Lengua de suegra o Sansevieria. /
Aunque la entrada de la primavera haya hecho que centremos toda nuestra atención en las tendencias que vestirán los espacios exteriores de nuestro hogar y nos hayamos puesto manos a la obra para preparar la terraza y el jardín para la llegada del buen tiempo, no podemos dejar de prestar atención a las plantas que, durante todo el año, decoran el interior de nuestra casa.
Más allá de clásicos que hemos visto desde siempre en casa de nuestras madres como la Monstera o el Poto , existen un sinfín de variedades de plantas de interior preciosas, agradecidas y muy fáciles de ciudar, perfectas para decorar espacios y llenarlos de color sin mucho esfuerzo y menos dotes de jardinería.
Entre nuestras favoritas, una planta de interior muy fácil de cuidar , con un intensísimo y precioso color verde y numerosos beneficios que, además, aseguran que atrae la buena suerte: la Sansevieria, más conocida como lengua de suegra. Suponemos que por sus hojas largas y de punta afilada...
Eso sí, no te dejes engañar por su nombre, porque la lengua de suegra es una planta noble y agradecida que encaja a la perfección en cualquier espacio. De hecho, se trata de una de las variedades más recomendadas por los expertos para aquellos que no tienen ni mucho tiempo ni especial maña en cuanto al cuidado de plantas se refiere.
Originaria de África occidental, la Sansevieria es capaz de mostrar su mejor versión casi en cualquier entorno con sus llamativas hojas perennes y siempre erguidas (por las que también se ha ganado el sobrenombre de espada de San Jorge) que alternan patrones de color entre los verdes y los amarillos.
Por si fuera poco, esta bonita planta es muy valorada dentro del Feng Shui, ya que dicen que atrae la fortuna y la buena suerte y protege de las malas energías. Además, según estudios de la mismísima NASA, la lengua de suegra purifica y mejora la calidad del aire y es capaz de filtrar toxinas como el benceno y el formaldehído.
Entre los cuidados básicos que precisa la Sansevieria, la ubicación nunca va a ser un problema para ti. Aunque a la lengua de suegra le encanta la luz brillante, que no es lo mismo que el sol directo, también crece sin problema en zonas de penumbra, así que la podrás poner tanto en el dormitorio (donde mejorará la calidad del aire mientras duermes) como en el salón, el despacho, la cocina e, incluso, en el baño.
Su origen casi tropical hace que la lengua de suegra prefiera los clímas cálidos y no admita el frío extremo, por lo que prospera mejor a temperaturas que oscilen entre los 15 y los 30 grados. Además, prefiere la sequedad al exceso de agua, por lo que será suficiente con que la riegues cada dos o tres semanas en verano y una vez al mes durante el invierno.
Eso sí, tal y como recomiendan los expertos, debemos cuidar bien su alimentación con un sustrato adecuado (puedes usar el mismo que se utiliza para los cáctus o las suculentas), un toque de fertilizante cada mes o mes y medio durante la primavera y el verano y un buen drenaje.
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