
Vestido camisero de seda y botas Shark Lock, de Givenchy. Los pendientes de aro con logo son de Hermès.
RESORT DE LUJO
Vestido camisero de seda y botas Shark Lock, de Givenchy. Los pendientes de aro con logo son de Hermès.
RESORT DE LUJO
Hace años que el concepto de crucero o resort dejó de ser patrimonio exclusivo del léxico fashionista de las insiders para acaparar titulares y atrapar con sus seductoras propuestas y escenarios espectaculares a un público que, cada año a mitad de temporada, sueña con ver las colecciones más atractivas de los Métiers d'Art de Chanel , de Louis Vuitton de la mano de Ghesquiere o del Dior de Maria Grazia Chiuri .
Todas las grandes firmas de costura tienen su momento 'resort' para brillar con luz propia entre las insiders de la moda (y las multimillonarias) en escenarios de ensueño y fuera del circuito maratoniano de las grandes semanas de la moda. Esa quizá sea, precisamente, la esencia que tanto nos fascina: están fuera de calendario y no se circuscriben a los estrictos cánones de la pasarela. La libertad, la creatividad y el espectáculo son la clave.
Precisamente, las colecciones crucero nacen para ocupar ese vacío existencial y fashionista que nos queda entre las presentaciones en el circuito tradicional de las colecciones primavera-verano (en invierno) y otoño-invierno (en verano). Estas propuestas de lujo se presentan entre mayo y junio, antes de que la Alta Costura despliegue sus alas, y se ponen a la venta antes de final de año, cuando las grandes fortunas hacen sus maletas para cambiar el frío europeo (o norteamericano) por los climas tropicales.
Y es que, ¿dónde íbamos a encontrar un maravilloso vestido de lino o un nuevo look de 'after beach' para disfrutar de Seychelles en enero si no fuera por las colecciones resort? ¿Cómo iban a vestir con novedades las muy ricas del hemisferio sur en su verano austral mientras en Europa, donde están los ateliers de las grandes casas de costura, las temperaturas se desploman?
Como las líneas pre-fall, los adelantos de otoño que se ponen a la venta a mitad de verano, las colecciones crucero (que a veces funcionan como aperitivo de las principales) son algo más asequibles. Eso, unido a que las propuestas suelen estar dotadas de mayor libertad creativa y gracias a la espectacularidad viral de los shows en los que se presentan, desde hace años los looks y accesorios de las resort son un auténtico bombazo y un éxito de ventas.
Camisa y short de tweed, de Maje; sandalias de Manolo Blahnik y collar de concha, de Swarovski.
Traje de tres piezas, de Chanel; camiseta metalizada de Maje y gafas de sol con apliques, de Dolce&Gabbana. El brazalete y los pendientes de plata son de Tous.
Vestido con volantes y lentejuelas, de Celine; anillo de oro y tsavoritas, de Grassy; y pendientes de Swarovski.
Camisa y minivestido de lana y lentejuelas, de Max Mara; sandalias de Hermès, pendientes de Tous y reloj Première Edition Originale de Chanel.
Camisa de seda asimétrica y pantalón, de Fendi; broche de Swarovski y gafas de sol Symbole, de Prada.
En la página siguiente, camisa y chaleco de organza bordado, de Giorgio Armani; pantalón de Roberto Verino y zapato Gatsby destalonado de Aquazzura.
En la página anterior, blazer de Ynés Suelves; top y faldade punto, de Guess; anillos y pendientes, de Grassy; y sandalias de Jimmy Choo.
Top y falda de lentejuelas, de Isabel Marant; y brazalete de plata, de Hermès.
Top con chaleco y falda cruzada, de Hermès; sandalias de Isabel Marant, collar de Suma Cruz y pulsera de conchas, de Swarovski.