GUERRA Y SECRETISMO Por qué la heredera de la Casa de Medinaceli no se puede casar en sus palacios (como hizo este fin de semana la hija del duque de Segorbe)

Una familia escindida por la mitad. En guerra está la Casa de los Medinaceli . Y eso es lo que se escenificó este fin de semana en Casa de Pilatos, donde sí pudo celebrar su boda Sol de Medina Orléans Braganza , condesa de Ampurias, con Pedro Domínguez Manjón. Un escenario que no pisará, sin embargo, su prima, Victoria de Hohenlohe , duquesa de Medinaceli, que contraerá matrimonio en octubre en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera.

Sol de Medina, con un vestido color champán de sus diseñadores fetiche, Victorio & Lucchino, lució la tiara de perlas y diamantes de la familia Medinaceli, que también llevó en su boda Laura Vecino , con Rafael Medina, hijo del duque de Feria y Naty Abascal. Ni él ni su hermano Luis estuvieron presentes en la boda de su prima Sol, pues están enfrentados en los tribunales con el padre de esta, el duque de Segorbe.

Ignacio Medina y Gloria Orléans-Braganza , casaron a su hija en Casa de PIlatos, en Sevilla, la joya de la corona de los Medinaceli, pero no será el caso de Victoria de Hohenlohe, pese a ser quien ostenta este título. Tanto sus primos como ella han sido excluidos de la fundación que engloba otras propiedades como el Hospital de Tavera de Toledo, donde se casaron Rafael Medina y Laura Vecino; el Pazo de Oca, en Pontevedra o la capilla del Salvador en Úbeda.

En Mujerhoy nos pusimos en contacto recientemente con la Fundación Casa Ducal de Medinaceli para recabar información sobre el enlace de la aristócrata con el franco-argentino Maxime Corneille. En la mencionada fundación se limitan a decirnos que «no podemos dar ningún tipo de información ni pasarle con nadie para hablarlo». Ante la pregunta de si emitirán un comunicado, nos respondieron que «no sabemos nada al respecto». Acercar posturas, por lo tanto, no parece entrar en la ecuación por el momento.

Según ha publicado Vanitatis, el escenario elegido para celebrarlo ha sido la finca Salto al Cielo, pero puestos en contacto con ellos, nos han manifestado que «no disponemos de información al respecto». De ser así, estaríamos hablando de un grupo agroalimentario fundado por Luis López de Carrizosa-Ybarra en 1967, del que la finca es el epicentro.

Según leemos en su página web, «pertenece a la familia desde mediados del siglo XIX. Cuentan archivos y leyendas que allá por el siglo XVIII los monjes cartujanos mandaron a construir la segunda Cartuja de Jerez, que finalmente terminó en una pequeña capilla a sólo 8 kilómetros de la Cartuja de Nuestra Señora de la Defensión».

Y añaden: «Su enorme cúpula otea impasible la campiña jerezana y el curso del río Guadalete, mientras que en su interior dice la leyenda que los monjes enfermos y moribundos esperaban con calma el definitivo «Salto al Cielo». Ya en el siglo XXI, esta capilla y la hermosa finca que la rodea son el ejemplo de que tradición e innovación significan garantía de futuro».

El lugar es ideal para Victoria de Hohenlohe, quien siempre se ha caracterizado por una enorme discreción y apenas hay fotografías suya de su vida en Madrid. De una manera deliberada ha buscado un anonimato del que le priva la genealogía de la aristócrata, cuya lista de invitados es un gran misterio. Ni su primo Luis Medina, ni la que fuera su tía política, Naty Abascal , quisieron confirmar a Mujerhoy su presencia en el enlace.

Tras la boda de Sol de Medina, sí que podemos sacar algunas conclusiones: asistirán a la suya la mayoría, por no decir todos, los que no estaban invitados a la boda de la hija del duque de Segorbe, en la que brilló especialmente Isabel Preysler con un look con ciertas reminiscencias al estilo de la jequesa de Catar.

Una persona muy allegada a Mimi de Medinaceli , de quien Victoria de Hohenlode heredó el título, nos insiste en que «por el propio título y por la herencia, la familia está dividida. Pese a sus diferencias, no les gusta airear sus problemas». De hecho, serán los tribunales los que dictaminen cómo se reparte esa herencia envenenada. Otra cosa muy distinta son las heridas familiares, que no parece que vayan a cicatrizar fácilmente.

Se da por hecho que a la boda de Victoria de Hohenlohe asistirán los duques de Huéscar , con quienes los novios estuvieron en una fiesta privada celebrada en el Palacio de las Dueñas la pasada Feria de Abril. Y una larga de aristócratas con los que la familia está emparentada, que subrayarán el lado glamouroso y festivo que no logra, sin embargo, hacer desaparecer la guerra civil familiar.

Cuando falleció Mimí de Medinaceli en 2013 se abrieron todos los frentes. Su único hijo vivo, Ignacio, duque de Segorbe, llevó a los tribunales a su sobrina nieta, la actual duquesa de Medinaceli, por este título perdió.

La ley aprobada el 30 de octubre de 2006 sobre la igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de los títulos nobiliarios determina que «tienen igual derecho a suceder en las Grandezas de España y títulos nobiliarios, sin que pueda preferirse a las personas por razón de su sexo en el orden regular de llamamientos».

Debemos recordar que Victoria no solo heredó ese título, sino los demás que también ostentaba Mimi de Medinaceli. Lo que está aún por determinarse es el reparto de la herencia, que también enfrenta al duque de Segorbe con sus sobrinos, Rafael y Luis Medina; Victoria y Casilda Medina Conradi, hijas a su vez de Luis de Medina y Fernández de Córdoba y Mercedes Conradi Ramírez.

El testamento de Mimi de Medinaceli fue redactado en 2003 y ratificado en 2012. Entre los herederos se encontraban no solo su hijo, también cuatro nietos y dos bisnietos. Como gestor de la Casa Medinaceli y, por lo tanto, del patrimonio familiar, no llegó a un acuerdo para dar a cada uno de los herederos su legítima, porque consideraba que eso suponía dispersar el patrimonio.

Fue en septiembre de 2021 cuando comenzó en Sevilla el juicio por el reparto de la herencia. Tres meses más tarde, en diciembre, llegó la sentencia del juzgado número 12 de primera instancia de Sevilla que determinó que los herederos que litigaban contra el duque de Segorbe debían recibir una parte mayor de la herencia. Esta decisión está recurrida a la Audiencia Provincial de Sevilla. Continuará…