Irene Urdangarin ya no es una niña. Al igual que su prima la princesa Leonor, la hija pequeña de la infanta Cristina alcanza la mayoría de edad este año y su llegada a los 18 no solo ha supuesto la aceleración del divorcio de sus padres , sino que también le abre las puertas a una nueva etapa. Una nueva vida estudiando en la mejor escuela de hostelería del mundo y generando un interés especial por la que es la nieta más desconocida de los eméritos para los medios de comunicación.
A pesar de que el foco siempre ha estado centrado en sus primas Leonor y Sofía y el puesto de influencer royal lo tiene Victoria Federica -que tiene nuevo novio-, las últimas apariciones públicas de Irene han hecho que su imagen genere más expectación de la esperada. Y el motivo principal es que ha sufrido un espectacular cambio físico con el que ha dejado atrás a su imagen más aniñada y ha dado paso a una mujer que sigue las tendencias del momento y que promete ser toda una it girl a la que seguir sí o sí la pista. ¡Te contamos las claves de esta evolución estilística!
No todos los días se cumplen 18 años y aunque este acontecimiento llega en un momento amargo con el inminente divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, Irene podrá celebrarlo junto a sus familiares y amigos. Al parecer, lo hará a mediados de junio, en una celebración íntima a la que acudirá la reina Sofía y otros miembros de la Casa Real como su tía la infanta Elena y sus primos Victoria y Froilán.
Un acontecimiento del que estamos deseando ver cómo se desenvuelve estilísticamente hablando la joven. Y es que, aunque han sido pocas y muy discretas, las últimas veces que ha sido fotografiada nos han dejado claro que Irene ha heredado ese estilo royal que tanto nos gusta y que su destacado físico -con un 1,80 de alto, unos impresionantes ojos azules y una melena rubia preciosa- la van a hacer protagonista de un sinfín de portadas.
Desde bien pequeña, Irene le hacía la competencia a sus primas en las contadas ocasiones que las hemos visto juntas. Es tan solo unos meses mayor que Leonor y un par de años mayor que Sofía y lo cierto es que nunca se ha quedado atrás. Lo ha hecho siempre con looks más aniñados que seguían ese protocolo tan estricto que marca la realeza y que mantiene el estilo clásico del que tanto presumen las hijas de los reyes de España.
Vestidos por encima de la rodilla y bailarinas eran las piezas más protagonistas de su armario, sin embargo, con el paso de los años y, teniendo en cuenta su vida en Ginebra alejada de la realeza, Irene se ha ido despegando de ese estilo royal. Poco a poco, la hija de Cristina e Iñaki ha ido incluyendo prendas propias de una chica de su edad y que siguen las tendencias del momento y ha lucido looks que no han tardado en ser aplaudidos.
Cambió las bailarinas por las zapatillas. Entre sus favoritas están las Converse, las Adidas y las Golden Goose, unas zapatillas virales que se llevan muchísimo y que superan los 400 euros. También dejo a un lado los vestiditos mini para dar paso a los pantalones fluidos y anchos, confirmando así que los outfits cómodos son los absolutos protagonistas de su día a día.
Y sí, nada de blazers y chaquetas elegantes, el abrigo favorito de Irene Urdangarín es la biker de cuero en color negro. Ese básico que le hemos visto varias veces y que es una prenda de fondo de armario que nunca pasa de moda. Combina a la perfección con sus looks de diario a los que les da con ella un toque sofisticado y rockero. ¡Le queda de maravilla!
Pero esta evolución estilística no solo se ha visto reflejada en el armario, también en el cabello. Y este cambio de look que le fichamos a inicios de 2023 es la prueba de que Irene ya no es una niña. Durante toda su niñez y adolescencia, la nieta favorita de la reina Sofía lució su melena rubia en un corte bob con bastante volumen que llevaba siempre a la altura de los hombros.
Un corte de pelo muy royal y del estilo que lucían Leonor y Sofía, con quienes compartía también el color: un rubio frío envidiable. Sin embargo, con el paso de los años, la joven ha querido unirse a la tendencia de las melenas XL y, al igual que Victoria Federica y la infanta Sofía, se ha pasado al pelo larguísimo. Fue en su reaparición durante el funeral de Constantino de Grecia cuando la vimos presumir de una melena a la altura de la parte baja de la espalda.
Fue esta cita -en la que vimos a la familia real reunida y casi al completo- donde Irene confirmó esta transformación física de la que estamos hablando. Reapareció hecha toda una mujer, acompañada de sus hermanos y derrochando belleza, estilo y elegancia.
A pesar de que llevaba un look de luto formado por prendas exclusivamente negras, marcó la diferencia con un medias tupidas y unos zapatos de tacón de charol. Lo mismo ocurrió en la noche anterior al funeral, donde fue fotografiada con unos pantalones de pernera ancha y botines de tacón, presumiendo de una figura esbelta y estilosa.
Unas semanas antes de esta reaparición, Irene asistía a un concierto navideño en el Auditorio Nacional de Madrid junto a su abuela la reina Sofía. Allí, comprobábamos que su chaqueta favorita es la biker de cuero y que le encanta jugar con su melena XL, la cual lució esta vez rizada y en una coleta. Además, encontramos la copia low cost de esos pendientes tan bonitos con los que completó el look al más puro estilo influencer.
Por último, tenemos que hablarte de su look más viral. Se trata de aquel que llevó para el viaje que hizo parte de la familia real para visitar a Juan Carlos en Abu Dabi . Elena y Cristina y sus respectivos hijos estuvieron el año pasado haciendo compañía al emérito y en la única fotografía pública del encuentro, pudimos ver que Irene había llevado un vestido de Zara que también tiene la infanta Sofía.
Se trataba de un diseño en color blanco, de cuello redondo, con manga francesa y un cuerpo fluido con volantes muy favorecedor. Una prenda que combinó con las zapatillas Golden Goose, un brazalete dorado y coleta. Una prueba de que Irene Urdangarin también le gusta comprar en el low cost y de que promete ser una it girl con mucho estilo que no nos va a dejar indiferente.
20 de enero-18 de febrero
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