Meghan Markle se vuelve a poner su vestido de novia para una fiesta y no puede estar más elegante

Si hay un vestido de novia royal que ha pasado al recuerdo como uno de los más elegantes y sencillos, ese ha sido el de Meghan Markle. La duquesa de Sussex acertó de lleno con una elección que fue de lo más aplaudida en su momento y que fue la prueba de que estaba preparada para ser un miembro más de la familia real británica - aunque la cosa no fuera así tiempo después -.

Meghan estaba radiante en su boda aquel el 19 de mayo de 2018 y sus estilismos han sido y siguen siendo a día de hoy inspiración para aquellas novias que quieren ir clásicas, pero con un toque sofisticado y actual. Y es que, escogió vestidos atemporales que siguen gustando seis años después. Tanto es así, que la propia Meghan Markle se ha atrevido a «reutilizar» uno de ellos.

Hace unos días, Meghan y Harry reaparecían en los Premios ESPY 2024 en Los Ángeles. El motivo de su asistencia se debía a que Harry recibió el premio Pat Tillman Award for Service, el cual se entrega anualmente a alguien que use su conexión con el mundo de los deportes para influir de manera positiva en las vidas de los demás.

En este caso, el hijo pequeño del rey Carlos ha sido galardonado por su labor en los Invictus Games y a esta cita tan especial no quiso acudir sin la compañía de su esposa y madre de sus hijos Meghan Markle. Allí, en el Dolby Theatre en Hollywood, la pareja coincidió con personas reconocidas del mundo del deporte como Serena Williams, amiga de ambos.

Y sí, una vez más, Meghan fue protagonista por el look elegido. Y es que, tras su paso por la monarquía británica y a pesar de rehuir de ella, la duquesa de Sussex sigue mantiendo ese estilo royal que en su momento le hizo ser una fuerte competencia para Kate Middleton.

Muy elegante y acertada, Meghan volvió a demostrar que se le da de maravilla escoger ropa y esta vez lo hizo con una curiosidad: escogió un vestido casi idéntico al que lució en el día de su boda. En concreto, optó por un diseño muy parecido a su segundo vestido de novia.

La pieza en cuestión era un vestido blanco largo que cubría sus pies y quedaba al ras del suelo y que estaba protagonizado por un cuello halter que recordaba muchísimo al diseño que escogió para la fiesta del día del 'sí, quiero' con el príncipe Harry.

Y aunque el parecido era más que razonable, Meghan no ha reutilizado ese diseño tan especial para ella. Se trata de una pieza firmada por Oscar de la Renta hecho a medida especialmente para ella y que combinó con unas sandalias de tacón de Celine.

Un recogido bajo al más puro estilo clean look que se ha convertido en uno de sus mejores aliados estilísticos y a joyas sencillas completaban este look con el que Meghan ha vuelto a sacar la matrícula de honor. Un homenaje a su boda con el que ha desmotrado que sigue siendo una royal icono de estilo.