donde las dan, las toman No hay perdón: la fría venganza del príncipe Joaquín de Dinamarca con su madre la reina Margarita

La reina Margarita no atraviesa su mejor momento: aún sobrevive a dos eventos casi igual de traumáticos, la operación de espalda que la va a tener postrada durante los próximos meses y la tensión que aún palpa en el ambiente entre ella y su hijo el príncipe Joaquín de Dinamarca .

La crisis de los príncipes desheredados parece no tener fin, entre otras cosas. porque cada paso que se da en la corte danesa confirma lo que los exiliados en París ya sospechaban: que no pintan nada en los planes de la reina.

La propia convalecencia de la soberana es una confirmación de este punto. Ante su invalidez y la ausencia del país de los dos príncipes herederos, la princesa Mary Donaldson y el príncipe Federico (que se encuentran en India de viaje oficial), la monarca danesa tenía dos opciones para escoger a su sustituto: su hermana la princesa Benedicta (undécima en la línea de sucesión al trono) o su hijo, el príncipe Joaquín. Escogió a la primera.

Al otro lado del mapa europeo, desde París, los caídos en desgracia Joaquín y Marie, digieren como pueden su escaso papel en la corte danesa y no es difícil imaginar que este tipo de decisiones no les han caído bien: pareciera que además de haber rebajado a sus hijos de príncipes y condes ellos mismos también habrían perdido su estatus de altezas reales. Pero esta pareja no es precisamente de las que se quedan de brazos cruzados.

La propia reina Margarita ha confesado en los medios que no ha sido la mejor de las madres para su «segundón». Por su parte el príncipe Joaquín también ha dicho ante la prensa en alguna ocasión que admira al príncipe Harry y su decisión de abandonar a los Windsor para salvaguardar a su familia y su salud mental.

No es extraño que entre las confesiones del uno y de la otra el mundo gossip maneje la posibilidad de que Joaquín y su mujer no solo no vuelvan a pisar Dinamarca nunca, sino que además abandonen Europa.

Ni la noticia de que su madre ha sido de alta del Rigshospitalet ha provocado una reacción en los exiliados franceses. de hecho, la prensa danesa está impresionada por un detalle: el príncipe Joaquín no ha visitado a su madre en el hospital

Se podría decir que donde las dan las toman. Cuando el propio príncipe Joaquín sufrió un ictus en plena pandemia y la reina Margarita no acudió a visitarlo a su residencia de París, se podría decir que estaba sentando un precedente peligroso en su relación como madre e hijo.

Pero sin duda el mayor de los desplantes ha sido la retirada de los títulos a los hijos de Joaquín con el fin de allanar el camino al futuro reinado del príncipe Federico. Para facilitarle la vida su heredero, se la complicó a parte de sus nietos, que tras pasar su vida bajo los focos ahora se les alienta a que mantengan un perfil de persona privada, una tarea casi imposible.

El último intento de Joaquín por mantener la fachada de una familia real unida lo dio en Navidad, cuando se presentó (eso sí, solo) a la comida de año nuevo en Copenhague que organizaba su madre. Pero no hubo posado ni con su hermano ni con su madre.

Desde entonces parece que el príncipe ha desoído las llamadas de palacio. Tanto es así que dejó en ridículo a la organización de la Casa Real danesa cuando se presentó en el funeral de Constantino de Grecia después de que los servicios de prensa oficiales anunciaran que no iba a acudir.

Sin pretenderlo el doble rasero de la reina en el trato de sus dos hijos ha abierto la caja de Pandora, esa que permite ahora a los hijos de Joaquín un perfil público en Instagram en el que cuelgan fotos familiares y publican lo que quieren. Una auténtica pesadilla para los servicios de prensa de cualquier Casa Real.

El hombre que confesó ante las cámaras que la decisión de su madre de adelgazar la familia real por la vía de los hechos y sin consultas ni miramientos no se había ejecutado de «una forma decente», ha decidido copiar la misma escuela que su madre.

Ahora el príncipe Joaquín hace lo que le viene en gana y sin contar sus planes a nadie. Si en la corte no cuentan con él, él no cuenta con la corte. Y su ausencia al lado de su madre en un momento tan complicado, es la primera pista de lo que está por venir.