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Todo lo que estamos haciendo mal: estos son los errores de decoración más frecuentes y los consejos de decoradores para solucionarlos

El conocimiento es poder, y saber cuáles son los errores de decoración más frecuentes te ayudará a que tu casa esté mucho más bonita y en armonía.

Estudio decorado en tonos naturales / instagram de westwing

Elena Romero Vargas
Elena Romero Vargas

Decorar la casa puede ser una tarea tan divertida como compleja. Aunque las tendencias nos den pistas de qué es lo que se lleva cada temporada, no todo vale. Los errores de decoración están más interiorizados de lo que pensamos, y posiblemente tu casa peque de algunos de estos delices imperdonables según los decoradores. Pero, tranquila, porque hemos tomado nota para que aprendas a identificarlos y corregirlos o evitar caer en ello.

Lo peor de estos errores es que normalmente los pasamos por alto. Sin embargo, en decoración cada detalle importa y puede ser definitivo a la hora de concebir el resultado global. Así, como un pequeño ornamento, como flores o velas , cambia por completo la concepción de una estancia y eleva su estética, algo fuera de lugar, por insignificante que parezca, puede romper toda la armonía.

Como es tan fácil de caer como de evitarlos, hemos localizado los errores más comunes y fáciles de replicar para que se activen las alarmas y consigas un resultado precioso en tu casa. Toma nota y echa un vistazo a tu hogar, estás un paso más cerca de conseguir la decoración perfecta:

1. Cuidado con las tendencias

Las tendencias de decoración no son un manual que tengas que seguir al pie de la letra. Más bien, lo que hacen es orientarnos sobre cómo incluir los estilos que están más de moda en nuestra casa sin perder la esencia y personalidad de cada una y que, al final, es lo que hace que una casa se sienta vivida.

Por eso, incluir decoración sin ton ni son, simplemente porque es popular en esa temporada sin tener en cuenta si encaja con nuestro estilo o necesidades solo va a conseguir que el visionado general se perciba como un pastiche inconexo, y no queremos eso. Lo ideal sería que, si te gusta muchísimo una de ellas, busques un resultado homogéneo en todo el hogar. Si simplemente te atraen algunos detalles, incorpóralos poco a poco y con sentido con el resto de la decoración.

Salón decorado en todos tierra/@MADEDOTCOM

2. La importancia de los colores

El color predominante en una casa dice mucho de ella (y de la persona que lo decora). Lo fácil es recurrir a tonos neutros, que además arrasan esta temporada, como el blanco, el beige o el negro, aunque apostar por el monotono en otros colores en tonos pastel o en su versión más vibrante también se llevan. Sin embargo, cada color tiene sus consecuencias visuales, y hay que ser consciente de lo que transmiten para no dar un mensaje equivocado.

Por ejemplo, abusar del blanco puede provocar la sensación de vacío e impresonalidad, algo que no es recomendable si quieres crear un clima acogedor en casa. Del mismo modo, una estancia donde el negro es el protagonista puede crear una sensación de oscuridad que puede resultar agobiante. La clave está, una vez más, en el equilibrio. Lo ideal es que el color se introduzca de manera armónica y en detalles donde tenga sentido.

3. Descuidar la practicidad

La estética es importante, de eso no cabe la menor duda, pero no es lo único. A fin de cuentas, tu hogar tiene que ser, ante todo, cómodo y práctico. Abusar de ornamentos que interfieran en este objetivo suele ser el pecado capital en el que todas hemos caído alguna vez. Porque, dinos, ¿cuántas cosas tienes en casa que, si no fuera porque tienes que limpiarle el polvo de vez en cuando, ni siquiera sabrías que están ahí, porque no te aportan nada?

Desde muebles cuyo tamaño sea desproporcionado e impidan el paso, hasta jarrones que acaban siendo un estorbo tanto a la vista como a lo útil, cualquier cosa puede entorpecer la vida en casa. No es necesario recurrir al minimalismo si este estilo no te convence, simplemente se trata de decorar con cabeza y compaginar lo bonito con lo práctico. Y sí, se puede.

4. No tener la iluminación adecuada

La luz natural está considerada la joya de la corona de la decoración. Sin embargo, no todas las casas tienen la suerte de contar con grandes ventanales que iluminen las estancias durante todas las horas de sol, por eso es importante vigilar qué tipo de iluminación artificial ponemos en casa.

Salón con espejo/@MAISONDUMONDE

En este caso, continente y contenido son igual de importantes. En cuanto al tipo de luz que emiten las bombillas, lo preferible es que sean de luz blanca que ilumina mucho más, aunque la amarilla se recomienda para crear una atmósfera más cálida y acogedora. En cuanto a las lámparas, aunque hay algunas preciosas que seguro quieres tener en casa, es mejor que optes por lo práctico. Si da buena luz, es fácil de limpiar y sienta bien en tu casa, esa es la tuya.

5. Arrastrar muebles que ya no te sirven

Es cierto que la decoración vintage está de moda. Pero, una vez más, no todo vale. Esto implica especialmente a quienes llevan varias mudanzas a las espalda, y no es más que la tentación de querer aprovechar muebles viejos en espacios nuevos. En primer lugar, es una cuestión de proporción. Si te has hecho con una pieza pensada para un espacio específico, lo más probable es que no quede tan bien en otro contexto distinto, a menos que conserve exactamente las mismas dimensiones.

Otro argumento que justifica que esto sea un error es, de nuevo, la estética. Cambair de casa implica, en la mayoría de los casos, cambiar también de estilo, o al menos readaptarlo a las nuevas condiciones. El mobiliario que pensaste para un hogar con un estilo concreto puede que ahora quede desfasado o que, simplemente, ya no te guste. Por eso, y aunque puedas seguir optando por lo vintage , lo mejor es el borrón y cuenta nueva para darle a todo en tu casa un sentido conceptual.

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