El yoga es bien conocido por sus efectos positivos en la mente y el cuerpo, pues ayuda a desarrollar fuerza y flexibilidad, además de aliviar el estrés y aumentar el bienestar mental y físico general. En comparación con otras actividades de fitness, requiere un equipo mínimo para comenzar. Si bien la mayoría de los gimnasios ofrecen todo lo que necesita alguien que empieza, invertir en tu propia esterilla personal puede hacer que tu experiencia sea todavía más agradable y fructífera.
Ya sea que practiques en casa o lo hagas en un gimnasio, tener una esterilla de yoga adecuada es esencial. Trabajar sobre una alfombra, una toalla resbaladiza o un cojín demasiado blando puede provocar lesiones y frustración. Tener tu propia esterilla personalizada puede ser una alternativa bastante más higiénica y beneficiosa.
Si bien hay muchas opciones disponibles, la gran mayoría de las colchonetas de yoga funcionan perfectamente para cualquier modalidad. A menudo, tu elección dependerá de tus preferencias personales. Dicho esto, comprender las diferencias, junto a sus pros y contras, te ayudará a seleccionar una colchoneta que se adapte a tus necesidades personales.
Las esterillas de yoga varían mucho. Tienes las de viaje, superdelgadas y que apenas pesan un solo kilo, hasta las que son más compactas y pesan más de tres kilos. Si no estás segura de por dónde empezar, elije una colchoneta que tenga aproximadamente un grosor de unos 3 milímetros, que es un estándar. Estas colchonetas son excelentes para quienes practican yoga de manera habitual y fluida.
Una esterilla de este grosor te va a permitir tener un contacto bastante sólido con el piso, lo que ayuda con la estabilidad durante una gran variedad de posturas. En comparación con las colchonetas más gruesas, también es menos probable que te puedan molestar durante tu secuencia de yoga cuando pasas de una postura a otra.
Las colchonetas más delgadas pueden ayudar a aumentar la estabilidad para estilos de yoga con posturas más activas o asanas más equilibradas y concentradas. Un buen consejo es que busques colchonetas con superficies texturizadas para poder mantener un mejor agarre cuando las posturas se vuelvan más complicadillas.
Mujer practicando yoga sobre esterilla. /
Las colchonetas más gruesas brindan una amortiguación adicional y son mejores para prácticas más terapéuticas. También son más cómodas para las posturas de antebrazos y de rodillas y para mujeres con articulaciones doloridas o sensibles, aunque pueden plantear más dificultades para equilibrarte en posturas de pie. Pero si tus planes de yoga incluyen viajar en avión, busca una colchoneta de viaje que esté diseñada específicamente para ser portátil. Para esto son mejores las delgadas y livianas, pues se pliegan más fácilmente. Sacrificarás algo de amortiguación por tener una colchoneta que puedas llevar a cualquier parte.
Al seleccionar el material para tu colchoneta de yoga, puedes elegir cualquier cosa, desde PVC económico hasta caucho natural ecológico. El material que elijas afectará el precio, el peso, el agarre y la durabilidad de la colchoneta. En general, las alfombrillas más gruesas duran más que las más finas. Dicho esto, la durabilidad de las alfombrillas también está relacionada con el material del que están hechas.
El PVC es un material a base de plástico que es muy duradero, fácil de limpiar y ofrece un excelente agarre al suelo. Sin embargo, las alfombrillas de PVC no son absorbentes y pueden volverse resbaladizas si se suda mucho. El PVC no contiene látex, lo que es una ventaja para las personas alérgicas; sin embargo, no es biodegradable ni tan ecológico como otras opciones.
El TPE (elastómero termoplástico) es una mezcla artificial, generalmente de polímeros de plástico y caucho, que s uelen ser más respetuosas con el medioambiente que las de PVC, y algunas son totalmente reciclables. Las alfombrillas de TPE son generalmente menos duraderas que las de PVC del mismo grosor, pero siguen ofreciendo una buena tracción.
Las alfombrillas ecológicas/naturales proceden de diversas fuentes, como el caucho natural o el algodón orgánico. En comparación con otras opciones, tienen un poco menos de agarre en el suelo, pero su textura natural proporciona tracción para el cuerpo. Las colchonetas ecológicas no tienen la durabilidad de décadas del PVC, pero encabezan la lista si la sostenibilidad es tu prioridad.