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Una nueva investigación publicada por el «British Journal of Sports Medicine» ha descubierto que simplemente se necesita realizar 22 minutos de actividad física de moderada a vigorosa al día puede reducir el riesgo de mortalidad y aumentar la esperanza de vida si se tiene un estilo de vida sedentario. Tanto por tan poco.
Este importante estudio incluyó el análisis de los datos de 11.989 participantes en Noruega, Suecia y Estados Unidos, y todos tenían 50 años o más. No solo se estableció una cifra concluyente del tiempo de ejercicio, sino que los resultados evidencian la necesidad de abandonar el estilo de vida sedentario cuanto antes.
«El tiempo que pasamos sin movernos se asoció con un mayor riesgo de mortalidad, pero solo en individuos que acumulaban menos de 22 minutos de actividad física entre moderada y vigorosa por día. Los niveles más altos de esa actividad se asociaron con un menor riesgo de mortalidad independientemente de la cantidad de tiempo que luego pasaran sin moverse», establecieron los investigadores en sus conclusiones.
Es indiscutible que muchas veces la vida te lleva a lugares que no deseas. Ya sabes, un trabajo en el que te pasas sentada la mayor parte de tu jornada, un cómodo hogar en el que te apetece relajarte tras un día duro, ocio sedentario… Pero no todo es ponerse a hacer ejercicio como una loca y sudar hasta la extenuación. Es muy bueno, claro, pero no imprescindible.
E l secreto está en activarse y pasar a hacer algo de ejercicio. Incluso moderado, incluso aunque solo sean 22 minutos. Este estudio define qué cantidad de tiempo ya es beneficioso para que las personas reduzcan su riesgo de mortalidad y lo desglosa en un método científico realmente sólido.
Los datos fueron recopilados mediante un acelerómetro de cadera para identificar cuándo las personas estaban quietas o activas. Los investigadores encontraron que incluso para aquellos que eran sedentarios durante 12 o más horas por día, el riesgo de mortalidad asociado se eliminaba si se alcanzaba ese umbral de 22 minutos.
Incluso para aquellos que no alcanzaron la marca de 22 minutos, alguna actividad de moderada a vigorosa significó una caída en las tasas de mortalidad. Por ejemplo, quienes hacían 10 minutos de actividad y eran sedentarios durante seis horas al día aún vieron una caída del 32% en el riesgo de mortalidad.
Mujer realizando estiramientos. / /
Si bien la investigación se centró en adultos mayores, los investigadores advierten que los hallazgos de este estudio también pueden tener un impacto en las personas más jóvenes. Es muy importante que desde las edades más tempranas se desarrolle fuerza muscular y salud cardiovascular para poder mantener un buen nivel de actividad física. Crear una base sólida que también sirva cuando sean mayores.
Los expertos consideran que actividades como una caminata a buen ritmo o hacer las labores del hogar son ejemplos de actividad moderada, mientras que correr o jugar un partido de baloncesto encajarían en una categoría vigorosa. También hacer cosas tan estupendas como bailar o saltar.
El estudio es importante porque refuerza la teoría de que si bien no todas las actividades son iguales (los investigadores identificaron diferencias en los beneficios para aquellos que solo participaron en ejercicio ligero), algo es mejor que nada. Ese debería ser tu punto de partida para salir del sillón.
Los investigadores animan a todas las personas a encontrar una manera de mantenerse activas, incluso si no están dispuestas a salir a correr o hacer abdominales. Pero dar una vuelta a la manzana, hacer algunas sentadillas, subir y bajar escaleras o hacer bicicleta estática a tu ritmo ya son actividades estupendas para ayudar a mantener un estilo de vida saludable y activo.