Elisabeth de Bélgica con joyas de reina. /
La principal competencia de la princesa Leonor ha demostrado que está preparada para ser una de las royals mejor vestidas. Elisabeth de Bélgica es una de las herederas más codiciadas de uno de los tronos europeos y los looks elegidos para cada cita especial confirman que también promete hacerle la competencia a la reina Letizia .
Y el último ha sido un vestido de Navidad precioso que merece mención aparte. Ha sido en el tradicional concierto de Navidad que dieron sus padres los reyes Felipe y Matilde, una cita muy especial donde ha llevado un espectacular vestido de terciopelo y joyas con significado.
La princesa ha regresado de Estados Unidos, donde se encuentra estudiando un máster, para pasar las fiestas con su familia. Y la primera cita de esta época tan entrañable ha sido el concierto que ha tenido lugar en el salón del trono del palacio real de Bruselas.
Los reyes y sus hijas participaron en este evento en el que lucieron algunas de sus mejores galas. Tal fue el despliegue, que la reina Matilde cedió todo el protagonismo a Elisabeth, quien tras alcanzar la mayoría de edad ha adquirido mucha más presencia en su papel como heredera.
La familia real belga en el concierto de Navidad. /
Frente al vestido rojo de su madre y el plateado de su hermana, Elisabeth acaparó todas las miradas gracias a un diseño de terciopelo con el que estaba guapísima. La joven escogió el granate, el color tendencia de la temporada y uno de los favoritos para las fiestas navideñas, y el terciopelo, otra de las tendencias del momento.
Y lo hizo con un diseño largo, de manga francesa, escote recto y con pliegues y con una silueta marcada en la cintura. Una prenda perfecta para las fiestas navideñas que elevó con unos salones a tono, bolso tipo clutch y joyas espectaculares y con mucho significado, piezas dignas de reina.
El protagonismo se lo llevó la pulsera que llevaba en su mano derecha, que es un brazalete que perteneció a la reina Fabiola y que está formado por una franja central de rubíes y dos de diamantes a los lados. Una joya que iba en perfecta sintonía con el vestido y que la mujer del rey Balduino recibió como regalo de bodas de sus cuñados, los reyes Alberto y Paola, abuelos paternos de la princesa Elisabeth.
Después de la muerte de la reina Fabiola, la pulsera pasó al joyero de Matilde de Bélgica, al que también tiene acceso, como vemos la princesa Elisabeth. La joven lució también unos pendientes a juego que quedaban a la vista gracias a un semirecogido. ¡Estaba guapísima!
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