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A menudo ves entrenadoras en las redes sociales que afirman tener un ejercicio, alimento o suplemento mágico que solucionará todos tus problemas, pero este movimiento que aquí tienes podría ser el santo grial que estás buscando, o casi. Es sencillo, te hará sudar y mejorarás tu coordinación. Y lo puedes hacer en casa en cualquier ratito que tengas libre.
Si bien un solo ejercicio no arreglará tu vida, los movimientos dinámicos como el que puedes leer a continuación te permiten usar todo tu cuerpo (y tu cerebro), lo que puede mejorar tu movilidad y hacerte más consciente físicamente. Cualquier cosa que implique movimiento desde el suelo hasta estar de pie también involucra una gran cantidad de músculos que usas en tu vida diaria, lo que lo hace útil para la fuerza funcional.
A pesar de su aparente sencillez, este ejercicio supone un desafío mayor de lo que podrías suponer a primera vista. Solo necesitas un par de metros cuadrados en casa, quizá una colchoneta de yoga y ganas de practicar durante unos pocos minutos. Los resultados te sorprenderán.
Vas a hacer tres series de quince repeticiones, un volumen muy asumible y característico de cualquier entrenamiento habitual. Se recomienda comenzar lentamente hasta dominar la técnica. Una vez que lo consigas, también puedes hacer el movimiento rápidamente para convertirlo en un estupendo ejercicio cardiovascular para sudar de verdad casi sin que te des cuenta.
Se trata de un ejercicio muy simple. Comienza en posición erguida con los pies separados un poquito más allá respecto a tus hombros. Junta las palmas de tus manos a la altura del pecho. A continuación dobla las rodillas y baja tu cuerpoen una especie de sentadilla profunda. Pon la palma de tu mano derecha sobre el piso.
Apóyate sobre ella para girar suavemente hacia la izquierda manteniéndote boca arriba, pon la mano izquierda en el piso, quita la derecha del firme e impúlsate hacia arriba con la fuerza de tus extremidades inferiores hasta volver a ponerte erguida en la posición inicial. Repite 15 veces, descansa brevemente e inicia otra nueva serie, esta vez con la mano izquierda como primer apoyo.
No lo dudes: se trata de un ejercicio cardiovascular eficaz y ni siquiera necesitas hacerlo deprisa para notar cómo tu corazón late con fuerza. Estarás sudando ya desde tu primera serie. Tres series de quince repeticiones son suficientes para dejarte sin aliento y con la cara roja por el esfuerzo.
Si eres una mujer con problemas de coordinación por la razón que fuera, repetir este ejercicio varias veces a la semana podría ayudarte a ser más consciente de tu cuerpo y mejorar tu coordinación física. Para evitar tropezarte durante el movimiento, debes ser consciente de dónde plantas tus manos y pies mientras realizas el ejercicio, lo cual es un desafío tanto mental como físico.
Tus muñecas y tobillos deben sentirse fuertes durante la realización del ejercicio. Usarlo como calentamiento antes de comenzar a levantar objetos y una rutina exigente reforzará tu movilidad y te permitirá acceder a todo el rango de movimiento que deberías obtener de las articulaciones.
A pesar de su aparente sencillez, este ejercicio de yoga está diseñado no solo para exigir a tu cuerpo fuerza y coordinación, sino también para concentrarte. Debes ser consciente de la técnica y de cada uno de los pasos para evitar equivocarte y caer al suelo, tropezarte o liarte con las manos. Tu mente trabaja.
Igualmente, se trata de un gran trabajo de yoga para adultos, pues nadie dice que debas hacerlo a una velocidad determinada. Tú misma impones el ritmo que deseas y por pequeño que éste sea, tendrás que realizar cierto esfuerzo para completarlo, aunque solo te darás cuenta al terminar tu serie. ¡Pruébalo y alucinarás!