Este es el risotto que Harvard recomienda comer para reducir la inflamación y la barriga (y no lleva arroz)

Si tuviéramos que nombrar a un plato italiano sin el que no podemos vivir, el risotto se catapultaría al primer puesto. Esta receta italiana cremosa hecha a base de arroz cremoso y otros ingredientes como setas, pollo o verduras que tanto nos gusta comer en restaurantes e, incluso, en casa.

Pero si en algo estarás de acuerdo con nosotros, es en que el risotto produce un poco de hinchazón después de comerlo y consigue que nos llenemos rápido, pero que tengamos también hambre rápido después de comerlo. Es normal. El arroz, que es el protagonista del plato, es un hidrato de carbono de rápida absorción. Esto, al igual que la pasta, hace que eleve rápidamente el azúcar en sangre y que ese pico caiga también de forma brusca después de comer, produciendo ese hambre repentino y también la casi necesidad de llevarse algo dulce a la boca. Es cierto que los japoneses tienen un truco efectivo para evitar los picos de glucosa en sangre después de comer, pero la Universidad de Harvard ha querido ir un paso más allá proponiendo un risotto igual de rico, pero sin arroz.

En concreto hablamos del risotto de avena, un plato salado propuesto por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Y es que, esta institución habla auténticas maravillas de la avena: «Es un activo deseado para quienes intentan perder peso y controlar los niveles de hambre, debido a su alto contenido de agua y fibra soludlbe», exponen.

Aunque estamos acostumbrados a tomarla en recetas dulces, como las famosas gachas de avena o avena nocturna, el risotto es un plato igual de rico y con muchos beneficios. «La avena también está deliciosa en platos salados», exponen los profesionales de Harvard.

Los mismos expertos argumentan que para preparar este risotto, básicamente hay que reemplazar el arroz en el risotto por avena integral o avena cortada en trozos. Este es el paso a paso que proponen:

De acuerdo a Harvard, la fibra que lleva la avena en su composición ayuda a regular la función intestinal, previniendo también el estreñimiento.

Además, como exponíamos al principio, es perfecta para prevenir el daño oxidativo y, por tanto, la inflamación: «La avena integral contiene sustancias químicas vegetales llamadas compuestos fenólicos y fitoestrógenos que actúan como antioxidantes para reducir los efectos dañinos de la inflamación crónica que se asocia con varias enfermedades como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes«, exponen en la página web.

Más allá de todo esto, la avena también es un alimento perfecto en dietas de control de peso, ya que r alentiza la digestión y la velocidad a la que se absorben los nutrientes y, por ende, aumenta la sensación de saciedad durante bastante tiempo.