa: « Se reía de Tamara Falcó. Meterla en esto es caer muy bajo, ha traspasado los límites», explicaba refiriéndose al relato del peruano Los Vientos.

«Mario añadió dos párrafos a su famoso cuento de enero. Hablaba de las islas Marquesas y se reía de ella, una niña que solo ha sido amorosa con él», cuenta. El desencuentro entre ambos está teniendo un reflejo gráfico estos días en París, donde el Nobel de Literatura se encuentra arropado por toda su familia.

El autor de La fiesta del chivo se encuentra esto días en la capital francesa porque este jueves, 9 de febrero, asistirá a la recepción de ingreso en la Acedmia Francesa. «Con mis padres en París, en vísperas de grandes acontecimientos», escribía su primogénito, el ensayista Álvaro Vargas Llosa, en su cuenta de Twitter, para certificar que nunca antes los Llosa habían estado tan unidos

Las imágenes familiares y los desplantes de Patricia Llosa con la prensa siguen acumulando titulares. Casi tantos como la presencia mañana en el acto del rey emérito y la infanta Cristina que habrían confirmado su asistencia.

«Con mis padres en París, en vísperas de grandes acontecimientos», compartió el primogénito de ambos, el ensayista Álvaro Vargas Llosa, en su cuenta de Twitter.

Por su parte, la fotógrafa Morgana Vargas Llosa, hija del Nobel, escribía hace unos días en sus redes: «Rumbo a París. A pesar de todas las cosas duras que están ocurriendo, también hay motivos para celebrar la vida», compartía.

No sabemos si todas esas cosas duras que están ocurriendo se refieren a las que están salpicando a su padre, y tampoco si toda esa polémica tiene que ver con la decisión de Tamara de frenar el proyecto de su serie en Netflix. Lo que sí sabemos es que todo ese asunto no habrá remado a favor y que, de momento, tampoco habrá segunda parte. Y enfatizamos ese «de momento», porque en la vida de Tamara todo puede cambiar de un día para otro y, es su caso, segundas partes siempre son posibles e incluso puedes ser buenas.