Son muchas las mujeres que, con el paso de los años, miran sus rodillas y no les gustan. Es normal, ya que tendemos a acumular grasa en esa zona (al igual que en la tripa), llegando incluso a desdibujarse el hueso de la articulación, que queda completamente cubierto por grasa. Esto no ocurre sólamente a las personas con sobrepeso, ya que puede deberse a factores genéticos u hormonales pero si en tu caso es debido a una vida sedentaria o a una alimentación deficiente, está en tu mano cambiarlo.
Levantarte del sofá y llevar una vida más activa, realizar ejercicios específicos para las rodillas en particular y las piernas en general, beber más agua y eliminar grasas y azúcares de tu alimentación, puede ayudarte a recuperar esas piernas estilizadas que tenías antes y que con el paso de los años han ido desapareciendo. Apunta qué es lo que deberías hacer y ponte manos a la obra:
Para reducir la grasa localizada en las rodillas debes decir adiós al sedentarismo y lo ideal es empezar por moverte más. Si no estás acostumbrada a hacer ejercicios, caminar entre 40 y 60 minutos al día te puede ayudar a ir adquiriendo fondo para luego añadir a tu rutina ejercicios de más intensidad.
Si ya llevas un tiempo realizando tus paseos y se te está quedando corto, puedes empezar a iniciarte en el running, un ejercicio ideal para quemar grasa. Te recomendamos que vayas poco a poco, aumentando el tiempo de carrera conforme tu cuerpo lo vaya resistiendo y, una vez puedas correr durante un tiempo sin cansarte en exceso, puedes probar a realizar series de velocidad y resistencia para aumentar la intensidad del ejercicio.
Las sentadillas no sólo endurecen los glúteos y los muslos, sino que pueden ayudarte a eliminar la grasa resistente en las rodillas. Te hemos explicado cómo hacerlas correctamente en otras ocasiones, pero te lo recordaremos: De pie, separa ligeramente las piernas hasta que queden paralelas a tus hombros. Con la espalda recta, baja los glúteos lentamente como si fueras a sentarte en una silla, echando el peso sobre los talones. Baja completamente y vuelve a subir lentamente haciendo fuerza sólo con las piernas y los glúteos. Realiza entre 15 y 20 repeticiones cada día.
Este es otro ejercicio que te ayudará a estilizar las rodillas y puedes realizarlo en tu casa sin necesidad de añadir ningún material. Estando de pie y con la espalda recta, lleva una de tus piernas hacia atrás. La de delante debe estar bien apoyada y flexionada y la de atrás debe estar apoyada sobre la punta del pie y flexionada hasta que la rodilla casi toque el suelo. Para terminar, vuelve a la posición inicial. Realiza este movimiento de 10 a 15 repeticiones con cada pierna a diario.
Mujer realizando ejercicio.
Quizá se trate del ejercicio más complejo del que vamos a hablarte hoy, pero también el más eficaz. Estando de pie y con la espalda recta, desplaza una de las piernas hacia el lado manteniéndola estirada. La pierna de apoyo debe quedar flexionada. Baja el cuerpo léntamente apoyándolo en la pierna flexionada y haciendo fuerza con piernas y glúteos y vuelve a la posición inicial. Repite este ejercicios entre 10 y 15 veces con cada pierna a diario.
Aunque parezca paradójico, para evitar la retención de líquidos que puede provocar la aparición de celulitis en las rodillas, deberías beber más agua. Además de beber los recomendados dos litros diarios puedes incluir en tu día a día el té verde que, además de su efecto diurético, te ayuda a quemar la grasa corporal al acelerar tu metabolismo.
En realidad esta recomendación te vale tanto para eliminar la grasa de las rodillas como la de cualquier parte de tu cuerpo. Lo primero es eliminar de tu dieta (o reducir considerablemente) el consumo de azúcares, alimentos procesados, harinas refinadas o grasas saturadas, primando la fruta y la verdura. Comer menos sal también puede ayudarte a reducir la celulitis, ya que evitará que retengas líquidos y eliminar de tu dieta los fritos también será un punto a tu favor.
Los expertos recomiendan aplicarse a diario una loción reafirmante acompañándola de un ligero masaje desde el tobillo y hasta más arriba de la rodilla con movimientos ascendentes. Además, la exfoliación también puede ayudarte a activar la circulación sanguínea y acabar con la retención de líquidos en esta zona en concreto.
Ya ves que los ejercicios no necesitan demasiada preparación y lo que más te va a costar es entrenar tu fuerza de voluntad para hacerlos a diario. Introduce estos pequeños cambios en tu vida diaria, y notarás los resultados de forma gradual, te damos nuestra palabra.