Mujer haciendo ejercicio en la playa. / / ALO

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Baño de bosque, el fácil ejercicio japonés que elimina estrés mientras pone tu cuerpo y mente en contacto con la naturaleza

Sumérgete en un hermoso entorno natural y aprovecha la oportunidad para respirar profundamente, eliminar estrés y disfrutar de las bondades de unas «vacaciones» en el bosque.

El baño de bosque es un popular ejercicio japonés que se ha revelado como un poderoso antídoto contra las presiones de la vida moderna y demostrado ofrecer beneficios duraderos para tu bienestar, tanto físico como mental, creando en su interior una profunda conexión con la naturaleza.

El llamado shinrin yoku forma parte de la tradicional medicina preventiva japonesa debido a los beneficios para la salud mental, física y espiritual que brindan. También conocido como «forest bathing», se basa en miles de años de conocimiento intuitivo: somos parte de la naturaleza y tenemos una profunda necesidad de sentir esa conexión.

«¿Pero funciona?», es lo que seguramente te estás preguntando. Los baños de bosque han existido como concepto en Japón desde principios de la década de 1980 y los científicos continúan realizando una gran cantidad de investigaciones sobre sus beneficios, concluyendo que merecen su lugar en el sistema de atención de salud japonés.

Cómo practicar el baño de bosque

La práctica japonesa del shinrin yoku, o baño de bosque, es buena para el bienestar físico y mental. Está demostrado que reduce la producción de la hormona del estrés, mejora los sentimientos de felicidad y libera la creatividad, además de reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, estimular el sistema inmunológico y acelerar la recuperación de enfermedades.

Si bien la palabra «bosque» aparece en el nombre de esta práctica, no te preocupes porque no es necesario dirigirse a una zona muy boscosa. Podrías ir a un parque cercano, la playa o cualquier entorno natural. Solo asegúrate de apagar o silenciar tu teléfono u otros dispositivos. La clave es practicar la atención plena. Eso significa estar presente y plenamente en el momento.

Una vez que hayas llegado a tu destino, respira profundamente unas cuantas veces y céntrate. Concéntrate en lo que perciben tus sentidos, ya sea el aroma del aire limpio del océano o el sonido de los pájaros cantando. Dedica unos momentos simplemente a mirar tu entorno. Siéntate y observa cómo los árboles se mecen con el viento o simplemente camina. Si decides caminar, hazlo a paso suave y sin un destino concreto en mente. Es importante dejar que tu mente y tus sentidos exploren y disfruten el entorno.

Una buena regla general es practicar baños de bosque durante al menos 20 minutos cada día. Si no tienes tanto tiempo libre, puedes comenzar con una cantidad de tiempo más corta. Además, el objetivo del baño de bosque es relajarse y desconectarse; la práctica no debería parecer una tarea ardua. Tiene que ser una actividad que disfrutes.

Bueno para cuerpo y mente

Las investigaciones dicen que los paseos tranquilos por el bosque producen una disminución del 12,4 por ciento en la hormona del estrés, el cortisol, en comparación con los paseos urbanos. También está demostrado que conectarse con la naturaleza puede estar relacionado con la felicidad y el bienestar mental. Libera hormonas que se relacionan con la búsqueda de la alegría, conectándote con la calma y evitando amenazas.

Practicar el baño de bosque es perfecto para aquellas personas que necesiten estimular la creatividad. En un estudio realizado en la Universidad de Utah, los participantes experimentaron una mejora del 50% en la resolución creativa de problemas después de tres días inmersos en la naturaleza sin acceso a la tecnología moderna.

Mujer con ropa deportiva en la playa. / ALO

Los árboles y las plantas emiten fitoncidas que respiras cuando pasas tiempo en el bosque. Se ha demostrado en estudios que ayudan al cuerpo a combatir las enfermedades. También se ha constatado que los baños de bosque reducen la presión arterial, un factor crucial para mantener un corazón sano. Un metaestudio en Japón revisó 20 ensayos, en los que participaron 732 participantes, y demostró que los niveles de presión arterial en el entorno forestal eran significativamente más bajos que los del entorno no forestal.

Habiendo introducido el shinrin yoku en su modelo de atención médica, los japoneses continúan investigando sus efectos, poniendo medidas científicas en cada aspecto de la experiencia. Uno de los científicos detrás de estos estudios, Yoshifumi Miyazaki, de la Universidad de Chiba, concluye simplemente que «los estados estresantes pueden aliviarse mediante la terapia forestal».

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