pexels

plantas fáciles de cuidar

Qué tipo de begonia elegir para tu casa: de las más fáciles de cuidar a las que tienen flores preciosas todo el año

Además de preciosas, las begonias son plantas muy fáciles de ciudar. Te contamos todas las especies que existen, cuándo regarlas, dónde colocarlas y cuánta luz necesitan.

La begonia es, sin duda, una de las plantas más habituales en los hogares de todo el mundo. También es una de las más agradecidas para cultivar en casa, ya que precisa de unos cuidados muy sencillos y poco exigentes en cuanto a ubicación, riego y poda se refiere.

Sin embargo, si algo hace especial a las begonias, además de su belleza y esos cuidados fáciles que resaltábamos, es la gran variedad de especies que presenta: más de 1.500, lo que la convierte en una planta muy versátil que podemos encontrar en un sinfín de formas, tamaños y colores.

Procedente de climas tropicales, las begonias son originarias del centro y sur de América, Asia y África, un detalle que confirma su increíble versatilidad y la facilidad de adaptación a casi cualquier entorno, ya que podemos encontrarlas en las casas de medio mundo tanto en interiores (lo más habitual), como en jardines y espacios exteriores.

Foto: Pexels.

Cuidados fáciles de la begonia: ubicación, luz y riego

En líneas generales, los cuidados de las begonias son muy sencillos, incluso para aquellos que no son expertos en jardinería. Por un lado, precisan de una luz indirecta, tamizada y continuada ya que, a excepción de la variedad semperflorens, si el sol les da de forma directa podría quemar sus hojas.

Aunque se pueden dar en exteriores, las begonias se cultivan mejor en interiores, ya que precisan una temperatura constante que evite los contrastes extremos (no soportan las heladas ni las ). Lo óptimo es mantenerlas entre los 13 y los 22 grados, y siempre en zonas bien ventiladas, pero alejadas de las fuertes corrientes.

pexels

En cuanto al agua, la begonia es una planta a la que le gusta la humedad, por lo que precisa no solo de un riego regular, sino de un sustrato que lo retenga. Eso sí, sin encharcarlo. En invierno, la regaremos una vez cada semana (o 10 días); en los meses cálidos, dos o tres veces a la semana. Eso sí, no uses la regadera: lo mejor es que pongas un plato con agua bajo la planta para que ella misma se regule e hidrate a través de sus raíces como necesite, evitando mojar hojas y flores.

Por último, para que nuestras begonias estén sanas y bonitas, deberemos retirar las flores y hojas pochas; alimentaremos su tierra con fertilizantes de forma regular (líquido cada 20 días en época de floración; y con abono para plantas verdes si se trata de variedades de hoja); y vigilaremos las plagas que puedan atacarlas, de los pulgones a los ácaros y, si las plantamos en exterior, los caracoles o babosas.

Qué variedad de begonias elegir y por qué

Aunque, tal y como decíamos al principio, existen más de 1.500 variedades diferentes de begonias, en jardinería no se usa más que un 10% de ellas, según datos de Verdecora. Y entre todas ellas, existen tres 'subespecies' generales que las engloban y que son las más habituales en nuestros hogares.

1. La más común es la begonia fasciculada, con raíces que se expanden buscando los nutrientes de la tierra y el agua. En esta variedad se encuentra la famosa begonia Semperflorens, con sus características pequeñas florecitas de muy diversos colores que florece durante todo el año y puede plantarse tanto en interior, como en terrazas y jardines.

Begonia Maculata. / pexels

También una de las variedades que más de moda se han puesto en los últimos años: la begonia Maculata, con unas llamativas hojas que caen en cascada y presentan lunares plateados por un lado, y un intenso rojo carmesí por el otro. Eso sí, las macularas no soportan el frío, así que no se recomiendan en exteriores.

2. La begonia tuberosa presenta bulbos en sus raíces en los que guardan los nutrientes que necesitan. En este subgrupo se encuentran las begonias Elatior y la Evansiana, famosas por sus exuberantes flores de colores impresionantes y muy vivos. Eso sí, precisamente esa floración determina sus cuidados: necesitan más cuidados con el riego y una temperatura unos 5 grados superior al resto de variedades.

3. Por último, encontramos las begonias rizomatosas, como la Rex y la Masoniana, que presentan un tallo subterráneo o rizoma en el que se almacenan los nutrientes y del que parten tanto las raíces, como sus brotes exteriores. Estas variedades solo las regaremos cuando la capa superficial del sustrato se haya secado y las mantendremos siempre por encima de los 15 grados.