La infanta Cristina en el enlace de Victoria López-Quesada. / Limited pictures

Enlace royal del año

El look de la infanta Cristina en la boda de Victoria López-Quesada: sofisticado, elegante e inspirado en una diseñadora internacional

La infanta Cristina ha sido una de las invitadas que más expectación ha generado en la boda de Victoria López-Quesada. Su imagen llegando al banquete en el coche conducido por su hermano, el rey Felipe, ha sido de las más comentadas.

Prima e íntima amiga de la madre de la novia, Cristina de Borbón-Dos Sicilias, la hija menor de los reyes eméritos ha lucido un look elegantísimo y sofisticado, perfecto para una ocasión tan importante. Formado por blusa blanca de inspiración masculina y falda estampada, la infanta estaba realmente guapa.

Un look que guardaba cierta similitud con el de su madre doña Sofía –el de la reina emérita era en realidad un vestido con flores en 3D– y cuya falda con print de efecto desteñido resulta moderna y muy moda. Completaba su estilismo de invitada royal con collar y pendientes de diamantes, broche y un clutch metalizado.

La hermana menor del rey Felipe VI, con quien llegó en un coche conducido por él mismo para sorpresa de muchos, fue una de las más elegantes de la boda de su «sobrina» Victoria López-Quesada. Ataviada con un look muy sofisticado y glamouroso, la madre de Irene Urdangarin, que llegó en otro coche conducido por su hermano Juan, destacó por su estilismo ideal.

El look de la infanta Cristina y su guiño a una diseñadora internacional

Formado por una camisa blanca de inspiración masculina y con los primeros botones desabrochados, la combinaba con una falda larga de estampado en tonos azules y efecto tie-dye (desteñido) que le otorgaba al estilismo un aire clásico y cool.

No obstante, se trata de un look que se inspira claramente en el más icónico de Carolina Herrera, la diseñadora que convirtió el combo de blusa masculina blanca y falda larga en un símbolo de elegancia y sofisticación eternas. Fue el estilismo lucido, por ejemplo, por la reina Rania de Jordania en la boda de don Felipe y doña Letizia. Y la infanta Cristina lo llevó en al boda de la ahijada de su hermano con ese glamour que exhibe últimamente en las ocasiones más especiales.

La infanta Cristina junto a la reina Sofía en la boda de Victoria López-Quesada. / limited pictures

Así lo vimos también en el enlace de Teresa Urquijo y José Luis Martínez-Almeida, celebrada el pasado mes de abril y donde la exmujer de Iñaki Urdangarin lució un minimalista y elegantísimo conjunto de blusa y pantalón a juego, en tono marrón chocolate y que destacó por su sencilla elegancia y sofisticación.

En la boda de Victoria López-Quesada, doña Cristina ha demostrado que vuelve a ser una mujer muy elegante y que se interesa porque sus looks más mediáticos sean impecables. En este caso, añadió un bonito set de joyas –pendientes y gargantillas– con diamantes y un clutch metalizado con un aire de alfombra roja total. Un estilismo sin duda más sofisticado que el de su hermana la infanta Elena quien, aunque iba muy elegante también, optó por un vestido de aire lady like y con un efecto a rayas en blanco y negro.

La infanta Cristina y su fin de verano perfecto

Ahijada del rey Felipe VI, Victoria López-Quesada es hija de Cristina de Borbón-Dos Sicilias, prima y amiga muy cercana del monarca y de la infanta Cristina, por lo que no ha sorprendido su presencia en este evento, que no en vano se ha calificado como la gran boda royal del final del verano. La novia ha confiado su look nupcial al diseñador Lorenzo Caprile, que curiosamente fue el elegido también por la infanta Cristina para su propia boda con Iñaki Urdangarin.

La infanta Cristina ha acudido a este evento después de disfrutar al máximo de su primer verano como soltera, tras sellar finalmente los documentos de su divorcio a finales del año pasado en una notaría de Barcelona. Durante sus vacaciones la hemos desde hacer de incógnito un tramo del Camino de Santiago, hasta pasar unos días con doña Sofía en Marivent y realizar una escapada familiar junto a su hermana Elena para ver a su padre en Abu Dabi.

También ha tenido tiempo para pasar tiempo de calidad con sus cuatro hijos. Con ellos ha disfrutado de unos días de playa a finales de este mes en el piso que tiene en la localidad de Bidart, situada en el País Vasco francés. Este apartamento ha sido objeto de cierta polémica, ya que lo comparte con su ex, que también lo suele visitar acompañado de su nueva pareja, Ainhoa Armentia.