Mujer andando por un camino en mitad del campo. / Imagen de teksomolika en Freepik.

EJERCICIO Y MEDITACIÓN

Caminata afgana, por qué andar y meditar a la vez acelera el metabolismo y despeja la mente

Aprender a sincronizar tu respiración con tus pasos puede ayudarte a alcanzar un estado de meditación muy beneficioso para tu mente.

Caminar es uno de los ejercicios más fáciles y económicos que podrás realizar en tu día a día. Por eso triunfan disciplinas como el power walking, que no deja de ser andar a paso ligero sin llegar a correr y preocupándote en no bajar el ritmo en todo momento. ¿Y si te dijéramos que puedes combinar los beneficios de la caminata con la práctica de la meditación para olvidarte del estrés y la ansiedad? Se llama caminata afgana y ya estás tardando en ponerla en práctica.

En qué consiste la caminata afgana

La caminata afgana trata de caminar mientras tenemos en cuenta nuestra respiración, utilizando los pasos como un metrónomo que m ida el tiempo entre inspiración y espiración. Consiste en sincronizar la respiración con un ritmo de tres pasos-una inspiración / tres pasos-una espiración realizándolo en un terreno llano para no alterar este ritmo.

Para ponerlo en práctica, comienza a andar olvidándote de otros estímulos externos. Esto puede llevarte unos minutos, ya que no siempre es fácil desconectarte de las preocupaciones del día a día, pero cuando lo hayas logrado, comienza el trabajo de sincronización entre tu respiración y tus pasos.

Durante tres pasos, a un ritmo normal, inspira progresivamente introduciendo aire por tu nariz. Aguanta la respiración en el cuarto paso y luego expulsa el aire progresivamente en los siguientes tres pasos por la boca aguantando de nuevo la respiración en el octavo paso mientras tienes los pulmones vacíos.

Mujer andando por el bosque. / Imagen de bristekjegor en Freepik.

Pero no seas rígida, si ese ritmo de pasos-respiración no se adapta a ti cambia el número de pasos hasta que te sientas cómoda. Lo ideal es llegar a un punto en el que consigas olvidarte del estrés, cosa que no lograrás si estás agobiada con llegar a los tres pasos exactos.

¿Para qué sirve la caminata afgana?

Concentrarse en la respiración es una forma de enfocar la atención, de frenar la actividad mental y, por tanto, disminuir el estrés. Respirar de manera consciente es el primer paso para conseguir rebajar el ritmo, llegando así a un estado de relajación e induciendo de este modo la meditación.

Cuando piensas en meditar, automáticamente te vienen a la mente imágenes de personas sentadas en la posición del loto, en un ambiente silencioso con aroma a incienso. Pero para meditar no hace falta tanto, prueba de ello es la práctica de la caminata afgana, una forma de aunar los beneficios del deporte ligero con el mindfulness.

Seguir el ritmo de tus inspiraciones y espiraciones te ayuda a centrar tu mente y a traerte al aquí y al ahora, la base del estado de meditación. Y es que, por mucho que nos empeñemos en el multitasking, nuestro cerebro está programado para hacer una sola cosa cada vez, por lo que si estás concentrado en tu ritmo respiratorio, dejas de lado las preocupaciones.

Es normal que éstas aparezcan una y otra vez mientras estamos realizando la marcha afgana, pero la idea es que te des cuenta, lo dejes pasar y vuelvas a enfocarte en sincronización entre tus pasos y la respiración. Esta es la principal virtud de este tipo de caminata, además de todos los beneficios que tiene el hecho de caminar y movernos para la salud.

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